2013 apunta ser un año ecléctico . El eclecticismo para la arquitectura obtiene su fuerza en la mezcla de estilos antiguos, una suerte de collage de clásicos, mientras que la revolución industrial ya estaba en auge y eran los ingenieros civiles los que estaban liderando la revolución industrial hacia finales del siglo 18.
El eclecticismo abarcó todos los ámbitos de la cultura y la escritura incluida. Este post, el primero del 2013 ha quedado ecléctico; comenzó con un mensaje y escribiendo además de algo que no conozco bien, (de que carà hablas?), traté de enmendar en el medio, y terminé escribiendo en lo que realmente creo. Y es que a veces se me olvida que en parte, un blog es una bitácora de quién escribe y no de quien está dirigida. Escribir es un poco como despojarse de algo, hacer las “pases” con uno mismo, y que luego el lector asuma que hacer con lo que le fue entregado.
Lo he dejado tal cual, me perdonan mis tres lectores..
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No todas las empresas nacieron para ser líderes. Generalmente son una o dos las que llevan el liderato. Y son líderes porque son probablemente empresas pioneras de paradigmas, es decir, innovadoras, creadoras y progresistas. El resto de las empresas, siguen al líder e innovan en otras áreas del mercado no satisfechas o menos apetecidas por los más grandes.
Los visionarios, los innovadores se encuentran entonces en las grandes empresas; se reconocen porque no hacen estudios de mercado, sino que “crean” el mercado; crean las necesidades o atienden necesidades nuevas, producto del desarrollo de nuevas tecnologías. Es lo más sorprendente de la revolución de la información y la comunicación.
En las empresas líderes, el visionario debería ser el CEO o el gerente general, que es el que estructura las estrategias corporativas a mediano y largo plazo; pero en las empresas en general, la alta gerencia se esfuerza por ser más eficiente, más rentable y tratar de crecer en el sector al que atiende. Ahora bien, ¿qué pasa si en una empresa que sigue al líder, aparece un visionario? ¿Qué debe hacer la alta gerencia si no se encuentra en su estructura?
Los visionarios por lo general son personas innovadoras, promotores del pensamiento creativo y pioneros de nuevas ideas y formatos. Son felices en áreas donde pueden opinar o trabajar con el lado creativo del cerebro, son mas de reflexión y conceptualización, que de planificación y de acción. Son intuitivos, emotivos y se actualizan permanentemente en las áreas que saben se va a desarrollar. Interpretan las tendencias de los gustos y están atentos a los cambios, a las necesidades y a los requerimientos de los clientes en general. No les gusta tanto lo específico, sino lo genérico. Casi siempre son mal interpretados porque sus opiniones se adelantan en el tiempo. Sus propuestas muchas veces no son factibles de ejecutar en un momento determinado ya que requeriría tecnología que está en proceso de desarrollo. Son ideales para acompañar a un CEO en una empresa innovadora y pionera, las que hacen los cambios. Es muy probable que estas empresas se hagan acompañar de los “incomprendidos” y este, en un lenguaje conocido y en un pensamiento compartido, logra traducirlo y llevarlo al mercado.
Volvemos entonces a la pregunta original, ¿Qué hacen las empresas con sus visionarios? Muy probablemente puedan ocurrir al menos tres opciones:
a. ante la incomprensión de la empresa, se ve relegado, apartado hasta que genera un “escudo protector” y se aísla. Es infeliz en su trabajo y muy probablemente renuncia. Podría ser un talento que pierde la sociedad.
b. La Alta Gerencia, lo detecta, lo protege y lo promueve. No sabe qué hacer con sus propuestas, pero le asignan tareas menores en las que se puede realizar profesionalmente y sentirse a gusto.
c. La Alta Gerencia, lo detecta, lo protege y promueve. Realiza trabajos previos y se arriesga en el desarrollo de prototipos. Se hacen alianzas estratégicas y hasta se puede trabajar en el desarrollo de nuevos productos y servicios, junto con el líder en alianzas estratégicas.
De las tres opciones, sin dudas, la primera es peor para todos. Contar con un visionario en la empresa, le puede brindar la posibilidad cierta, de competir a mano con los líderes del sector, y en algunos casos, y en los más arriesgados, atreverse a sentarse en primera fila, ya no para hacer estudios de mercado, sino para diseñar tendencias, reconocer futuros, y trabajar por el bienestar colectivo. Pero ya la visión estratégica de mercado donde alguno se apodera de un pedazo del pastel, ha pasado de tiempo. Se trata de ganar-ganar, de hacer crecer al mercado, de colaborar, de cooperar. Todavía vemos a las grandes empresas de tecnologías, en disputas largas, que no generan bienestar alguno; por el contrario, ponen de manifiesto la estructura que está por terminarse. La visión de mercado se hará más colaborativa y desaparecerá la “ferocidad” entre pares, para dar paso a la colaboración. No se trata de destruir al otro sino, de crecer juntos.
En este ambiente de trabajo, los visionarios serán felices y trabajaran en forma conjunta en la búsqueda del bienestar común. Hasta ahora, el mercado no ha podido lograrlo, pero lo va a lograr. Es el mercado humanista.
¿Qué pasaría si el visionario fuera el gerente de RRHH?
2 comentarios:
Hola.
Le pasar'ia como a la presidenta de MAKRO Venezuela. La hicieron presidente! jeje. salutti.
Buena historia para revisar y comentar
Saludos,
FacilityManager
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