Quizá
una de las reflexiones más interesantes en los últimos meses fue la que hiciera
el Dr. Ciro Gaona, neurocirujano, como parte del Diplomado de Psicología
Positiva, que se basaba en la importancia del cerebro en las sensaciones de
bienestar y felicidad. Planteaba que en estos momentos casi podemos hacer
trasplantes de cualquier órgano sin perder nuestra identidad como ser humano, a
excepción del cerebro, cuyas consecuencias insospechadas aún, sería que
dejaríamos de ser lo que somos.
No ha habido trasplante de cerebro pero se sabe
que es allí que residen las emociones, la memoria, los recuerdos, los aprendizajes,
los instintos y las intuiciones.
Todo
se trata de conducciones eléctricas que incitan a las reacciones químicas de
neurotransmisores de neuronas a neuronas justo en la sinapsis. Ahora conocemos
mucho más de los neurotransmisores y hasta se han clasificado; podemos nombrar los del estrés, los del amor,
los del bienestar, entre tantos. Todo se encuentra en ese universo de 500 mil
millones de neuronas que crean caminos nuevos de comunicación, que se
reproducen, se estimulan, crean nuevas rutas de conexiones y nos hacen percibir
el mundo de maneras diferentes. Es más, estimular y ejercitar el cerebro, es
parte de la garantía de llegar a una vejez plena, serena y con calidad de vida.
Debemos, sin duda, guardar en abundancia para tener en la escasez; un poco de
contar con vacas gordas en escasez y evitar que sean devoradas por las vacas
flacas tal y como muestra el sueño del Rey Egipcio, identificado o traducido
por José, en el Antiguo Testamento.
Ya
aclarado que es el cerebro el encargado de los sentimientos, además de casi
todas las cosas, ¿por qué entonces asociamos al corazón, el amor, el odio y las
emociones positivas?
En
la antigua Grecia buscaban el lugar donde se pudiera alojar el alma de las
personas y entonces siempre nombraban al corazón y al cerebro; Aristóteles los
ubicó en el corazón, y hasta el Cupido de la era romana disparaba flechas de
oro justo al corazón, donde según ellos estaban las pasiones más entrañables. También
tenía flechas de plomo, porque a veces se le ocurría que había que hacer lo
contrario.
Como
dice María Luisa Rubio, (Scribd,2013),hay corazones de oro, de piedra,
bondadosos, valientes, secos, dulces, henchidos de pasiones, amorosos, contentos,
(dice una canción, “tengo el corazón contento lleno de alegría), felices;
muchas fortalezas humanas asociadas a un solo órgano. (De hecho, me acabo de
dar cuenta que las dos heráldicas familiares tiene corazones en el centro). Los
cristianos sin duda, han hecho del corazón, un símbolo sagrado, donde el “Sagrado
Corazón de Jesús” viene a ser una imagen venerable. (1)
Lo
que si nos queda claro es que frente a pasiones intensas, miedos o acciones de
supervivencia, el corazón se agita, cambia sus latidos volviéndose perceptible, cosa que no ocurre de la misma
forma, con el cerebro. La discusión
puede ser larga, pero al final, nos interesa la metáfora que ha perdurado por
siglos, en la que el corazón es el receptor de las emociones, y así incluye la
bondad, la comprensión, la amistad y la solidaridad. El corazón es el
responsable de sentirnos emocionados, enamorados o inquietos cuando el ser
amado se aproxima. En sentido figurado al menos, el corazón es la evidencia de
la presencia de una pasión, aunque el sentido de sentirse “embriagado” se deba
a algunos neurotransmisores u hormonas y su relación con el cerebro.
Muchas
veces se ha dicho, “esa empresa no tiene corazón” y en función de los
argumentos anteriores, es que pudiera actuar solo bajo premisas racionales, sin
afectos. Para que una empresa tenga a o
no corazón, debe, metafóricamente tener un cuerpo o sistema que lo contenga. Es
así que las empresas vistas como sistemas holísticos, y en función de conservar
y cuidar su “cadena de valor”, (cadena productiva), pueda llegar a ver a su
gente o sus empleados, como el ingrediente vital, algo así como la sangre que
circula, transporta, mueve, incita, promueve, crece y aprende. El corazón
radica en todo el sistema cuando se es una empresa positiva, a diferencia de
las absolutamente materialistas que solo persiguen un beneficio “per se”, descuidando
a los componentes; en ellas el corazón radica en la alta gerencia.
Tanto
es así en la nueva visión de RRHH, de la que hemos hablando en “Recompensa
Total” o también “Compensación Total” donde todo es visto como un sistema, y donde el empleado recibe
una serie de beneficios, que no solo abarcan su salario, sino también, la
promoción de la salud, el crecimiento personal, el crecimiento profesional, la
relación trabajo-hogar y en general el bienestar integral. Una empresa
sistémica o "saludable" reconoce que su talento humano pasa más tiempo de calidad en la
empresa que en cualquiera de sus otros ámbitos, (casa, deportes,
esparcimiento), por lo que es necesario que se ocupe de estudiar, fortalecer
los lazos entre las relaciones hogar y trabajo y sus compensaciones. Ya muchas
leyes de países como el nuestro, han incluido las compensaciones, distintas al
salario monetario como parte de su concepto.(2)
Una
empresa “con corazón” no debe perder de vista las relaciones entre sus
empleados, debe saber escuchar y responder a tiempo (y en consecuencia), crea
cargos donde se analiza la relación entre las exigencias del cargo y los
recursos con los que cuenta para desarrollarla, combate el estrés laboral,
diseña planes de crecimiento y de sinergia interna, promueve programas de
salud, se involucra en los problemas de la gente, crea programas para atender a
enfermos de la empresa, practica la solidaridad, y prepara a sus gerentes para
afrontar, llegado el momento, a su retiro voluntario. Una empresa con corazón,
prepara a otros a que ocupen sus puestos de trabajo, en el conocimiento de que el crecimiento es
continuo. Una empresa con corazón, reconoce que el cerebro de la empresa es
fundamental, ya que organiza, estructura, ordena, mejora, aprende; pero le da
un “justi-lugar” a la inteligencia emocional, y a los beneficios que se derivan
del trabajar en una empresa amable, eficiente, sincera, comunicativa, querida,
protegida y emprendedora.
Las
empresas que acallan a su corazón, se vuelven sistemáticas, no sistémicas, con exceso
de normas y reglamentos y no de aprendizajes, de resultados financieros y no de
los procesos, gente y clientes; se vuelven frías, donde los recursos se
cambian, no se re-educan. La pérdida de
corazón en las empresas, pienso, deben estar asociados a la preponderancia del
cerebro empresarial. Se piensa en algún momento que dado que alcanzamos las
metas, se puede conservar o proteger lo logrado mediante la re estructuración
del comportamiento organizacional, y en la disminución de logros empresariales
asociados a las emociones, pero que a la larga, ya han contribuido en alguna
forma, al sentido de bienestar tanto real como percibido. Perder el
conocimiento de la importancia del “corazón” en esta ecuación, es realmente
peligroso, pues corremos el riesgo de tener como producto, la desmotivación,
los conflictos laborales, el estrés, el mínimo esfuerzo y la pérdida de compromiso;
todo eso, al final, se traducirá en “menor productividad”. Con menor
productividad, invertiremos menos en corazón y así en espiral interna, hasta la
crisis.
Igualmente,
las relaciones empresa-persona deben ser de ganar-ganar, y en donde el
trabajador debe producir un tanto más de lo que gana, para que la ecuación no sea cero, y al final todos se perjudiquen. (3). Las empresas con corazón usarán
su cerebro para no permitir sabotajes ni enquistamientos que a la larga
perjudican a toda la cadena de producción. Tampoco se trata de represión ni de permisividad total.
Si
usted tiene una empresa donde ha aumentado la rata de movilidad y renuncias, es
tiempo de que examine su corazón.
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Nota: la imagen de la entrada es un Glog, (graphic blog) o bitácora gráfica que aplica tanto al mundo virtual como al real. Es de una conferencia sobre el cerebro, a la que le he insertado un corazón. Los glogs son la forma de transformar apuntes en Posters.
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Nota: la imagen de la entrada es un Glog, (graphic blog) o bitácora gráfica que aplica tanto al mundo virtual como al real. Es de una conferencia sobre el cerebro, a la que le he insertado un corazón. Los glogs son la forma de transformar apuntes en Posters.
Referencias
bibliográficas:
- · Rubio, María Luisa. (2013) Amor y corazón. Disponible en http://es.scribd.com/doc/2677734/Por-que-se-asocia-al-corazon-con-el-amor Recuperado en Julio 2013. (1)
- · Lindner, A. (2013-a) Recompensa total. Disponible en, http://facilitymanager.blogspot.com/2013/05/recompensa-total.html (2)
- · Múnera, Pablo (2013). Las Empresas no tienen corazón. Disponible en http://www.revistadircom.com/redaccion/interna/840-las-empresas-no-tienen-corazon-y-el-que-se-lo-ponga-prevarica.html Recuperado en Julio, 2013.(3)
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