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miércoles, octubre 31, 2018

La no “inocencia” del coaching de competencias


Existen actualmente muchos tipos de coaching. De hecho, somos practicantes de una nueva corriente que se forma, al tener conocimientos en psicología positiva y en coaching ontológico. También encontramos coaching PNL basado en la programación neurolingüística, el coaching ejecutivo, el organizacional y el de competencias, entre otros. Este último está supuesto al acompañamiento de otras personas, con el objetivo de ayudar a que se den cuenta de sus limitaciones en su forma de actuar, para que puedan hacer las cosas de una forma diferente. En todos los tipos de coaching, que es el acompañamiento a otras personas a que superen los obstáculos que los limitan, se consiguen fundamentos de la ontología del lenguaje de Rafael Echeverría.

El libro de Echeverría, nos muestra los distintos tipos de actos lingüísticos y su correcto uso, que al final nos hace ser mejores escuchadores, observadores y poder tener mejores conversaciones. También nos muestra tres postulados de la ontología del lenguaje y tres principios, que son,

·         Los seres humanos somos los únicos animales lingüísticos
·         El lenguaje es generativo (del ser)
·         Los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él.

Del segundo postulado que indica que el lenguaje es generativo encontramos los siguientes principios;

·         No solo actuamos de acuerdo a como somos, sino que somos de acuerdo a como actuamos
·         Las acción genera ser y uno deviene de acuerdo a lo que hace

Siendo así, nuestras escuelas nos han mostrado según el modelo del propio Echeverría, (Modelo OSAR), que tenemos dos tipos de aprendizajes; uno de competencias o de 1er orden y uno de 2do orden o transformacional. El segundo está supuesto a ocurrir cuando en una sesión de coaching, el asistido se dé cuenta de algo profundo que lo limita y pase de tener una “incompetencia inconsciente” sobre algún tema, a ser “incompetente consciente”. Que se haya dado cuenta de lo que le pasa no garantiza que hayan cambios profundos, ya que debe “hacerse cargo”. Y el hacerse cargo de lo que le pasa no es más que hacer acciones nuevas que generen ser, parecidos a las del 1er orden.

El modelo OSAR de Echeverría, nos habla de un observador en un sistema, que actúa, obtiene resultados y así, aprendizajes. Como dijimos, los aprendizajes pueden modificar nuestra forma de actuar, o más profundo, en la manera en que solemos ser con respecto a un aspecto de la vida. Quizá sea por eso que ahora las sesiones de coaching sean mucho mas de una; se requiere el compromiso de quién cambia, el hacerse cargo y ser una mejor versión de sí mismo, como enuncia la Psicología Positiva.

Cuando dijimos al principio que el coaching de competencias no es inocente, es porque el asistido en su “hacerse cargo” de forma continua, voluntaria y consciente, realiza acciones que le permitan obtener mejores o distintos resultados. Pero el postulado de la ontología del lenguaje  y sus principios, indican que la acción genera ser. No es inocente; quizá más lento, pero un coaching de competencias no deja de ser poderoso con respecto a la transformación directa del ser, ya que es continua y voluntaria, y en el mismo devenir de lo que somos en las nuevas acciones, entremos en un ciclo positivo, expansivo y generativo, que contribuye en la creación consciente de la mejor versión de cada quién. Mucho más profundo y permanente que pretender cambiar a las personas, solo a través del “darse cuenta de lo que le pasa o limita”, aunque en el cierre de la sesión se le pregunte a que se compromete hacer. En la ausencia del seguimiento apropiado, las personas pueden decidir voluntariamente no querer cambiar.

En el maravilloso mundo que se genera en la sinergia entre la psicología positiva y la ontología del lenguaje a través del coaching de fortalezas, es que se pueden diseñar acciones que generen ser, tal y como lo plantea el segundo postulado de Echeverría. El ser deviene de la acción o más aun, como diría Gladwell, cuando explica cómo se alcanza la maestría, en 10.000 horas de acciones deliberadas, conscientes y permanentes. El coaching de fortalezas visto como una competencia nueva que podemos hacernos a nosotros mismos, viene a constituir un maravilloso camino de cambios programados que pueden ser medidos en cualquier momento a través de los test de la psicología positiva y en relación a las circunstancias en que vivamos, el tipo de trabajo y aún más con quién nos toque realizarlo. El auto coaching de fortalezas nos muestra el poder que tiene el lenguaje y las distintas formas de generar acciones positivas en nuestras vidas, que generen seres más luminosos y dueños de su propio destino.

Alberto Lindner

Literatura:
·         Echeverría, Rafael. (2004). La Ontología del Lenguaje. Chile: Saez Editor
·         Gladwell, Malcom, (2009). Fuera de serie (Outliers). Editorial L,B & co

miércoles, febrero 12, 2014

Las 5 virtudes empresariales

Ya hemos conversado en anteriores entradas acerca de las fortalezas de carácter desarrolladas desde la Psicología Positiva por el Dr Martin Seligman en su cuestionario VIA. Los autores han explicado que luego de observar en todas las culturas, universalmente, encontraron que existían varias virtudes comunes para todas y así se pudieron declarar las 24 fortalezas de carácter de las personas.

Si bien no se ha llegado a explicar cómo se estructura internamente la herramienta VIA, es cierto que tras haberse aplicado a miles de personas y comprobar su exactitud es que hemos llegado a comprender y utilizar la declaración de las fortalezas como unas competencias mas, que se agregan junto  a las habilidades, a las actitudes y aptitudes, al conocimiento y por último a los valores éticos, que declaren las personas, tener. Las fortalezas, según Seligman, nos permiten alcanzar metas, percibir emociones, estar con las personas, fluir en lo que se hace, retarse en el trabajo; todo ello necesario para alcanzar la felicidad; o al menos un bienestar duradero o permanente.

Las seis virtudes universales de Seligman, a veces comparadas con las aristotélicas de la Fortaleza, la Justicia,  y la Templanza son, la sabiduría, que tienen la creatividad y el interés como fortalezas, entre otras, el Valor y el Coraje, con fortalezas como el valor, la perseverancia; el Amor y la Humanidad, con fortalezas como la generosidad y la capacidad de amar; la Justicia, con el trabajo en equipo y el liderazgo; la Templanza con el perdón y la misericordia y por último la Trascendencia, con el sentido del humor, la gratitud y la esperanza, entre otras.

Las organizaciones hasta los momentos han estructurado sus planes rectores a través de la Visión empresarial, la Misión y los Valores. Estos últimos, asociados a la ética y al comportamiento social de una empresa con el entorno, sus proveedores, clientes y sus trabajadores. Ha sido costumbre así mismo, declarar cuales serán las competencias genéricas que deben contar para trabajar en esa empresa. Nuestra propuesta del pasado post (entrada), fue que además de pedirle al trabajador y medirlo con respecto a lo que no ha desarrollado, que lo hagamos a través de sus fortalezas de carácter que son como diría lo aristotélico, los medios por los cuales buscará ser feliz. Indica Wikipedia al respecto:
“Existen dos clases de virtudes: virtudes éticas y virtudes dianoéticas. Ambas expresan la excelencia del hombre y su consecución produce la felicidad, ya que ésta última es "la actividad del hombre conforme a la virtud".Las virtudes éticas son adquiridas a través de la costumbre o el hábito y consisten, fundamentalmente, en el dominio de la parte irracional del alma (sensitiva) y regular las relaciones entre los hombres. Las virtudes éticas más importantes son: la fortaleza, la templanza, la justicia.Las virtudes dianoéticas se corresponden con la parte racional del hombre, siendo, por ello, propias del intelecto (nous) o del pensamiento (nóesis). Su origen no es innato, sino que deben ser aprendidas a través de la educación o la enseñanza. Las principales virtudes dianoéticas son la inteligencia (sabiduría) y la prudencia.La templanza es el Punto medio entre el libertinaje y la insensibilidad. Consiste en la virtud de la moderación frente a los placeres y las penalidades.La valentía es el punto medio entre el miedo y la temeridad.La generosidad es el punto medio entre el uso y posesión de los bienes. La prodigalidad es su exceso y la avaricia su defecto.” Tomado de  http://es.wikipedia.org/wiki/Arist%C3%B3teles

Del texto anterior, que no contradice el contexto de las virtudes de la Psicología Positiva, podemos resaltar entonces que las virtudes se fortalecen de los hábitos, de su conocimiento y práctica por lo que podemos desarrollarlas y estructurarlas según “vayamos siendo”. (Palabras de nuestro escritor Arturo Uslar Pietri, donde puede leer más). La otra, es más interesante aún y se deriva del hecho de que las virtudes son un punto medio teniendo a dos extremos de los cuales, las personas y las empresas pudiesen moverse para atender situaciones, cambios, emergencias o necesidades.

Los valores empresariales generalmente se redactan en función de competencias, de factores resaltantes que desearíamos tener aunque a veces, algunas empresas llegan a incluir a la alegría como un valor corporativo. Hay que tener relativo cuidado al redactar valores, pues a veces lo hacemos en función de acciones o competencias y no estrictamente de valores. Todo lo que las empresas declaren debería ser desarrollada y hasta en algunos casos, poder ser medida mediante  comportamientos observables. Las virtudes de la Psicología Positiva, ayudarán ahora a las empresas a redactar mediante el reconocimiento de las virtudes que tengan o aquellas que quisieran desarrollar. Si la virtud tiene que ver con los hábitos, entonces no será una falacia que aquellas que lo propongan, lo puedan conseguir.

Las empresas cuando realizan planes estratégicos, suelen, al llegar a la descripción de sus valores, ver “que están declarando los demás”, y es por eso que todas se parecen, y no porque hayan nacido de una reflexión auténtica, genuina e introspectiva. Si las empresas escogen además de las virtudes, las fortalezas representativas, acabará por sesgar la realidad que se deriva de la heterogeneidad de las personas, sus creencias y su género, por lo que es más fácil declarar solo las seis virtudes e incluir en ellas a todas las fortalezas que las componen. Será un acto de reconocimiento, apego, respeto a la diversidad y comprensión por fin, de qué vamos a trabajar ahora artesanalmente desde las realidades y herramientas de cada quién y no a través de palabras que pueden resultar huecas de cuando en vez, y quizá mediante competencias que no han desarrollado. (Recomiendo leer a Laura Rosillo en el post de Artesanos del siglo XXI)

Las virtudes de una empresa serán:
SABIDURIA
1. Creatividad y originalidad
2. Curiosidad e interés
3. Juicio y pensamiento crítico
4. Deseo de Aprender
5. Perspectiva, sabiduría
VALOR/ CORAJE
6. Valentía y valor
7. Tenacidad y perseverancia
8. Honestidad
9. Ilusión, entusiasmo y Energía
AMOR-HUMANIDAD
10. Capacidad de Amar
11. Amabilidad y generosidad
12. Inteligencia social
JUSTICIA
13. Ciudadanía, trabajo en equipo
14. Ecuanimidad, equidad y justicia
15. Liderazgo
TEMPLANZA
16. Perdón y misericordia
17. Modestia y Humildad
18. Cuidado, Prudencia y Discreción
19. Autocontrol
TRASCENDENCIA
20. Aprecio de la belleza
21. Gratitud
22. Esperanza, optimismo
23. Sentido del Humor
24. Espiritualidad y fe

Para cerrar, si bien es cierto que valores y virtudes no son sinónimos, es difícil no pensar que algunos valores empresariales que declaramos, no se deriven o estén ya incluidos en el desarrollo de nuestras fortalezas de carácter y así en las Virtudes de Seligman. Un ejemplo de ellos son, la sinceridad, puntualidad, solidaridad, decencia, compasión, responsabilidad, sencillez, empatía, o el  patriotismo.

Nota. La diferencia entre virtudes y valores: (Tomado de Wikipedia según la fuente citada)
"Virtud: Una virtud es una cualidad que permite a quien la posee, ayudarlo en las situaciones más difíciles para cambiarlas a su favor. El virtuoso es el que está en camino de ser sabio, porque sabe cómo llegar a sus metas sin pisar las de los otros, porque pone a los demás de su lado y los lleva a alcanzar un objetivo diferente. El virtuoso es el que «sabe remar contra la corriente».
También, una persona virtuosa es aquella que sabe sacar adelante cualquier problema que se avecina. Es una persona que tiene muchas cualidades y las pone en práctica a diario.
Las virtudes se consideran cualidades positivas, y se oponen a los vicios. Las virtudes son las cualidades buenas y sensitivas del ser humano."
"Valor: El valor ético de algo denota su grado de importancia, con el objetivo de determinar que acción o vida es mejor realizar o vivir (Deontología), o por lo menos un intento de describir el valor de distintas acciones (Axiología). Puede ser descrito como tratando a las acciones mismas como objetos abstractos, asignándoles valor a ellas. Trata sobre la conducta correcta y la vida buena, en el sentido que una acción que posee mucho valor o un valor relativamente elevado puede ser considerada "buena" desde un punto de vista ético (en el sentido de un adjetivo), y una acción que posee un valor bajo o por lo menos bajo en sentido relativo puede ser considerada "mala".


domingo, febrero 02, 2014

Escribir como estrategia para el desarrollo de fortalezas

Escribir genera sin dudas, emociones positivas. El solo hecho de proponerse a escribir, coloca al individuo en una situación especial que estimula y hasta puede desarrollar fortalezas personales, como la creatividad, la perseverancia, la inteligencia social, el aprecio a la belleza, la humildad y la gratitud. También, el deseo de aprender pues se supone que cada vez, en cada ocasión, debemos estar en mejor disposición para plasmar ideas, pensamientos e iniciativas, lo cual a veces, ocurre luego de investigar.

Si las empresas promovieran la escritura creativa como talleres de crecimiento personal, o como parte de su responsabilidad social, seguro, además de hacerlo por la gente, habrían de tener una retribución intrínseca hacia la producción y la rentabilidad. Porque el estado creativo del cerebro es uno y no necesariamente es selectivo, sino que el estímulo creativo una vez aparece,  es aplicado a todos los ámbitos en que se desenvuelven. Una persona motivada, orientada a la percepción de emociones positivas, se encontrará más estimulada a dejar que sus pensamientos fluyan con más libertad y obtenga en consecuencia, soluciones simples y adecuadas a los problemas que se les presenten.

En la escritura se pueden observar competencias básicas y especializadas, como la resolución de problemas, la relación sistémica de lo que se observa con el entorno y la llamada meta cognición que es donde podemos relacionar lo que hemos aprendido en otros ámbitos y trasladarlos al que queremos solucionar. Cuando vemos las competencias genéricas que las empresas desean desarrollar en su talento humano para el ejercicio del cargo, las encontramos así mismo, en las que se requieren para adoptar la escritura como un hábito.

Me propongo entonces, a desarrollar en mi empresa, un piloto con aquellos gerentes clave de quienes se requieren competencias para proyectos; como la creatividad, la perseverancia, el trabajo en equipo, y el autocontrol. Debe ser sencillo en estos casos, medir el antes y el después para conocer el impacto que tendría la escritura en el hábito que conduce al desarrollo de las competencias para el manejo de los proyectos.
Un poco como para estimular el ego, agrego un cuento corto de mi propia experiencia en escritura creativa, la cual suscribo como estrategia de crecimiento y dominio personal.

Juancho acostado en la grama y de noche
Juancho como siempre se había acostado en la grama, al atardecer. Le encantaba el olor a yerba fresca que medio se entremezcla con la humedad, aquella que el sol no pudo convertir en vapor, quedándose atrapada en lo más profundo del verdor, allí donde muchos insectos como hormigas, orugas, y arañas se quedan hasta que las condiciones sean las apropiadas para salir.

Pero esa tarde, Juancho se quedó dormido. Lo despertó el sonido de un pequeño grillo que llamaba a su pareja con un sonido muy fino, justo allí, al lado de su oreja.

-“twiiiiiii, tash, tash, tuiiiiiii

Sobresaltado y en la oscuridad de una noche que ya había madurado, Juancho abrió sus ojos y miró el espectáculo más hermoso que hubiera visto antes en el cielo. Era un montón de luces intermitentes que destellaban a todo lo ancho y largo de lo que alcanzaba a ver. La verdad es que nunca como aquella noche, se había percatado de lo grande y maravilloso que podía ser el infinito.

No se paró, de hecho se quedó acostado tal cual se despertó.  Recordó lo que solía hacer con las nubes durante el día, buscando conejos, pájaros o cualquier otro animal de algodón de azúcar. (A él le encanta el algodón de azúcar). En este caso, las formas necesitaban mucho más imaginación pues estaba oscuro y no eran tan evidentes. Al rato, Juancho comenzó a ver relación entre las estrellas y pudo ver la olla que su abuela usaba para calentarle el café, también vio a lo lejos una nube esparcida y derramada como la leche que se cae al piso cuando por un descuido, llegaba a tropezar el vaso, antes de la merienda. Mientras más miraba, hasta llegó a ver cangrejos, bailarinas, caballos y hasta una serpiente.

Todo conspiraba para que esas escenas mágicas lo inspiraran; además de la vista, Juancho tuvo las sensaciones que le dan los olores de la humedad,  y el rocío, la tierra, y el polen de las flores.  La danza mágica de sus animales y cosas estelares llevaban ahora los rigores del olfato: mandarina, limón, agua clara y humedad.  Estaba tan embelesado que dejó que por sus manos y pies descalzos caminaran cualquier cantidad de pequeños insectos, que por ratos, hacía que interactuaran con los animales del cielo. Los grillos así mismo, seguían su danza de amor cantándole en sus oídos, las hormigas le besaban las manos y los pies, las estrellas en danza perpetua le regalaban a la vista una sensación inigualable.

Ya en éxtasis sensorial, Juancho, en la inmensidad de la noche y en comunión con el universo,  llegó a llorar cuando pudo ver que las estrellas, en delicado vuelo, y dotadas de alas, llegaron hasta su cara y se pararon en su nariz. Bizco, como quien se mira a sí mismo, Juancho comprendió que era parte de un todo maravilloso y espontáneo. Esa noche, ya en su cama, logró conciliar el mejor sueño de su vida. Soñó con  luciérnagas convertidas en estrellas…
Alberto Lindner

Nota: estuvimos seis meses escribiendo con Angela Feijoo, la Coordinadora de la revista Todo en Domingo de El Nacional, en Caracas. Angela también es egresada del Diplomado de Psicología Positiva.

Podemos leer también en mi blog:
08 Jun 2013
También se escribe para establecer un compromiso. Este manifiesto pertenece a un aporte al Taller de Escritura Creativa de la Universidad Metropolitana, coordinado por la periodista Angela Feijoo en Caracas, 08 de Junio ...
14 Jun 2012
El izquierdo, es el que está asociado al pensamiento racional, lineal, matemático, y el derecho está dedicado la parte musical, espacial, creativa e innovadora. Ambos hemisferios están unidos por un cuerpo calloso que tiene ...
25 Dic 2013
... en las personas y en ambiente cambiante, nunca se cuenta con las mismas variables para el manejo de los mismos procesos por lo que la gerencia de RRHH debe encontrar respuestas creativas y efectivas a lo largo en ...

06 Nov 2013
... a ser felices. Publicadas por Facility manager a la/s 1:43 p. m. · Enviar esto por correo electrónicoBlogThis!Compartir en TwitterCompartir en Facebook. Etiquetas: 10000 horas, bienestar y salud, conocimiento, felicidad, PP, profesiones ...

PD: favor no preguntar acerca de la relación de la foto y el texto...

sábado, enero 18, 2014

¡Adiós Competencias!, ¿Hola Fortalezas?


La gestión por competencias ha sido quizá lo más utilizado en el mundo gerencial para explicarle a un empleado que se espera de él en la posesión del cargo. Pero resulta que al ascender a una persona a una posición nueva, en el mejor de los casos le entregamos un documento con los conocimientos y habilidades que debe desarrollar para considerarse que cuenta con las competencias adecuadas. Al igual que los valores, que se deben convertir en comportamientos medibles y verificables, la medición de una competencia igualmente lo es de complicada. Siempre entramos en el mundo de lo subjetivo. Al final se resume en una apreciación de un superior de quien tampoco sabemos si ha desarrollado la competencia de la evaluación de competencias en otros.

El mayor impacto que ha tenido la educación, sin embargo, es que haya sido estructurada bajo las recomendaciones de Jackes Delors en 1996, para la Unesco, y representan las guías de la educación en el siglo XXI, están fundadas sobre cuatro competencias a las cuales se les podría asociar aquellas “competencias genéricas” que utilizan algunas organizaciones para medir el desempeño en el proceso de adquirirlas. Decía Delors que son cuatro “aprenderes”, Aprender a ser, donde está el dominio personal, la autoconfianza e inclusive la autoestima; aprender a conocer, que son los supuestos de conocimiento que se imparten en las academias y deben ser revisadas y actualizadas según evolucione el mundo (la velocidad de caducidad del conocimiento es muy alta), e incluyen los elementos que se deben saber en cada disciplina, su fuente, los autores, la pertinencia; el aprender a hacer, donde juntamente se encuentran las competencias para el trabajo y para realizar una o varias actividades, y el aprender a compartir, donde aparecen los principios de humanidad, los valores, el reconocimiento del otro, y hasta el trabajo en equipo. Al final, son competencias que necesita el estudiante para la vida; un poco también de preparar el terreno para mejorar su calidad de vida y para el trabajo sin dudas.

Son muchos autores y consultoras que han desarrollado competencias genéricas, como implantarlas y hasta como medirlas a través de comportamientos o metas alcanzadas. Sin embargo la paradoja de esto radica, en que les estamos pidiendo a los empleados que realicen metas a través de competencias que tienen que desarrollar. Al final, estas competencias organizacionales son como actividades inherentes a sus funciones, pues el liderazgo, el trabajo en equipo, y la identificación con la empresa, parecieran más actitudes asumidas que competencias a desarrollar y medir. No sabemos si al empleado se va el tiempo en desarrollar competencias o en alcanzar metas, (o ambas). La paradoja se resuelve a mí entender, si le sumamos a esta ecuación el hecho que las personas cuentas con fortalezas personalísimas de carácter.

Ya existen desde la psicología positiva muchos estudios reales basados en observación comprobable y científica, que indica que universalmente las personas se aproximan a virtudes (valores) específicos. De esas virtudes se derivan las fortalezas, que según Seligman, son 24. Las fortalezas de carácter, cuyo conocimiento se obtiene de un instrumento verificado, le muestran a las personas los elementos con que cuenta mayormente para ejecutar una tarea, alcanzar una meta, comunicarse, relacionarse con los demás y hasta desarrollar percepciones íntimas de trascendencia. En el modelo de Seligman se identifican cinco vidas, de las cuales la hemos conversado antes, cuyo acrónimo es PERMA y significa que las vidas del bienestar son, la vida placentera, la vida comprometida, la vida con sentido, la vida compartida y la vida de los retos y logros. Todo este modelo según Seligman depende transversalmente de las fortalezas de carácter precisamente. La propuesta del presente escrito es que en el mundo empresarial y organizacional, y basados en la competencias de aprendizajes de Delors y en las vidas de Seligman, sea que el desarrollo de competencias como modelo debe estar cruzado transversalmente por las fortalezas. El gran aporte de esto es que no solo le entregaremos a un empleado una hoja de ruta de lo que debe desarrollar, sino que juntos, patrono y empleado, identifiquen las formas de lograrlo. Ya no se trata solo de decirle que comportamientos se van a medir, sino con cuáles fortalezas presentes se realizará eso.

El conocimiento científico de las fortalezas de carácter quizá llegue a ser algún día, un modelo realmente importante a desarrollar e implantar. Se trata de desarrollar competencias para el trabajo, partiendo desde lo que la persona es o de lo que la persona cuenta como herramientas. Es un paso adelante en la valoración de las personas. Es una evolución palpable, fácil de implementar y sin dudas de alto valor agregado y trascendencia. Es la mejor manera que ahora tendrá RRHH para decirle a su fuerza de trabajo; “me importas, te conozco”. Por lo escrito no existe realmente un “adiós” a las competencias sino quizá una incorporación de las fortalezas, junto con los conocimientos, valores, aptitudes, creencias y actitudes.(personales y sociales)

Un trabajo interesante que desarrollaré en la próxima entrada será el tratar de distribuir las fortalezas de carácter en las cuatro competencias de Delors.

Otras lecturas y complementos de mi blog y de la web:
4 pilares para la vida de Jackes Delors. Facilitymanager
Una breve mirada a la gestión por competencias. Facilitymanager
La educación encierra un tesoro. (19996) Unesco. Jackes Delors
Imagen;
Modelo propuesto entre las fortalezas de Seligman y las competencias de Delors, (2014) Elaboración propia


jueves, octubre 17, 2013

El promotor del bienestar y el coach positivo en las organizaciones

Introducción
A propósito de la aparición de la psicología positiva en el ámbito de salud, ha aparecido un nuevo profesional que habrá de ocuparse de “promover el bienestar” en las empresas, tal y como lo consagran las resoluciones sobre salud de la Organización Mundial de la Salud. Se trata de crear ambientes propicios para el bienestar, en lo biológico o físico, lo psicológico y en lo social. (Ahora se habla del bienestar espiritual también).
Ver tambien:

La psicología positiva  no trata de curar “enfermedades” y llevar al paciente a su nivel de bienestar, (eso lo hace la psicología convencional), sino que se trata ahora de potenciarlo como ser humano y ayudarlo a que llegue a ser la mejor versión de sí mismo para que pueda tener una vida plena y saludable. Después de las guerras del siglo pasado, la psicología tuvo que ocuparse de todos los problemas derivados de ellas y  ayudar a las personas en los eventos postraumáticos. Pasadas las guerras y sus consecuencias, la PP mira hacia el bienestar y la felicidad. Se ha determinado que en la ecuación para llegar a ser feliz, intervengan tres factores: lo genético (un 50%), lo circunstancial (solo un 10%) y la voluntad y fortalezas (en un 40%). El conocimiento de las virtudes y de las fortalezas se ha convertido en las herramientas que las empresas pueden llegar a instrumentar para ayudar a su talento humano a desarrollarse y tener una vida plena. No se trata ahora de imponer metas solamente, sino ayudar a potencias sus fortalezas de carácter, para lograrlas. 40% en el factor es importante.

El Promotor del Bienestar
La Psicología Positiva se viene desarrollando desde algún tiempo pero es con Martín Seligman desde 1996, que llega a tener su mayor impacto cuando es elegido Presidente de la Asociación Americana de Psicólogos, APA. Desde entonces, se han realizado numerosos estudios basados en la observación y en las evidencias clínicas, logrando encontrar una cantidad de correlaciones positivas entre el uso de las emociones positivas, el optimismo y la felicidad. Tal y como mencionó la Dra. Ma Elena Garassini, (2013),“la PP con los años llegará a integrarse con la curativa para formar una sola unidad de conocimiento, destinada a los psicólogos investigadores. El resto, los que tienen el conocimiento teórico, serán Promotores del bienestar”.
 Los promotores del bienestar en este momento, están llamados a ser agentes de cambios organizacionales, de emprender condiciones que eleven los niveles bio-psico-sociales, en armonía, con una visión salugénica. Promover la salud y el bienestar en todas sus facetas, sería su objetivo primordial.

Con el tiempo, los departamentos de recursos humanos deberían abrirse a los cambios actuales y dejar de centrase solo en el estudio de la compensación y la medición del desempeño, para contribuir a tener condiciones totales de salud y bienestar.  Desde el punto de vista del promotor del bienestar, estas acciones serían iniciativas de bienestar o llamadas también, “Intervenciones de Bienestar”. Estas intervenciones son pequeños proyectos, en algunos casos de bajo costo, pero de alto impacto. En bienestar es mejor muchas iniciativas que unas pocas y cuyo impacto se minimice con el tiempo.

Los departamentos humanos con el tiempo, evolucionarán más allá del control y de la gerencia, hacia los efectos que produzcan tales acciones. De la promoción del bienestar se desarrollarán departamentos de salud y bienestar o de calidad de vida, y no más RRHH, talentos, recursos o gestión de gente.
Las iniciativas podrían ser vistas como proyectos que tendrán incidencia en lo biológico, lo psicológico y lo social como dijimos anteriormente.  Un ejemplo claro de esto es lo que se ha denominado recientemente como, “Compensación Total”, que son las iniciativas de salud, más allá de los pagos monetarios, y asociados a la vida placentera, a los retos y los logros, a la asociación entre amigos, al crecimiento profesional, y a la confluencia y equilibrio entre el trabajo y la familia como un continuo, todo ello generando un sincero sentido de compromiso y fidelidad con la empresa que lo hace genuinamente.

El establecimiento del compromiso en el trabajo, nace desde dos ámbitos, lo perceptivo y lo emocional. Lo perceptivo tiene que ver con lo que las empresas son; sus valores, estrategias, la remuneración, las condiciones del puesto y los recursos con los que cuenta, la conciliación familia-trabajo y la educación.  La experiencia emocional tiene que ver más con el fluir (sensación atemporal de disfrute en lo que se hace), con las emociones, la seguridad y la diversión. Ambas son cruciales para la formación del compromiso y que podemos medir en resultados. (Algunas empresas calculan el ROI de la implantación de un ambiente divertido de trabajo por ejemplo). El compromiso conduce a dos resultados; las metas y el fortalecimiento de los valores organizacionales, y las conductas asociadas. (Tatum,2013)

El coach positivo.
El ámbito salugénico tienen ahora un nuevo miembro que desde hace muchos años realiza labores de acompañar a otros a alcanzar la mejor versión de sí mismos; el coach positivo. Existen varias modalidades de hacer coaching, desde el individual, el organizacional, el de líderes, el ontológico y ahora el coach positivo. En función de lo que hemos dicho hasta ahora, el coach tendrá la responsabilidad de trabajar con la gente, con grupos u organizaciones para trazar juntos el camino para llegar a tener una vida saludable y positiva.  El coach trabaja desde el lenguaje básicamente, pero también con los modelos mentales y los gestos., o sea, lo que es propio del cerebro: pensar, sentir y actuar. Coach tiene significado desde la palabra “carruaje” o mover a alguien de un sitio a otro; y eso es lo que hace, acompañar a otros a cambiar por propia voluntad, y con sus fortalezas, en el logro de metas específicas, alcanzando el potencial máximo al que pueda o quiera llegar. 

El coach no es un psicólogo; es un facilitador de procesos mediante el compromiso. Lo interesante de que las empresas se planteen contar con coachs positivos en sus estructuras organizacionales, (además de promotores del Bienestar), está en que debe ocurrir una transformación organizacional, desde sus bases y valores. Se trata de fundar una cultura basada en el apoyo. (La vida Compartida), (Muradep,2009). Son personas ayudando a otras a crecer y así, crecer como empresa, aumentando la participación, mejorando la satisfacción de los clientes, trabajando juntos, incentivando la generación de equipos de alto desempeño, y promoviendo la gestión del conocimiento mediante el registro de las lecciones aprendidas en salud y bienestar.
La promoción de estos valores fundados en el apoyo, tendrán como soluciones o beneficios, el compromiso en el trabajo, la baja rotación, la fidelidad auténtica, el aumento del talento, el bienestar y la promoción de la felicidad.

El Coaching se basa en la gente como observador de sus propios procesos. En la gerencia moderna, el líder actúa sobre las acciones y le entrega un mayor repertorio de estos para mejorar sus procesos; mientras que el Coachee puede observar sus propios procesos y cambiar los modelos mentales que los originan. Al cambiar modelos mentales, podemos hacer las cosas de diferentes maneras para obtener diferentes resultados. El coach trabaja entonces desde el aprendizaje. Cuando se acompaña a otros en la elaboración de nuevos modelos mentales que originarán un nuevo abanico de acciones, estamos frente al aprendizaje transformacional. (Wolk,2007).  Este tipo de aprendizaje como lo hace el autor con una metáfora, dice que el coach “sopla las brasas” y el fuego se enciende. Cambiar de mapas mentales y paradigmas, nos hace ver nuevas realidades y desde nuevos ángulos.

¿Promotor del bienestar o coach positivo?
Ambos vienen de la filosofía del bienestar. El coach en cierta forma al igual que el promotor, promueve cualidades, reconecta a la gente con su lado más positivo, reconoce las riquezas espirituales en los otros, las promueve como fortalezas para que resuelvan metas, y enseñan que los cambios están en las manos de quién desea cambiar.

El promotor del bienestar conoce a nivel organizacional los factores de cambio y como adaptarse a ellos de una manera positiva, realiza iniciativas de salud y bienestar en forma permanente, y acompaña al nuevo departamento de salud a llegar a ser su mejor versión.

El coach trabaja desde el lenguaje, en personas o grupos y tiene incidencia directa sobre el talento humano en aspectos específicos de lo positivo. El Promotor, es un agente de cambio organizacional, lo acompaña el coach positivo ayudando a transformar la cultura organizacional hacia una cultura de apoyo. La vida compartida es fundamental pues la transformación es de todos y por ende, todos deben contribuir.

Ambos pueden ser uno, pero siempre es bueno que el agente de cambio, (Promotor del Bienestar),  cuente con vectores de cambio, (Coach Positivo)… ese es el mejor modelo a seguir.

Alberto 

Bibliografía
·         Garassini, Ma Elena. (2013). Intervención en la clase de Coaching. Diplomado II en Psicología Positiva. Unimet
·         Tatum, 2013. Experiencia perceptiva y emocional. Recuperado en Octubre 2013. Disponible en http://www.tatum.es/gestion_personas_modelo_EGP.asp
·         Lindner, Alberto (2013). El Promotor del Bienestar. Recuperado en Octubre 2013. Disponible en http://facilitymanager.blogspot.com/2012/07/promotor-del-bienestar-nuevo-cargo.html
·         Muradep, Lidia (2009). Coaching para la transformación personal. Buenos Aires: Granica.
·         Wolk, Leonardo. (2007). Soplando las brasas. BA: Colección Profesional. 8ava Edición, pag. 47.


domingo, septiembre 08, 2013

Re-dibujarse en el trabajo


“YO SIGO LOS PASOS DEL HOMBRE QUE VOY SIENDO”
 (Atribuida al poeta Arturo Uslar Pietri)

Esta frase inicial del escritor venezolano, poeta y novelista Arturo Uslar Pietri, da a entender que el desarrollo de nuestro ser integral, (mente, cuerpo, espíritu y acción), pudiese ir por delante de nuestra comprensión de nosotros mismos. Y puede ser, y ya los filósofos han escrito sobre la dicotomía del hombre en el ser y el estar. También, el filósofo español Ortega y Gasset había escrito que el Yo del hombre está compuesto del yo, más las circunstancias que le toca vivir. Todo indica al parecer, que no somos entes estáticos y que algo va variando en la medida que vamos viviendo, actuando, interactuando, creciendo y estudiando.

Aún más, recientemente con la aparición de la Psicología Positiva, hija de la Psicología Humanista de los 80s, el Dr Martín Seligman ha planteado que la felicidad, (máxima aspiración del hombre según los antiguos), se deba a la interacción de tres factores, (ya hemos escrito de esto anteriormente) y sean, los factores genéticos (en un 50%), las circunstancias, (las de Ortega y Gasset, en un 10%) y la voluntad propia basada en nuestras fortalezas (en un 40%). Como vemos, la vida nos trae al mundo con una porción de oportunidades y amenazas genéticas, que podemos atenuarlas con una vida saludable o con conciencia de sí mismo. Es como un arma percutada; de nosotros depende si se dispara o no. Esto puede variar según nos comportemos con nosotros mismos; la nueva tendencia de la ciencia, la psiconeuroinmunología nos dice que podemos de alguna manera controlar las tendencias y tener una vida más saludable, o por el contrario, a aquellos que fomentan el odio o el estrés, les aparezcan enfermedades, que estaban  latentes.

Las circunstancias también son variables; nosotros decidimos en alguna manera donde trabajar y en qué. Todo se trata de los roles, competencias, habilidades, valores y vocación que tengamos. Es muy fácil escribir esto, y pudiera contradecir con la realidad de algunos países de Europa que cuentan con un índice muy alto de desempleo. Sin embargo, nuevamente, “si seguimos los pasos de quienes vamos siendo” podemos de alguna manera anticipar los cambios circunstanciales y prepararnos para ello. También es costoso prepararse, pero ahora con las posibilidades virtuales o digitales, el hombre/mujer puede prepararse en casi cualquier tema solo con la voluntad, las ganas de hacerlo, el conocimiento de su necesidad, la visión de futuro y una conexión a internet.

El último factor y que ya incluimos también en lo circunstancial, es la voluntad. La voluntad para los psicólogos positivos está asociada a las virtudes universales de las cuales derivan las 24 fortalezas de carácter, que hablamos en pasados post. Las fortalezas son atributos no estáticos, que pueden variar en el tiempo y las usamos según sea nuestra visión del mundo. Es importante conocerlas, sentirlas, percibirlas y usarlas pues nos permiten movernos hacia la obtención de logros, de sentir emociones positivas y hasta poder tener una vida socialmente activa y positiva.

El tema de este post y que está vinculada a la frase de Arturo Uslar Pietri, está en conocer las pequeñas o grandes variaciones en las apetencias, gustos, deseos y vocaciones que tengamos a lo largo y ancho de nuestra vida.
Cuando unos se gradúa, tiene una carrera y con los años, una profesión. Algunos tienen un oficio y disfrutan en ello. Sin embargo las profesiones no generalmente están en sintonía con la vocación ya que esta pudiese haber cambiado y no habernos dado cuenta; es un poco del “Yo integral” de Ortega y Gasset donde el hombre interactúa con sus circunstancias. Las personas pudiesen a lo largo del tiempo, cambiar su razón de ser y lo que considere ser su razón de vida (puede cambiar con la madurez también), lo que pudiera ocasionar que aunque se tenga la profesión deseada, transformada en oficio, sin embargo no se llegue a ser feliz. La felicidad en el trabajo ocurre ciertamente cuando la vocación actual o futura, se cruza con los oficios que se tienen. (Oficio como trabajo en  acción).

Thomas es un profesional del lado de las ciencias. Ha trabajado mucho en proyectos, no tanto en procesos, por lo cual ha sido un profesional emprendedor, de libre ejercicio y no tiene posibilidades de jubilación. Ya en sus 60 años, Thomas sigue estudiando.

“-He cambiado varias veces de carrera, y no he tenido una sola vocación. Sin embargo me doy cuenta que aunque aparezca otra, las otras vocaciones no desaparecen. Todo se convierte en un maravilloso concierto de saberes, sentimientos-pasiones y acciones. El trabajo sin embargo puede o no estar en sintonía con tu vocación actual. Todo se trata de como usas tus fortalezas para llegar a tener metas retadoras y disfrutar en (de) sus logros.

Lo más importante que me ha pasado en la vida, ha sido mi capacidad de ver “hacia adelante” y ver lo que me gustaría estar haciendo en el futuro. He tenido mucha suerte, porque no he esperado a la jubilación para ser feliz; he sido feliz en todo el proceso. ¿Quieres saber a dónde voy en cinco años?, observa lo que estoy haciendo hoy en día. Quizá planificar mi propia vida a mediano plazo haya sido una buena idea. Tengo dos postgrados, tres diplomados y una maestría, hechas a lo largo de mi vida; y me falta aún. Estoy siguiendo los pasos de “quien voy siendo” y actúo en consecuencia. De las tres vidas que habla Seligman, la vida con sentido la desarrollo ayudando a otros a ser felices, la vida placentera y la vida comprometida se desarrollan a la vez y a la par. Esto es lo que os recomiendo hoy”

Las palabras de Thomas son las que inspiran este escrito. A quienes nos toca ser personas de gestión de RRHH, nos debería ocupar este tema. Una actitud correcta de los gerentes, es la que se tenga hacia la comunicación para estar enterado de las tendencias de las personas, sus anhelos, sus gustos y vocaciones. De las conversaciones que se tengan seguro salen muchos temas, pero no hacemos mucho con ello. Ahora  más que nunca, en que la felicidad se puede convertir en un parámetro laboral, se hace más imperioso que los gerentes de RRHH adquieran competencias para detectar, negociar e implementar mejoras en los ambientes de trabajo y colocar el plan de carrera no solo en la dirección de la empresa sino de ambos, el patrono y el trabajador.

Alberto

Lecturas recomendadas, en este blog
Lastres vidas
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Nota: Reinventarse permanentemente, está asociado lo indicado por la Unesco en el aprendizaje permanente. Es así como debe ser ahora. Cada momento aparecen profesiones y carreras nuevas, producto de la revolución tecnológica de la información y el conocimiento. En la transición, debe haber expertos en RRHH que puedan gestionar tales cambios y promuevan la adaptación y el bienestar

Nota2: la foto es mi dibujo, mi dedo y mi lápiz. Dibujar es fuente increíble de emociones positivas.

domingo, junio 24, 2012

Espiritualidad como Fortaleza



Según el cuestionario VIA (Values in Action), de Martin Seligman, (Seligman, 2005), son 6 las virtudes del ser humano, donde se encuentran todas las fortalezas de carácter que nos permiten modelar la voluntad hacia la posibilidad cierta de alcanzar la felicidad plena. La fórmula de la felicidad sin embargo, y apoyado en numerosos estudios nos indican que la relación entre tres factores que la conforman, y son fundamentales; la realidad genética, la circunstancia y nuestra voluntad. Nacemos con una carga genética que nos marca tendencias hacia la vida, con riesgos y herencias familiares; de nosotros depende no percutar (oprimir el gatillo), el arma que las activa. Por otro lado se encuentran las circunstancias, el otro factor del que llegó a hablar el escritor español, Ortega y Gasset cuando indicaba “Yo, soy igual al yo + Mi circunstancia. A veces la podemos cambiar o modificar, a veces no podemos. Ya existen ejemplos de resiliencia, cuando el Dr. Victor Frankl escribe el libro “El hombre en busca de sentido” de cuando estuvo en los campos de concentración en la 2da Guerra Mundial.

Por último, en la Fórmula de la Felicidad observamos a la Voluntad, y como dijimos, dirigida por todas nuestras virtudes y nuestras fortalezas de carácter. Es allí, y con un 50% de impacto, que podemos orientarnos en la búsqueda de la vida plena y saludable. Esta virtud, de la que hoy conversamos es la “Trascendencia”. De esta virtud mayor, se desprenden las fortalezas de carácter; como la Gratitud, el Aprecio a la Belleza, la Esperanza y el Optimismo, el Sentido del Humor, y la Esperanza y la Fe.

Estas dos últimas fortalezas de carácter, la Esperanza y la Fe, pueden ser analizadas desde dos puntos de vista completamente diferentes. Encontramos  la religiosidad y la espiritualidad; es por eso que esta fortaleza se acompaña con la Fe. Ser religioso implica el profesar una creencia, mediante acto de fe, y poder alcanzar relaciones intimas con uno mismo y su creencia. La Espiritualidad por otro lado, està impactada por la visión oriental del mundo donde se incorporan, la relación cuerpo-mente, la respiración y la relajación, el TaiChi y el Qi. Se trata, y no siendo excluyente de la religiosidad, que podamos centrarnos íntimamente con nuestro ser, con nuestra realidad y con el mundo, a través de darnos tiempo para escuchar nuestro sistema funcionando y relacionándose. Los occidentales no somos educados para eso; es un paradigma a superar.

En el trabajo de Carmen Navas, “Espiritualidad y Salud” (Navas,2006), nos explica el significado de la Espiritualidad:

“La búsqueda personal para encontrar respuestas a preguntas esenciales de la vida acerca del significado y relaciones con lo sagrado y trascendente, que puede conducir o no, o surgir del desarrollo de creencias religiosas y la formación de la comunidad”

Existen numerosos estudios científicos que indican una clara correlación entre la Fe-  Espiritualidad, con la posibilidad de curación de enfermos de cáncer, Sida o cualquier otra enfermedad. Durante años se ha pensado solo en la parte orgánica, en la seguridad de que no existe correlación entre lo que se piensa y lo que se padece. Con los años, mas y mas estudios lo confirman y corroboran, y mas universidades de prestigio se avocan a estos estudios, recomendando, la incorporación a grupos de apoyo, que refuercen la espiritualidad- fe, que se define de tres maneras: “significado y propósito, la voluntad de vivir, y la fe en uno, en los demás o en Dios.” (Navas,2006).

La voluntad de vivir, como definición de la Espiritualidad nos permite, trascender a los eventos graves o profundos a los cuales no pueda tocar ser sometidos. Interesante es, comprender si la Espiritualidad y la Resiliencia, mantienen así mismo, una correlación positiva.

La Dra. Navas también nos habla de la PsiconeuroInmunologìa, palabra que aparenta un trabalenguas, pero que expresa la cierta posibilidad científica de la relación entre el cuerpo y la mente. Su estudio, le permitirá al hombre, llegar hasta las raíces de la salud y la vida saludable; o por lo menos, a ser resiliente en la adversidad y superarlo, apareciendo mucho más fortalecido al terminar el evento. A esto se suma el deseo de vivir, la esperanza y la ayuda de los grupos de apoyo. El hombre es un ser social y necesita de respaldo y apoyo en momentos necesarios.

Hace un tiempo, (no mucho), con un dolor abdominal recurrente y rutinario por padecimientos heredados, tuve que tomar una decisión. Sentía que podía existir una posibilidad remota que tal dolor pudiese ser un poco más que una afección recurrente. Era de noche, estaba solo, y ya se me estaba pasando el dolor, con las pastillas. Ante la duda, recé. Pedí claridad, no que yo pudiera estar confundido. Lo acepté. Por último, y como para escuchar a mi cuerpo lo que me estaba diciendo, en vez de acostarme a dormir, hice Taichí. (Chi Kung) Me acordé que lo había aprendido años antes, y que la posibilidad de movilizar la energía me podría ayudar. Respiré profundo, me olvidé del dolor y pude escuchar a mi cuerpo. Decidí entonces, que no debía acostarme a dormir, sino ir directo a la clínica. Eso, pienso, me salvó la vida.

Cuando ya estamos en el umbral de la mal llamada “tercera edad”, se comienza a ver la vida materialista de otra manera, y comenzamos a buscar internamente a nuestras fortalezas de carácter asociadas a la Espiritualidad. Nos damos cuenta, que somos agradecidos (1ª fortaleza del autor), que somos amantes de la belleza, (2da fortaleza), que podemos ser optimistas y esperanzados (8va fortaleza), Espirituales (15/24 puesto), pero que nos falta el desarrollo del Sentido del Humor, (19/24),por ejemplo para afrontar a la vida de frente, alegres y en lo posible, sanos.

El conocimiento de nuestras fortalezas de carácter personales, nos da una posibilidad de enfrentar al mundo y colocar a la voluntad a favor, con aquellas que nos son propias y nos facilitan el trabajo. Todas las empresas deberían tener o contar con programas que tiendan a mejorar la salud de su talento humano; todo esto que he narrado, es una vía. Hay tanto que hacer por el bienestar y la salud en la empresas; ojala nos lo dejen hacer...

Alberto

Fuentes:
Wikipedia (2012) Ortega y Gasset. Recuperado el 24 de Junio. Disponible en

YouTube,(2012). Victor Frakl. Recuperado el 24 de Junio de 2012, disponible en

Wikipedia (2012) Martìn Seligman. Recuperado el 24 de Junio de 2012. Disponible en

Navas C, Villegas H (2006) Espiritualidad y Fe. Universidad de Carabobo: Valencia


 Nota: la foto es una escalera de mi casa, un juego de claros y oscuros, como es la vida. Para algunos baja; para mi, asciende en la espiritualidad.