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jueves, julio 29, 2021

Canal en YOUTUBE de Alberto Lindner

 Buenas,

Si desean me pueden seguir en mi canal personal de YouTube donde he colocado las últimas conversaciones que he tenido en cuanto a la sinergia entre la Psicología Positiva y el Coaching Ontológico.

Los espero




miércoles, marzo 31, 2021

No esperes a tener sed...

 No esperes a tener sed, para tomar agua es un consejo que muchos médicos recomiendan. Sobre todo, que a los de la tercera edad se nos olvida o no le damos importancia. Son 8 vasos de agua al día al menos, para que el agua tenga un efecto saludable y de protección al organismo. A veces pasa que la gente grande se le olvida, y se deshidrata.

Sin embargo esta sencilla y poderosa frase o consejo, va más allá de lo obvio. Si lo haces propio, es posible que le encuentres utilidad en otros aspectos de la vida. Si la usamos como metáfora nos da otra información. Por ejemplo, no esperemos a perder a alguien para decirle lo que sentimos por ellos; lo podemos hacer a tiempo. También, postergamos decisiones en el ámbito laboral que se toman cuando el cuerpo se queja.  Y así, cuando llega la sed, podría ser que ya la requerimos por necesidad. 

Y así, no esperes que te ardan los ojos para pestañear, no esperes a que te suba el azúcar para reducirla, no esperes la llegada del virus, para usar mascarilla. Vivimos en un ser que se comparte en tres piezas; la emoción, el actuar con el lenguaje y el cuerpo.

El cuerpo habla generalmente, habla mucho. Los dolores de espalda por ejemplo, tienen un histórico inmenso de eventos desatendidos. El dolor ya es como la sed.

La vida es un regalo. Vivámosla. Un día a la vez, tomando agua, al menos 8 vasos diarios...

jueves, febrero 20, 2020

Emoalfabetización


Emoalfabetización

Alfabetizar
verbo transitivo
1. Enseñar a una persona, en especial un adulto, a leer y escribir una lengua, normalmente la suya propia.
2. Ordenar cosas (documentos, libros, fichas, etc.) siguiendo el orden de las letras en el alfabeto.
Emociones
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo importante. Wikipedia

La “emoalfabetización” es una reflexión que viene tras analizar la cantidad de emociones que enfrenta una persona en vida cotidiana. La película “Inside Out” de Pixar nos mostró de forma magistral, las cinco emociones básicas que son, la alegría, la tristeza, el desagrado, la rabia y el miedo. Las emociones básicas derivan en una gran cantidad de emociones asociadas que en algunos autores han llegado a describir a mas de 300. Con tal cantidad de emociones, ¿será verdad que podemos reconocer a todas ellas, se requiere un proceso de comprensión o simplemente poder establecer distinciones entre ellas?

En el caso de que no podamos distinguirlas, ¿no deberíamos hacernos cargo de adquirir  información sobre el abanico emocional?

Pues si es si, quizá queramos  establecernos un proceso de alfabetización emocional (Emoalfabetización). Se trata de re-conocer las emociones propias que sentimos y de más aun, poder reconocer en otros, las mismas u otras emociones para que se pueda establecer una conversación sin que medie la disparidad de conceptos o interpretaciones. (Vivimos en mundos interpretativos)

Pablo Fernández de la Universidad de Málaga plantea en un estudio titulado “La Inteligencia Emocional y la educación de las emociones desde el Modelo de Mayer y Salovey”, que el gran reto de las instituciones educativas sea formar de igual manera, en el área académica y en el área emocional. Lo plantea desde un trabajo de investigación de Mayer y Salovey. Fernández, además distingue, basado en Mayer (1995), cuatro habilidades básicas a desarrollar en la educación tradicional y que son:

·         “la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud, (reconocer en si y en otros tal o cual emoción)
·         la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento; (Las emociones son reacciones con lo externo, mientras que los sentimientos se forma a través de hacernos cargo de las emociones)
·         la habilidad para comprender emociones y el conocimiento emocional, (esto es vital l hacernos preguntas acerca de lo que sentimos), y
·         la habilidad para regular las emociones promoviendo un crecimiento emocional e intelectual” (MAYER & SALOVEY, 1997) (Un poco de inteligencia emocional)

Estas habilidades aplican no solo en el ámbito educativo sino que debería ser parte de una “escuela de padres”, donde padre e hijos aprenden a utilizar y comprender del mismo modo, todo el “universo emocional”, y en todos los matices que tiene el ser humano. Las habilidades, por definición, son parte de las competencias que junto a los valores y las actitudes,  desarrollamos para el trabajo, el estudio y la vida. Delors en el año 1996, en Francia y para la Unesco, desarrolló un estudio llamado, “La educación encierra un tesoro” y planteaba que las competencias para la vida eran cuatro, aprender a ser, (Dominio y maestría personal junto a la gestión emocional), aprender a conocer,(lo intelectual).  aprender a hacer, (las habilidades para lograr cosas en la acción) y aprender a convivir, (nada más y nada menos que encontrar además, el sentido de vida que generalmente tiene que ver con otros). El desarrollo del conocimiento en inteligencia emocional ha permitido distinguir que esta sea por las características del cerebro humano, en una profunda relación entre lo interpersonal y lo intrapersonal. Desde allí y en el conocimiento de que “podemos hacernos cargo de los que sentimos” es que plantea la necesidad de generar una educación fundada en valores, por una parte, y en un conocimiento y gestión de las emociones, por la otra.

Rafael Bisquerra, (2011), plantea que el contenido emocional sea visto como una galaxia, donde sus partes constitutivas sean las cinco emociones primarias. De ellas y con todos sus matices se derivan 307 emociones distintas. Las clasifica de acuerdo a la percepción de lo que nos produce y las denota como la “bipolaridad emocional” de lo negativo y lo positivo, haciendo la salvedad, de aquellas que son neutras y que pueden ser duales, mencionando a la sorpresa que puede ser desencadenante de algo positivo o algo negativo, según sea el caso. Explica que las emociones en valor no son ni positivas ni negativas, sino que todas son necesarias; se catalogan según nos produce: placenteras o displacenteras o negativas y positivas).

Aclara Bisquerra, que “hay que dejar claro que todas las emociones son buenas. El problema está en lo que hacemos con las emociones. Cómo las gestionamos determina los efectos que van a tener sobre nuestro bienestar y el de los demás.”

La enseñanza de las distinciones emocionales como parte de una posterior gestión, pudiera empezar como indica Bisquerra, por los mapas de las galaxias: (Algunas de ellas)

·         Miedo, (Con temor, horror, pánico, terror, pavor, desasosiego, susto, fobia, etc. )
·         Ira, (Con rabia, cólera, rencor, odio, furia, indignación, resentimiento, aversión, exasperación, tensión, excitación, agitación, acritud, animadversión, animosidad, irritabilidad, hostilidad, violencia, enojo, celos, envidia, impotencia, desprecio, acritud, animosidad, antipatía, resentimiento, rechazo, recelo, etc.)
·         Tristeza, (Con depresión, frustración, decepción, aflicción, pena, dolor, pesar, desconsuelo, pesimismo, melancolía, autocompasión, soledad, desaliento, desgana, morriña, abatimiento, disgusto, preocupación.)
·         Asco, (Con aversión, repugnancia, rechazo, desprecio.)
·         Alegría, (Con entusiasmo, euforia, excitación, contento, deleite, diversión, placer, estremecimiento, gratificación, satisfacción, capricho, éxtasis, alivio, regocijo, humor. Agregando al amor y a la felicidad como emociones)

Navegar en un universo emocional de varias galaxias y con más de trescientas emociones haría la diferencia, que navegar en el vacío oscuro, que representa la sorpresa de lo desconocido.  Promovamos la alfabetización emocional, ya sino en las escuelas, como plantea la Universidad de Málaga, pero si en nuestros hogares y trabajos.

Referencias estudiadas:

·         Fernández Berrocal, Pablo (2015). La Inteligencia Emocional y la educación de las emociones desde el Modelo de Mayer y Salovey. España: Universidad de Málaga
·         Bisquerra, Rafael (S/F). Viajar al universo de las emociones. Ponencia. Disponible en: www.universodeemociones.com/
·         Bisquerra, R. (Coord.). (2011). Educación emocional. Propuestas para educadores y familias. Bilbao: Desclée de Brower.

lunes, agosto 12, 2019

CIP emocional

CIP es el acrónimo de la frase "Clean in place" (limpiar en el sitio), muy usada en el mundo de la producción y fabricación de alimentos. Se trata de que luego de usar una tubería que transporta fluidos, le hagamos pasar otra sustancia que la limpie, la desinfecte y la deje lista para un nuevo ciclo de uso.

Uno puede trabajar por años en la industria, usar todos estos términos pero llegar a su casa como cualquier persona que hace las mismas cosas, cada día. Sin embargo el CIP lo aprendí en la empresa cervecera local a la cual he ayudado en varias ocasiones, y últimamente en la elaboración de manuales, para atender y cumplir las normas internacionales y  las BPM; las buenas prácticas de manufactura.

La industria cervecera es bien compleja ya que conduce bebidas que son objeto que quedarse en codos o válvulas, por eso hay que limpiar muy bien. Esa información ha sido muy útil en mi vida cotidiana, ya que ahora entiendo que las instalaciones se ensucian o contaminan. ¿Dónde yo hago CIP en forma cotidiana?, pues primero en los calentadores de agua que tienen menos uso y también en las cafeteras eléctricas. Siempre, antes de colar, hago una pasada con solo agua, para que quede apta. Cuando era niño, mi madre con cierta recurrencia, nos hacía CIP en las vias digestivas, para limpiarlas de parásitos y otros bichos.

También, lo podemos aplicar en nosotros mismos. Así que como con el FIFO, nos hacemos cargo de no acumular emociones negativas, con el CIP desarrollamos una conciencia que nos permite mantenernos conectados al bienestar. Dice la investigadora en Psicología Positiva, Barbara Fredickson, que es buena práctica, llegar a la casa y conscientemente hacer una revisión de lo vivido durante el día. Según sus investigaciones, nosotros necesitamos sentir tres emociones placenteras por cada displacentera o negativa. El CIP emocional sería en este caso, limpiar, como dice el PNL,(programación neuro lingüística)  "la columna derecha" del cerebro donde guardamos los resentimientos, entre otras emociones. Si nos acostumbramos a "vaciar", los sentimientos, probablemente nos acerquemos a un bienestar duradero.

Limpiarnos de emociones negativas también puede ser, que conscientemente dejemos fluir aquellas que nos conectan con la esperanza. He visto que desde la psicología positiva sean, el amor, el humor y la gratitud. Desde ellas, en su ambivalencia  como fortalezas de carácter y como emociones positivas, es que podemos de forma consciente, realizar la conexión tan necesaria para poder hacer el tránsito de la noche hasta un nuevo día.

Alberto

lunes, mayo 06, 2019

Moverse en círculos



Tal como somos, actuamos, y tal como actuamos, somos. Ese es un postulado de la ontología del lenguaje. Eso implica movimiento, que se logra a través del actuar. Ahora bien, puede ser cualquier actuar o puede ser un actuar deliberado, constante  y consciente que nos hace obtener los resultados esperados y así, el ser del que queremos llegar a ser. Es así como es el  ser, se puede cambiar a través de los movimientos voluntarios del “estar”. Ambos, ser y estar, han sido las parejas de la mirada ontológica desde el comienzo de la historia. Los antiguos lo planteaban como una realidad o una verdad metafísica, pero la verdad es que con esos elementos,  es que podemos construir nuevas entidades, formadas  con tesón, interés, esmero, estudio y aprendizaje. Se trata quizá de revolucionar, aunque parezca que llegar nuevamente al punto de partida asemeje que perdimos el tiempo. No es así, regresamos diferentes, regresamos reconocidos y mayormente, aceptados.

Para movernos y revolucionar, necesitamos herramientas. Desde la psicología positiva y sus nuevos postulados  para alcanzar el bienestar duradero, es que necesitemos las virtudes que han derivado en 24 fortalezas. En los test de búsqueda de nuestras fortalezas, las encontramos ordenadas de la de mayor uso a la de menor uso. Nos fijamos en las 24, y con ellas decimos como vamos a alcanzar la mejor versión de nosotros mismos, sin parar en observar mucho, en las virtudes capitales que nos constituyen, o en aquellas fortalezas que con menos frecuencia usamos. Pero, ¿qué tal si esas fortalezas, las alejadas de las más usadas, no las reconozcamos ni tengamos distinciones para nombrarlas o reconocerlas como personas?. Siendo así, ¿son objeto de poder ubicarse distinto en algún momento?

El interés del presente ensayo es solamente el evidenciar la falta de conocimientos que tenemos de nuestras 24 fortalezas de carácter, cuando mayormente distinguimos quizá solo aquellas que tienen que ver más con la resiliencia, el trascender en el perdón auténtico, o el desarrollo de la gratitud, que nos acerca a la auténtica felicidad. Mi propuesta se orienta a que ese movimiento que vamos a emprender, a esa revolución interna, a ese viaje, se consolide el aprendizaje de todas y cada una de nuestras fortalezas de carácter, ahora vistas como super poderes que nos permiten acometer algún trabajo, labor o proyecto específico.

Conocer el mundo de posibilidades de poderes de cambio, nos va a permitir al terminar la revolución, a tomar decisiones que serán acciones que van a modificar al ser, porque tal como actuamos, somos. Se trata de ser diseñadores de nosotros mismos, en forma deliberada y permanente. A veces, no se trata de resultados inmediatos; se trata de generar el hábito que nos conduce a la maestría en el uso del super poder. De allí, ya no seremos los mismos, aunque dejemos de usar un poder determinado, cuando las circunstancias, los anhelos, las añoranzas o las necesidades ya hayan cambiando y sintamos el deseo de ser distintos, al demandar cambios. Distintos, a veces no significa ser mejores, sino contar con nuevas herramientas que nos permitan atender las nuevas condiciones de vida.

El manejo de las emociones positivas también requiere del uso de ciertas fortalezas que quizá no se encuentren en nuestro repertorio. Eso es la maravilla de esto que nos pasa; no somos estáticos aunque nuestra personalidad original prevalezca, la cual en el entendido de la creación del habito, podamos trascenderla y ser personas distintas. Con el tiempo, con el amor y el uso, quizá  podamos ser las personas que anhelamos ser, aquellas que siendo parecidas, hayan crecido en el conocimiento de la potencialidad que nos da el uso de todas las fortalezas de carácter. Una forma de empezar, es conocer cada una de ellas y dedicarle un tiempo generoso a su uso y desarrollo. Somos súper héroes, la vida nos ha dado súper poderes, ahora depende en invocar a la que nos haga falta  en el maravilloso proceso del bienestar y al final, de ser feliz, auténticamente feliz.
Alberto

martes, enero 22, 2019

Fortalezas de un influenciador social en las empresas


Las cosas han cambiado. Solo basta ver las señas para darse cuenta. Los consultores tenemos la necesidad de ver las señas, so pena de quedarnos desactualizados y hablar de temas y entornos que no son entendidos, o quizá suenen pasados de moda. Los consultores artesanos, aquellos que trabajamos junto a la gente, aportando nuestra experiencia, sumando a la de otros,  quizá tengamos mejores oportunidades, pues en la ayuda, ocurre la transferencia bidireccional; donde el consultor desde la humildad, siempre aprende de los demás.

Hoy en día, y quizá por algún tiempo, observamos a los influenciadores, aquellos que sin mayor despliegue tecnológico y sin soberbia, muestran lo que saben, con sus propias palabras y con la honestidad de quién lo hace porque lo quiere hacer. La gente los sigue, acompaña y aprenden juntos. Se reconoce la humildad, la cercanía, el desapego, la entrega, la confianza, y el afecto. Ahora hay doctores en física que hablan desde sus casas, sus cuartos, o desde los parques donde caminan; muestran donde comen y lo que comen, y se crean lazos fuertes entre el que genera contenido y el que lo consume. Es un tejido de red-laciones en el que se comparten momentos, conocimientos, y humanidad.

Este tema seguramente haya sido analizado y estudiado por los expertos, más profundamente y quizá ya hayan estudios superiores para formar a influenciadores, que en alguna proporción, llegan a vivir de los clientes que los llaman; aquellos que llegan a saturar con información sin contenido. En otra proporción, están los que influencian sin pedir nada.  Este escrito se trata de aquellos que siendo famosos, comparten su vida con sus seguidores formando vínculos entre ellos y sus redes. Desde la mirada compuesta entre la ontología del lenguaje y las fortalezas de carácter de la psicología positiva, es que trataré de interpretar lo que observo en la gente que sigo. Este análisis lo hago también, en función de comprender por qué lo hacen, su propósito final, o de vida, o conocer si esa competencia o fortaleza la podemos desarrollar los que ya entramos en la tercera edad, y sin que nuestros posibles seguidores sean exclusivos de esa edad e incluyan millennials y Zs. Todo esto, trasladable siempre a la gestión de personas en las empresas.

Pero, ¿cómo lograr adquirir las competencias necesarias para ser un buen comunicador sin importar la edad, y que el mensaje pueda llegar a todas las audiencias?

La siguiente descripción se basa en las fortalezas de carácter que hizo el Dr. Martin Seligman desde los postulados de la psicología positiva y en la observación de varios casos de influenciadores emblemáticos que han tenido o tienen significado en mi vida:

  • ·         Coach de plenitud de vida. España
  • ·         Dr. en Física. Youtuber. España
  • ·         Periodista. Venezuela
  • ·         Músico. Colombia
  • ·         Emprendedor. Venezolano-Francés


En todos los casos, se presenta la cercanía a la gente; cualquiera pudiera pensar que está a su alcance y de hecho, casi todos contestan las preguntas que les hacen; son genuinos y auténticos en lo que dicen y hacen, generalmente mantienen una causa que se alinea a un propósito de vida definido. Uno de ellos aclara que la comunicación es parte de su sentido de vida. Gustan de los animales y hacen causa en la protección de los necesitados; también hacen causa con las necesidades de la gente con problemas de salud.

Todos se muestran como personas normales, que salen a comer, se divierten, bailan, se ríen y descansan. En cierta forma su vida cotidiana se muestra como parte de su propio propósito de vida. Los influenciadores no ocultan lo que les pasa; lo muestran y muestran el proceso como enfrentarlo. También son generadores de contenido de diferentes formas, desde música hasta nociones de física cuántica. Manejan el humor como parte de una comunicación fluida que asemeja a una conversación con la audiencia. De hecho, transmiten en mayor cantidad en “vivo” y desde allí, saludan las preguntas, a los países y a las personas.

Estos facilitadores que sigo que son X,Y y Z, leen con frecuencia y comparten sus aprendizajes de cualquier tipo.  En los casos mencionados 3/5 han escrito libros, y comparten su contenido. La gente interpreta que no lo hacen para vendérselos, sino por el contrario, generan en la audiencia un deseo de poder contar con un ejemplar físico, firmado por ellos.

Las fortalezas de un influenciador serían más o menos:

·         Humildad. Prefiere escuchar a los demás y aprender de ellos. No trata de ser reconocido per se, sino que ello ocurre por reconocimiento. Sabe reconocer sus errores y trata de ser ejemplo de ello cuando se equivoca. Reconoce a su ego protector, lo recibe con humildad cuando aparece y habla desde lo que va construyendo, no desde todo lo que sabe

·         Humor. El humor sin dudas en la contraparte del amor. Amor y humor, dicen que es la clave para las red-laciones sociales. La fortaleza del humor les permite reírse de sí mismo, mantener la atención, y estar permanentemente en un estado de bienestar integral. El humor aparece en el conocimiento de sí mismo y es ejemplarizante para los seguidores. El humor como fortaleza permite que la audiencia se conecte con emociones positivas expansivas como la diversión y la alegría

·         Amabilidad. Se disfruta ayudando a otros y enseñando lo que sabe que piensa puede ser útil a los demás. La gente lo quiere por lo que es, no por el personaje que pudiera estar representando. Generalmente son originales en lo que dicen y hacen y se les reconoce como consistentes

·         Honestidad. Se vive de forma genuina y auténtica. No se pretende ser otra cosa de lo que se es. Reconoce sus sentimientos y actúa en consecuencia
·         Perseverancia. No desfallece, avanza. Es coherente en los otros aspectos de su vida. Continua a pesar de la adversidad; es resiliente

·         Gratitud. Se vive intensamente y en un acto de agradecimiento permanente. Sabe ser agradecido de las cosas que obtiene de la vida y desde allí construyen lo que entregan a otros. Los seres agradecidos son seres en expansión que logran metas e inspiran

Es interesante seguir las tendencias, ya que a veces cambian.  Sin embargo la importancia que adquieren los influenciadores en los grupos de interés, cada vez son más notorias. Puede ser que cada día, más personas se arriesguen a mostrarse en las redes tal cual son y desde allí construir un discurso y generar conocimiento y contenido. Por otra parte, es interesante aprender de esta nueva comunicación, para llevarla al entorno laboral. Un influenciador en las redes internas, puede servir de faro, modelo o paradigma en una empresa y tener una importancia fundamental en la difusión de valores corporativos, ya no solo por ser parte de lo que se hace, sino por convicción. En tales casos, pudiéramos decir que los valores se contagian, no solo se difunden, al igual lo hacen las emociones positivas .

Alberto



miércoles, octubre 31, 2018

La no “inocencia” del coaching de competencias


Existen actualmente muchos tipos de coaching. De hecho, somos practicantes de una nueva corriente que se forma, al tener conocimientos en psicología positiva y en coaching ontológico. También encontramos coaching PNL basado en la programación neurolingüística, el coaching ejecutivo, el organizacional y el de competencias, entre otros. Este último está supuesto al acompañamiento de otras personas, con el objetivo de ayudar a que se den cuenta de sus limitaciones en su forma de actuar, para que puedan hacer las cosas de una forma diferente. En todos los tipos de coaching, que es el acompañamiento a otras personas a que superen los obstáculos que los limitan, se consiguen fundamentos de la ontología del lenguaje de Rafael Echeverría.

El libro de Echeverría, nos muestra los distintos tipos de actos lingüísticos y su correcto uso, que al final nos hace ser mejores escuchadores, observadores y poder tener mejores conversaciones. También nos muestra tres postulados de la ontología del lenguaje y tres principios, que son,

·         Los seres humanos somos los únicos animales lingüísticos
·         El lenguaje es generativo (del ser)
·         Los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él.

Del segundo postulado que indica que el lenguaje es generativo encontramos los siguientes principios;

·         No solo actuamos de acuerdo a como somos, sino que somos de acuerdo a como actuamos
·         Las acción genera ser y uno deviene de acuerdo a lo que hace

Siendo así, nuestras escuelas nos han mostrado según el modelo del propio Echeverría, (Modelo OSAR), que tenemos dos tipos de aprendizajes; uno de competencias o de 1er orden y uno de 2do orden o transformacional. El segundo está supuesto a ocurrir cuando en una sesión de coaching, el asistido se dé cuenta de algo profundo que lo limita y pase de tener una “incompetencia inconsciente” sobre algún tema, a ser “incompetente consciente”. Que se haya dado cuenta de lo que le pasa no garantiza que hayan cambios profundos, ya que debe “hacerse cargo”. Y el hacerse cargo de lo que le pasa no es más que hacer acciones nuevas que generen ser, parecidos a las del 1er orden.

El modelo OSAR de Echeverría, nos habla de un observador en un sistema, que actúa, obtiene resultados y así, aprendizajes. Como dijimos, los aprendizajes pueden modificar nuestra forma de actuar, o más profundo, en la manera en que solemos ser con respecto a un aspecto de la vida. Quizá sea por eso que ahora las sesiones de coaching sean mucho mas de una; se requiere el compromiso de quién cambia, el hacerse cargo y ser una mejor versión de sí mismo, como enuncia la Psicología Positiva.

Cuando dijimos al principio que el coaching de competencias no es inocente, es porque el asistido en su “hacerse cargo” de forma continua, voluntaria y consciente, realiza acciones que le permitan obtener mejores o distintos resultados. Pero el postulado de la ontología del lenguaje  y sus principios, indican que la acción genera ser. No es inocente; quizá más lento, pero un coaching de competencias no deja de ser poderoso con respecto a la transformación directa del ser, ya que es continua y voluntaria, y en el mismo devenir de lo que somos en las nuevas acciones, entremos en un ciclo positivo, expansivo y generativo, que contribuye en la creación consciente de la mejor versión de cada quién. Mucho más profundo y permanente que pretender cambiar a las personas, solo a través del “darse cuenta de lo que le pasa o limita”, aunque en el cierre de la sesión se le pregunte a que se compromete hacer. En la ausencia del seguimiento apropiado, las personas pueden decidir voluntariamente no querer cambiar.

En el maravilloso mundo que se genera en la sinergia entre la psicología positiva y la ontología del lenguaje a través del coaching de fortalezas, es que se pueden diseñar acciones que generen ser, tal y como lo plantea el segundo postulado de Echeverría. El ser deviene de la acción o más aun, como diría Gladwell, cuando explica cómo se alcanza la maestría, en 10.000 horas de acciones deliberadas, conscientes y permanentes. El coaching de fortalezas visto como una competencia nueva que podemos hacernos a nosotros mismos, viene a constituir un maravilloso camino de cambios programados que pueden ser medidos en cualquier momento a través de los test de la psicología positiva y en relación a las circunstancias en que vivamos, el tipo de trabajo y aún más con quién nos toque realizarlo. El auto coaching de fortalezas nos muestra el poder que tiene el lenguaje y las distintas formas de generar acciones positivas en nuestras vidas, que generen seres más luminosos y dueños de su propio destino.

Alberto Lindner

Literatura:
·         Echeverría, Rafael. (2004). La Ontología del Lenguaje. Chile: Saez Editor
·         Gladwell, Malcom, (2009). Fuera de serie (Outliers). Editorial L,B & co

lunes, agosto 13, 2018

El tipo de observador que soy (o que voy siendo)


Decir,  que   “interpretamos el mundo desde el observador que soy” es una expresión muy común en los que nos educamos en coaching ontológico. Se basa en un modelo desarrollado por Rafael Echeverría quien desde la ontología del leguaje, estructuró el modelo OSAR, cuyas siglas son el acrónimo de Observador, Sistema, Acción y Resultado.  Todo observador desde donde es, acciona de una manera determinada y así, es su resultado. De allí se deriva que si uno hace siempre lo mismo, obtiene siempre los mismos resultados.

Entonces, ¿cómo se puede cambiar eso?

Pues el mismo modelo contempla dos re alimentaciones; una que va de resultados a la acción, con lo que tenemos aprendizajes de desempeño y otra cuando la re alimentación va al “observador”, llamándolo aprendizaje transformacional, pues se supone que cambia nuestra mirada de las cosas, por lo que pudiéramos decir que cambia el “ser”.

Ser, entonces, deriva en acción, pero también las acciones derivan en ser, por lo que se dice que el lenguaje tenga un poder transformacional. Eso es un postulado poderoso de la ontología del lenguaje.  No solo basta “darse cuenta” de lo que nos pasa, pues el cerebro cuenta con mecanismos especiales que nos mantienen en nuestra zona de confort, sino se trata de hacer un cambio profundo y definitivo. Por eso es que solo las sesiones de coaching no sean suficientes para cambiar; hacen falta acciones deliberadas y permanentes hasta que logremos el hábito y podamos comenzar desde un nuevo ser, o lo que hemos llamado como “estar siendo”, que es lo que somos en un momento determinado, y como diría Ortega y Gasset, en unas circunstancias especiales.

Darse cuenta, como hemos dicho, no llega a ser suficiente. Hace falta comprometerse a cambios profundos. Es posible que el coach logre que vea lo que lo limita, y al compromiso del asistido, pero el plan debe nacer de las necesidades propias del cambio, desde el propio conocimiento de sí mismo que tenga quien desea cambiar. Que se nos caiga la venda de los ojos de la cara no quiere decir que comprendamos lo nuevo que estamos observando. Quizá sea un mundo nuevo, algo desconocido. Necesitamos interactuar, visualizar a dónde queremos ir; los caminos irán apareciendo en el camino mismo. La ontología del lenguaje desde mi mirada, quizá sea la mejor manera de explorar, indagar y descubrir  el proceso de transformación, pero no suficiente. Desde la psicología positiva de Seligman podemos tener herramientas que nos permitan contar con herramientas, valores, fortalezas, y conocimientos, para que de forma deliberada y permanente, vayamos haciendo caminos. Las fortalezas de carácter de la psicología positiva nos permite conocer cuáles son las más utilizadas en el devenir del día a día de quienes somos;  no necesariamente para el que queremos ser. Lo que sucede entre el coaching ontológico lo hemos llamado sinergia, pues trabajan juntas.

Como ya dijimos, la acción deliberada y permanente construye ser y desde allí, poder realizar nuevas acciones desconocidas que nos permite llegar a ser, nuevamente. De este ciclo maravilloso, creador y expansivo, es que la psicología positiva ha llamado “el alcanzar la mejor versión de sí mismo”, versión que no es aquella que está oculta y la destapamos, sino que la construimos en cada acción de bienestar con la que nos conectamos. Seligman utiliza el acrónimo PERMA para indicar los 5 elementos de una vida plena y de bienestar. Nace de la observación y la investigación profunda en las correlaciones entre causa y efecto. Se trata de disfrutar la vida a través del uso de las emociones placenteras y positivas,  y la comprensión de las displacenteras, se trata de vivir una vida en sintonía con nuestros retos y además conectarnos en el bienestar cuando lo hacemos, se trata de una vida social, de ayuda, de familia y redes de apoyo y por último, se trata de una vida de propósito con la vida.

Cuando pensamos en la mejor versión de nosotros mismos, pensamos en el tipo de persona que deseamos alcanzar; se trata de tomas acciones, de hacerse cargo del cambio y de escoger el tipo de acciones que debemos emprender. Si para ser resiliente en el trabajo que se quiere tener, se debe desarrollar entre otras fortalezas, el agradecimiento y el sentido del humor, entonces se deben hacer las preguntas correctas:

¿Qué debo hacer para desarrollar el humor?
¿Qué es el humor para mí y qué es el humor en el medio donde voy a estar?

Allí, en esa ruta, cambiamos la percepción de las cosas y nos vamos convirtiendo en un nuevo observador, ya que emprendemos proyectos completos y complejos, a veces de larga data. Es por eso que no sea tan correcto decir, “el tipo de observador que se es”, sino “el tipo de observador que uno está siendo” en un momento determinado.

Amigo lector, como ya dije en un post pasado, si quieres cambiar el tipo de observador que eres, estudia fotografía digital. Vas a reconocer palabras que desde la metáfora le dan sentido a la acción del coaching; luces, sombras, colores, encuadres, re encuadres, movimiento, sentido, emociones, pasiones. Pensar como un tipo de observador que somos o que pensamos ser, tienen un riesgo: puede ser que con el pasar del tiempo ya el observador que pensamos ser, no se parezca al que realmente somos en ese momento. Se trata del devenir de la vida, Desde esa noción es que podemos construir la mejor versión de nosotros mismos, y que en realidad, en la mirada del observador, nunca será una película, sino solamente una foto instantánea.

Alberto
PD: la foto la tomé yo

domingo, julio 30, 2017

El aburrimiento en el trabajo

Aburrimiento
nombre masculino
1.    1.
Sensación de fastidio provocada por la falta de diversión o de interés por algo.
"no te quedes ahí parado, haz algo para vencer el aburrimiento; don Ricardo había tenido una novia, hasta hace poco tiempo, a la que dejó por cansancio y por aburrimiento"
sinónimos:
tedio
2.    2.
Cosa o persona aburridas.
"es un aburrimiento tener que esperar tanto rato; ¡qué aburrimiento de película!" Fuente: google.co.ve

Yo no tengo la distinción de la palabra “aburrimiento”. Nunca he estado aburrido, quizá sea por alguna de las fortalezas de carácter que menciona la psicología positiva del Dr. Seligman, como son la creatividad, la curiosidad, la diversión, el interés y el aprecio a la naturaleza. De niño creaba mundos para mí y para mis sobrinos más pequeños, viajando en máquinas del tiempo y viviendo las más increíbles aventuras. Para ello, solo se requería un armario o closet, unas sábanas, algunos cajones de cartón y marcadores de colores. Algunos de ellos, aun hoy lo recuerdan. Y han pasado más de 40 años. Muchos piensan que el aburrimiento es cosa de niños, pero no es así.

Cuando se es coach, y en una sesión con un asistido, pueda que se trate del aburrimiento en el trabajo, como tema central. El coach sin esas “distinciones” (saber lo que es o al menos estar de acuerdo en lo que es junto con el otro), deberá decidir si lo que se requiere es adquirir competencias para ser proactivo en el trabajo, o por otro lado, decidir si se requiere una mirada más interna y personal, hacia las razones por las que no se puede conectar con su trabajo, quizá fundado ahora si, en un aburrimiento así mismo, fundado en los juegos de la infancia o de la juventud. El coach pudiera pensar que el aburrimiento sea una condición consecuente y observable en todos los dominios de su vida, (trabajo, familia, pareja, amor, etc), y en todas las etapas vividas en su vida hasta ahora. Es una decisión conjunta entre el coach y el asistido.

También se pudiera desarrollar una “mirada” desde la “Indagación apreciativa” de Cooperrider, donde el coach indaga en su historia momentos anteriores vividos en situaciones similares e indagar como salió de la situación y con qué fortalezas. Entonces se indaga si se usan actualmente esas fortalezas y cómo haría para usarlas y salir airoso. Esta mirada apreciativa se funda en un mundo de posibilidades y que también trabaja con la estructura misma del ser y con la mirada de lo posible. Leonardo Wolk, en su maravilloso trabajo, “el arte de soplar las brazas” construye con una metáfora, el proceso del que hablo. Dice que cuando niños tenemos un “fuego” interior que con los años se va apagando. El coach lo ve, y siendo fuego, lo trata de avivar junto con el asistido. Volver al arder, se trata de descubrir las fortalezas, crecer y seguir fortalecido. Son maravillosos procesos que acompaña un coach, a sus asistidos.

El aburrimiento según Google es, la “sensación de fastidio provocada por la falta de diversión o de interés por algo.”  De esta expresión podemos deducir algunas cosas; el fastidio es un juicio que nos formamos, basado en algunas afirmaciones incorrectas que tenemos. Es un juicio al fin y como juicio, puede ser desfundado, cambiado o desvalorado. También podemos apreciar los juicios si nos ayudan a avanzar o si los consideramos adecuados en nuestra vida. Los juicios son importantes ya que nos constituyen como personas y forman parte de nuestro ser. Es a través de los juicios que emitimos o que emiten los asistidos, que podemos detectar la estructura de coherencia con la que actuamos. Los juicios se encuentran en el ser; detrás de una acción existen juicios que constituyen a las personas.

El otro aspecto de la expresión, son las fortalezas de carácter ausentes que generan el juicio: “falta de diversión y el interés”. Según la psicología positiva son rasgos de la personalidad desde nuestras fortalezas que nos permitiría no estar aburridos. Ya lo decía al inicio cuando les contaba que no tenía la distinción del aburrimiento.

El Psicólogo Jonathan García en su ensayo “Síndrome Boreout: aburrimiento en el trabajo” nos muestra que el aburrimiento en el trabajo es un extremo de un continuo donde la otra punta se encuentra el “burnout”, es decir, la gente que se “quema” por mucha presión o estrés. En el medio, debemos estar la gente de a pié, los que cumplimos con el trabajo, los motivados, los proactivos, los creadores. La gente “quemada” pudiera estar sobre motivada y aceptar mayores retos para los que está preparado. Pero el “burnout” es otra historia; hoy conversamos de los aburridos. Solo quería mostrar que a veces debemos ver la película completa y entender los extremos. La gente aburrida en el trabajo, dijimos entonces, es aquella que carece de diversión y de interés.

¿Cómo podemos desarrollar estas emociones de diversión y fortalezas del interés?

Muchos podrán decir que no se puede. La verdad es que depende de lo que queramos lograr. En mi caso personalísimo, tenía según el resultado del test VIA al humor como fortaleza de caracter en la posición 22 de 24 posiciones. Necesitaba para lo que estoy haciendo, desarrollar tal fortaleza para poder estar conectado con lo que pasa, con lo que dice el otro y además con la creatividad, la originalidad y el aprecio a la belleza, que me son propias. Luego de trabajar en forma “deliberada y constante” en este tema, logré ubicar la fortaleza del humor en el puesto 12. A partir de allí, desarrollé competencias en “stand up comedy” y “Clown” (payaso). Hoy tengo una mirada especial acerca del humor y según el test VIA, la uso en la sexta posición.

¿Con la diversión y el interés es igual?

Tomemos de las dos, a la emoción de la diversión. Un coach analizaría si no se divierte nunca en ningún ámbito de su vida; de allí la vía es otra. Si solo ocurre en el trabajo, quiere decir que tenemos la fortaleza que la produce, por lo que deberíamos ver la razón por la que no alcanzamos la diversión, haciendo lo que nos gusta. ¿O es que no nos gusta?. En el artículo del Psicólogo García se exploran las causas y la consecuencia del “boreout”. Yo quiero tratar brevemente sobre lo que si podemos hacer las personas para superarlo. Recordemos que el aburrimiento es un juicio que está asociado a afirmaciones, declaraciones y emociones. Las preguntas que me debería hacer son:

¿En qué se diferencia de mi, lo que estoy haciendo?
¿Qué sensaciones me produce lo que hago?, ¿Cómo pudiera ser distinto?
¿Qué personas de mi trabajo me hacen sentir bien? O por el contrario, ¿Cuáles me hacen sentir mal?
¿En qué labores me siento pleno?, ¿De lo que hago, todo me aburre o hay cosas que no?
¿Si hay cosas que no me aburren, a que factores se debe?, ¿Con qué cosas me conecta lo que si hago a gusto?
¿Puedo rescatar algo de lo que hago bien, y usarlo en lo que no me gusta?
¿Será posible que lo que me aburre se pueda convertir en un reto para mí y sentirme motivado?
¿Me divierto con la gente con la que trabajo?
¿Me ven como una persona divertida?
¿Qué cosas he realizado últimamente para divertirme?. ¿He ido al cine, he jugado, trotado, he estado en reuniones o festejos?
¿A qué me comprometo para divertirme más, al menos en mi vida personal?

En cuanto a la fortaleza del interés, podemos decir que se desarrolla en acciones deliberadas y permanentes, indagando y por sobre todo, observando. Desarrollar el poder del observar y del escuchar a otros, nos permite seguramente desarrollar el llegar a interesarse por las cosas, por los trabajos, las acciones o la vida en general.

Convivir con el juicio del aburrimiento quizá llegue a ser una decisión personal. Como es una decisión, podemos decidir otras cosas. Quizá contestar las preguntas anteriores en todo o en parte, ayude. Quizá nos falte la pregunta “maestra”, aquella que abre las puertas de la claridad. Estar consciente de lo que nos limita o al menos de lo que sentimos, puede hacer la diferencia para alcanzar cambios en las acciones y así, obtener resultados diferentes. Obteniendo otros resultados, iremos avanzando en la propia construcción de ser una persona diferente, más acorde con lo que internamente, quisiéramos llegar a ser. Es posible, sin dudas.

Referencias:
·         Cooperrider y Subirana. (2017). Indagación apreciativa. Referencia en Wikipedia. Dispopnible en, https://es.wikipedia.org/wiki/Indagaci%C3%B3n_apreciativa
·         García,Jonathan, (2017). “Síndrome Boreout: el aburrimiento en el trabajo”. Disponible en,  https://psicologiaymente.net/organizaciones/boreout-aburrimiento-trabajo#!  Recuperado en julio 2017
·         VIA, Test. (2017)  “Valus in Action”. Psicología Positiva . Disponible en, https://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/es/testcenter

·         Wolk, Leonardo.(2007),  “El arte de soplar las brazas”  Buenos Aires: Gran Aldea Editores. Disponible en, http://escuelainternacionaldecoaching.com/downloads/MATERIAL/Coaching%20-%20El%20Arte%20de%20Soplar%20Brasas.pdf  Recuperado en Julio 2017

FFoto. Es propia, la tome en julio 2017. Se trata de lo que uno ve en las cosas a las 5 de la tarde cuando cae el sol. Quizá el solo observar la realidad nos haga desarrollar el interés, siendo divertido. Así al caminar, nunca estaremos aburridos.