Hace menos de un año, en el marco del II Congreso de Psicología Positiva celebrado en la Universidad Metropolitana, Caracas, el doctor neurocirujano, director de la Fundación Alzheimer, Ciro Gaona, declaró que la salud del cerebro se encuentra asociado a eventos multifactoriales; pudiendo citar, que el cerebro se encuentra compuesto de glucosa y grasa, que la generación de nuevas sinapsis son posibles a lo largo de la vida, que la salud mental está asociada a los ejercicios mentales, y que los hábitos positivos son esenciales a lo largo de toda nuestra vida para que luego, en la vejez, quizá en la pérdida parcial de facultades, podamos llegar a tener una vida digna y placentera. (Gaona, C, 2012)
El
bienestar en los adultos mayores, se basa en el estilo de vida que hayan
llevado a lo largo de la vida misma. Sin embargo, aquellos que por
desconocimiento, por genética o por llevar una vida sedentaria, se ven
afectados o disminuidos por alguna afección cerebral-cognitiva y a veces
física, pierden el control parcial a total de su conciencia y de su actividad
motora. Ya hemos visto que la enfermedad y la salud positiva se encuentran en
un continuo, al igual que el bienestar y el malestar se encuentra en otro
continuo. (Blanco, J, 2013-a). Se pudiera graficar ambas líneas y se observaría
en el tercer cuadrante de un gráfico en cruz, que una persona puede no tener
salud, pero sin embargo tener bienestar. ¿Es una paradoja? Definitivamente no,
y existen estudios al respecto que lo respalda, así como podemos ver a enfermos
con cáncer, llevar una vida entregada a la trascendencia y ser feliz en la
adversidad; un poco de resiliencia. (Gil, Jesús, S/F, pág. 19)
Figura 1. Mapa mental de la clase, 2013
Elaboración propia
La organización Mundial de la Salud,
en 1948, expresó además, que la salud viene a ser “un estado completo de
bienestar físico, psicológico y social y no la mera ausencia de enfermedad o
minusvalía” (OMS, 1948, citado por Vázquez, S/F). Siendo así, y uniendo todas
las ideas planteadas, se requiere tener programas de salud integral y positiva,
que maximicen las posibilidades de llegar a adulto mayor con bienestar y salud.
En cualquier estado en que se encuentre un adulto mayor, ya sea en estados
críticos negativos o en cualquier cuadrantes de los dos continuos de salud y
bienestar, (ver gráfico 1), se requiere tomar en cuenta a los llamados cuidadores. La salud de los cuidadores,
entregados a la posibilidad de hacer la vida más digna de la gente mayor,
requiere en sus épocas de juventud, que desarrolle hábitos, prácticas y
conocimientos positivos, que le permitan a su vez, tener también luego, una vida plena y digna.
Decía Gaona (2012), que los cuidadores
son “gente olvidada” o no atendida, pero
que merecen todo nuestro apoyo, ya que están sometidos a tensiones, stress,
cercanía al concepto de la muerte, y a esfuerzo físico, por lo que estructurar
un plan para el cuido de los cuidadores, se convierte en el tema fundamental de
la gente que padece con algún familiar o que lo hace por vocación. Para poder
estructurar un Plan de Bienestar para un Cuidador, al menos en una instancia,
debemos poder hacer un diagnóstico previo para luego diseñar un programa de
salud y bienestar, y así realizar una Intervención Positiva, que pudiese ser
replicado o ser objeto de estudio de esta disciplina y basada hacia los
cuidadores de ancianos, incapacitados o minusválidos.
Las herramientas que tienen las
personas son la confluencia de tres factores, los biológicos, los funcionales y los subjetivos. Los
factores biológicos son aquellos que tienen que ver con la genética, estructura
ósea, anatomía y el funcionamiento fisiológico; los funcionales están asociados
a la resistencia, a los exámenes de laboratorio, a los exámenes pulmonares y en
la capacidad de sujetar o agarrar, mientras que los recursos subjetivos tienen
que ver con el bienestar, la energía, el vigor, la ausencia de ansiedad o
stress, a la ausencia de malestar, al optimismo, la resiliencia y a la alta
satisfacción con la vida.
Las empresas también deberían consolidar
planes orientados a ayudar a su talento humano, en el tránsito del ejercicio profesional,
hacia el retiro y la jubilación. Los cuidadores y los promotores del bienestar deberían
trabajar juntos, como parte de sus estrategias de responsabilidad social empresarial.
Por último, las organizaciones deberían conocer un poco mas sobre su gente, y asì como investiga sobre que deporte practica o que instrumento toca, deberìa saber si tiene padres o hijos, ancianos, minusválidos o con alguna discapacidad. La solidaridad debe ser un valor a cultivar en las empresas.
Referencias
bibliográficas:
·
Arrivillaga,
Salazar y Gómez, (2002). Cuestionario de práctica sobre salud positiva.
Material de apoyo, Universidad Metropolitana: Caracas.
·
Blanco,
Josefina (2013-a). Material de apoyo del Diplomado II en Psicología Positiva de
la materia, Salud y PP. Universidad Metropolitana: Caracas.
·
Gaona,
Ciro, (2012). Apunte de conferencia del II Congreso de psicología Positiva.
Universidad Metropolitana: Caracas
·
Gil,
Jesús, (SF). Modelos y conceptos centrales en psicología de la salud. Material
de clases de Salud y Psicología Positiva, Universidad Metropolitana: Caracas
·
OMS,
(1948), citado por Vázquez, (S/F).Psicología Positiva, Biblioteca de
Psicología. Material de apoyo, Unimet: Caracas
Figuras
Figura #1. Mapa mental de salud y
psicología positiva. Elaboración propia, 2013
1 comentario:
Es raro como uno lee este artículo y se da cuenta que es verdad como siempre uno se enfoca en la salud del paciente y de cómo se siente la persona que es víctima de alguna enfermedad que usualmente es al que uno visita o que conoce, pero no se da cuenta de lo que puede estar pasando el cuidador de esa persona que en muchos casos llega a crear relaciones personales muy cercanas con el paciente y que es el que interactúa todos los días con el, lo ayuda a superar dolores, molestias, y termina aprendiendo muchísimo de esa persona porque muchas veces en los últimos momentos de una persona es cuando los que están más cercanos a él verdaderamente aprenden de sus decisiones de vida.
Es importante que esas personas también reciban ayuda para que ellos puedan llevar una vida digna y feliz y completa, y poder pasar sus últimos años en paz.
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