Hace dos años tuve el placer de leer el libro “The Tipping Point”,
(2008) , los “Fuera de Serie”, de Malcom Gladwell, y ciertamente se ha
convertido en un libro necesario para comprender lo que hace que la gente
distinta, que sea distinta. Solo en un hoja, y en un solo párrafo, que si uno
anda de prisa no se llega a dar cuenta, es que el autor explica que los "fuera
de serie" fueron personas que hicieron lo correcto, en el momento correcto y con
unas aptitudes especiales, pero que en realidad, todos podríamos llegar a ser
especiales también.
En ese libro Gladwell cita a un trabajo de K. AndersEricsson, (Psicólogo de origen Sueco), acerca del
conocimiento y el desempeño de expertos (2006), donde se plantea que el éxito no
se debe únicamente a la suerte o a la inspiración, sino a la práctica que se
coloque en un tema específico, o a un área de conocimiento.
Nosotros lo sabemos por intuición cuando les preguntamos a otros acerca de la
experiencia de un médico que nos va a operar, si sabemos que el éxito de la operación, en cierta forma está asociado a las horas de desempeño. Según Ericsson y luego
Gladwell, se trata de 10.000 horas de práctica.
Si trabajamos duro, 5 días a la semana, 4 semanas al mes, 6
horas al día, podríamos acumular 10.000 horas en exactamente 7 años. Y
casualmente los 7 años son aquellos que en nuestra primera profesión llegamos a
sentirnos capacitados para andar solos, o para enseñar a otros. 7 años es también
una fecha crítica acumulada para la relación de pareja. (Pero este es otro
tema).
Actualmente el autor se encuentran estudiando cómo se
modifica la estructura cognitiva (como se aprende) de la ejecución experta en médicos,
pensadores, deportistas y de cómo adquieren un rendimiento superior “a través de
la práctica deliberada y prolongada” (wikipedia,2013). Desde el punto de vista
organizacional, he escuchado decir, que los jóvenes no deberían cambiar de área
de conocimiento hasta que al menos en una ocasión, lleguen a desarrollar su nivel
superior de experiencia y competencia. Las personas que rotan y cambian de
profesiones, quizá nunca lleguen a ser completamente competentes en algo. Ahora
bien, si vemos a toda la vida profesional de una persona desde la obtención del título hasta
la jubilación a los 60 o 70, tenemos que se cuenta con 40 años de ejercicio
profesional. Es decir, que 40/7 que podría cambiar 5 veces de profesión aproximadamente. (ya
voy por cuatro), dejando tiempo a desarrollar lo que sabe. Claro no vamos de cambiar de profesión cada vez que nos volvamos expertos. Se trata de evolucionar y que el nuevo conocimiento sea precedido por una amplia experiencia. Depende de la profesión pudiéramos ser mas especialistas o por el contrario, mas generalistas.
En la industria de la construcción, entorno difícil y
cambiante, se trabaja por conocimiento. Construir se trata de conciliar muchas
disciplinas juntas y que seguramente no pertenecen a las áreas de conocimiento
originales; hay que aprender. Un civil que construye debe poder coordinar
trabajos con ingenieros mecánicos, sanitaristas, estructuristas y arquitectos, paisajistas,
obreros, maestros. Es difícil como docente, poder enseñar las competencias que
se adquieren solo haciendo. Solo a través de la experiencia es que se consolidan
todos los conocimientos diversos, y el gerente de construcción aprende a
hacerlo eficiente y eficazmente. En la construcción, por lo tanto, es común
que los ingenieros y arquitectos aprendan de abajo hacia arriba, es decir
comenzando como asistente, luego
residente, inspector, coordinador, para terminar en promotor. El Inspector de
Obras visto como un juez, debe tener experiencia suficiente para recomendar,
instruir, verificar y continuar. Todo es un continuo de aprendizajes.
Un docente también es un excelente ejemplo, cuando comienza quizá
explica desde los libros; con los años explica desde su propia experiencia, por
último seguro, desde la emoción. Es por eso, que para no perder lo que las
empresas saben hacer, es necesario que RRHH ponga a trabajar a los de mucha
experiencia; los maestros, junto con los aprendices. La transferencia ocurre
sin darnos cuenta.
Un médico sin dudas, expresa lo que sabe con la edad, así
los psicólogos, los escritores, los compositores. (Aunque habría que ver si
Mozart compuso mejor de grande).
Desde el mundo de las emociones, la
inteligencia emocional, la felicidad, la salud y el bienestar como pareja, es que
podríamos ahora, desde la promoción en las organizaciones, plantearnos la
siguiente pregunta:
¿Si la felicidad y el bienestar se practican y aprenden en
forma deliberada y prolongada, como una nueva visión de vida, podría ser
irreversible el ser feliz?
Con 10.000 horas de emociones positivas, sin dudas. Si esta teoría fuese cierta, las empresas tendrían un largo camino que transitar, para lograr que sus empleados se empeñen en forma deliberada y prolongada, a ser felices.
3 comentarios:
Gracias Alicia por la visita. Eso lo dejo como pregunta, habría que hacerlo deliberadamente por 10.000 horas a ver que pasa. Mientras tanto, como lo que importa es el camino, lo hacemos de todas formas. Somos deliberadamente pro activos al bienestar
Alberto
Muy interesante!!!
Que articulo tan interesante, de hecho buscare el libro para leerlo profesor.
siempre he opinado que la practica permite la excelencia, y aplica para cualquier aspecto de nuestras vidas. Podemos ser y hacer lo que aspiremos, lo importante es realizarlo correctamente y que estemos a gusto
Saludos
Jackelinne Sanchez
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