lunes, mayo 06, 2013

Cuidar a los cuidadores


Hace menos de un año, en el marco del II Congreso de Psicología Positiva celebrado en la Universidad Metropolitana, Caracas,  el doctor neurocirujano, director de la Fundación Alzheimer, Ciro Gaona, declaró que la salud del cerebro se encuentra asociado a eventos multifactoriales; pudiendo citar, que el cerebro se encuentra compuesto de glucosa y grasa, que la generación de nuevas sinapsis son posibles a lo largo de la vida, que la salud mental está asociada a los ejercicios mentales, y que los hábitos positivos son esenciales a lo largo de toda nuestra vida para que luego, en la vejez, quizá en la pérdida parcial de facultades, podamos llegar a tener una vida digna y placentera. (Gaona, C, 2012)

            El bienestar en los adultos mayores, se basa en el estilo de vida que hayan llevado a lo largo de la vida misma. Sin embargo, aquellos que por desconocimiento, por genética o por llevar una vida sedentaria, se ven afectados o disminuidos por alguna afección cerebral-cognitiva y a veces física, pierden el control parcial a total de su conciencia y de su actividad motora. Ya hemos visto que la enfermedad y la salud positiva se encuentran en un continuo, al igual que el bienestar y el malestar se encuentra en otro continuo. (Blanco, J, 2013-a). Se pudiera graficar ambas líneas y se observaría en el tercer cuadrante de un gráfico en cruz, que una persona puede no tener salud, pero sin embargo tener bienestar. ¿Es una paradoja? Definitivamente no, y existen estudios al respecto que lo respalda, así como podemos ver a enfermos con cáncer, llevar una vida entregada a la trascendencia y ser feliz en la adversidad; un poco de resiliencia. (Gil, Jesús, S/F, pág. 19)

Figura 1. Mapa mental de la clase, 2013
Elaboración propia
               
La organización Mundial de la Salud, en 1948, expresó además, que la salud viene a ser “un estado completo de bienestar físico,  psicológico y  social y no la mera ausencia de enfermedad o minusvalía” (OMS, 1948, citado por Vázquez, S/F). Siendo así, y uniendo todas las ideas planteadas, se requiere tener programas de salud integral y positiva, que maximicen las posibilidades de llegar a adulto mayor con bienestar y salud. En cualquier estado en que se encuentre un adulto mayor, ya sea en estados críticos negativos o en cualquier cuadrantes de los dos continuos de salud y bienestar, (ver gráfico 1), se requiere tomar en cuenta a los llamados cuidadores. La salud de los cuidadores, entregados a la posibilidad de hacer la vida más digna de la gente mayor, requiere en sus épocas de juventud, que desarrolle hábitos, prácticas y conocimientos positivos, que le permitan a su vez, tener también luego,  una vida plena y digna.
Decía Gaona (2012), que los cuidadores son “gente olvidada” o no atendida, pero que merecen todo nuestro apoyo, ya que están sometidos a tensiones, stress, cercanía al concepto de la muerte, y a esfuerzo físico, por lo que estructurar un plan para el cuido de los cuidadores, se convierte en el tema fundamental de la gente que padece con algún familiar o que lo hace por vocación. Para poder estructurar un Plan de Bienestar para un Cuidador, al menos en una instancia, debemos poder hacer un diagnóstico previo para luego diseñar un programa de salud y bienestar, y así realizar una Intervención Positiva, que pudiese ser replicado o ser objeto de estudio de esta disciplina y basada hacia los cuidadores de ancianos, incapacitados o minusválidos.

Las herramientas que tienen las personas son la confluencia de tres factores, los biológicos,  los funcionales y los subjetivos. Los factores biológicos son aquellos que tienen que ver con la genética, estructura ósea, anatomía y el funcionamiento fisiológico; los funcionales están asociados a la resistencia, a los exámenes de laboratorio, a los exámenes pulmonares y en la capacidad de sujetar o agarrar, mientras que los recursos subjetivos tienen que ver con el bienestar, la energía, el vigor, la ausencia de ansiedad o stress, a la ausencia de malestar, al optimismo, la resiliencia y a la alta satisfacción con la vida.
Las empresas también deberían consolidar planes orientados a ayudar a su talento humano, en el tránsito del ejercicio profesional, hacia el retiro y la jubilación. Los cuidadores y los promotores del bienestar deberían trabajar juntos, como parte de sus estrategias de responsabilidad social empresarial.

Por último, las organizaciones deberían conocer un poco mas sobre su gente, y asì como investiga sobre que deporte practica o que instrumento toca, deberìa saber si tiene padres o hijos, ancianos, minusválidos o con alguna discapacidad. La solidaridad debe ser un valor a cultivar en las empresas.


Referencias bibliográficas:
·         Arrivillaga, Salazar y Gómez, (2002). Cuestionario de práctica sobre salud positiva. Material de apoyo, Universidad Metropolitana: Caracas.
·         Blanco, Josefina (2013-a). Material de apoyo del Diplomado II en Psicología Positiva de la materia, Salud y PP. Universidad Metropolitana: Caracas.
·         Gaona, Ciro, (2012). Apunte de conferencia del II Congreso de psicología Positiva. Universidad Metropolitana: Caracas
·         Gil, Jesús, (SF). Modelos y conceptos centrales en psicología de la salud. Material de clases de Salud y Psicología Positiva, Universidad Metropolitana: Caracas
·         OMS, (1948), citado por Vázquez, (S/F).Psicología Positiva, Biblioteca de Psicología. Material de apoyo, Unimet: Caracas
Figuras
Figura #1. Mapa mental de salud y psicología positiva. Elaboración propia, 2013




1 comentario:

Luis dijo...

Es raro como uno lee este artículo y se da cuenta que es verdad como siempre uno se enfoca en la salud del paciente y de cómo se siente la persona que es víctima de alguna enfermedad que usualmente es al que uno visita o que conoce, pero no se da cuenta de lo que puede estar pasando el cuidador de esa persona que en muchos casos llega a crear relaciones personales muy cercanas con el paciente y que es el que interactúa todos los días con el, lo ayuda a superar dolores, molestias, y termina aprendiendo muchísimo de esa persona porque muchas veces en los últimos momentos de una persona es cuando los que están más cercanos a él verdaderamente aprenden de sus decisiones de vida.
Es importante que esas personas también reciban ayuda para que ellos puedan llevar una vida digna y feliz y completa, y poder pasar sus últimos años en paz.