El
hombre llega novato a cada edad de la vida; cada edad tiene su aprendizaje.
Nicolás Chamfort
Este año cumplo sesenta años y entonces no
voy a hablar desde lo que he leído, sino desde mi propia experiencia. Voy a tratar además, de hacerlo a través de la
mirada de un coach ontológico, que trabaja desde el ser, (estar siendo), desde
el escuchar, del aprender a aprender, la
humildad, lo observable y por supuesto con la noción del devenir. (lo que nos
va pasando y vamos cambiando)
Ya he escrito antes, acerca de los “madurescentes”,
un término que en España ha desarrollado
completamente Laura Rosillo, Consultora, a quién admiro mucho. También ella
está investigando acerca de la edad de oro de los trabajadores que superan los
límites de edad laboral, que rondan por los 65 años en Europa aunque acá en mi
país hablamos de los 60. Y resulta que esta generación de “madurescentes”
(conjunción de maduros y adolescentes o nueva adolescencia), no se resigna a
dejar de ser útiles y mucho menos a dejar de trabajar. Existen muchas empresas
que tienen ‘planes de jubilación que al término de la edad estipulada, los
mandan a casa. He observado también que la gente acoge con entusiasmo, el “tener
todo el tiempo para sí mismos”, pero que después no utiliza, y termina en su
casa viendo como declinan algunas de sus funciones básicas.
Para descansar, hay mucho tiempo luego que
nos despachemos para siempre; mientras haya vida nosotros los madurescentes nos
declaramos activos, necesarios, en constante aprendizaje y en constante
transferencia, porque al final, somos los portadores del conocimiento tácito y garantes
directos del “know how” de las empresas.
Sin embargo los trabajadores de la edad de oro no pueden pretender
ocupar sus cargos y funciones por siempre; las empresas se ocupan de indagar y
preparar a los reemplazos de funciones y roles organizacionales dentro de la función
administrativa de “Integración”. Los madurescentes de esta época, los herederos
del concepto de “baby boomers” y los
nuevos que se vayan incorporando, deben prepararse en funciones que le sean
propias a los activos que para entonces seamos poseedores, y ello es el
Conocimiento.
Y es que estamos en la era de la
Información y Conocimiento, ya no en la Revolución, pues ya “revolucionamos” y
nos enfrentamos a nuevos retos de comunicación, de información, de manejo
tecnológico, de liderazgo y de visión de futuro. Los profesionales de la edad
de oro, deberían estar en la ola tecnológica, para que en ellas puedan diseñar
sus programas de adiestramientos en línea, que además de ser excelentes, son
gratuitos. Una vez superada la barrera tecnológica en parte como un “Inmigrante
digital” o como dice Rosillo (2015), un “Residente digital”, un empleado
maduro, con visión de futuro estructurará el espectro de las nuevas profesiones
que querrá desempeñar. Sin embargo, esto se puede observar o analizar desde dos
opciones:
-
El empleado trabaja en una empresa donde no jubilan y sigue
trabajando. Existen muchos ejemplos en mi país de
empresas que no jubilan sino que puedes trabajar hasta que sea posible. Así por
ejemplo, vemos a las universidades privadas, empresas productoras, etc.
Trabajar por siempre nos hace correr el riesgo que nos mantengamos haciendo lo
mismo por muchos años y que no sea exactamente lo que nos hace feliz. Por una
parte teniendo un poco de seguridad laboral y por otra no teniendo bienestar
pleno. En este caso y que desarrollamos más adelante, las empresas deberían
estructurar con sus gerentes mayores, un plan de actualización y preparación
que por su puesto incluya, el bienestar físico en el ámbito
bio-psico-social-espiritual como indican nuestra leyes, también en la
adecuación tecnológica y la adquisición de nuevas competencias. Como ya dijimos
en el artículo de los madurescentes, estos se convierten en los portadores del
conocimiento tácito, mentores de nuevos empleados, guías, modelos a seguir,
garantía ética para proveedores externos y fuente de inspiración. Preservar,
cuidar y mantener el activo humano maduro, hace a las empresas mejores lugares
para estar.
-
El empleado es jubilado y decide ser un emprendedor. También tenemos empresas que a cumplimiento de edad laboral,
jubila al empleado. En la mayoría de los casos los sustituye o reemplaza por
otro. El empleado se jubila para hacerse cargo de su propio tiempo, pero en
casi ningún caso los preparamos para ello. ¿qué requiere un “golden worker”
para independizarse como empresario o emprendedor?
Dice Laura Rosillo (2016), en su blog
acerca de los pasos u hoja de ruta para actualizar o “reactivar” en el mercado
laboral a su personal en edad madura es,
“Siguiendo con la hoja de ruta que
propone el Proyecto Goldenworkers, las necesidades identificadas
para la reactivación profesional de los trabajadores maduros pasan por:
1. Aprendizaje en el lugar de trabajo, aprender haciendo y aprendizaje
personalizado.
2. Mayor nivel de personalización de la formación sobre TIC'S.
3. Incremento de la habilidad digital.
4. Rotación laboral para que el trabajo sea estimulante y desafiante y en
el que se puedan aprender cosas nuevas.
5. Estímulo del aprendizaje informal.
6. Revisión sistemática de los procesos de trabajos de cara a una
evaluación permanente ergonómica para decidir también con criterios físicos y
de salud, la ubicación idónea de cada trabajador.
7. Fomentar la participación de los Golden workers en el diseño de planes
de aprendizaje y desarrollo.
8. Promover el desarrollo de herramientas de aprendizaje que faciliten el
rápido acceso a las nuevas industrias, los nuevos negocios, las nuevas
profesiones.
9. Apoyar el desarrollo de plataformas de aprendizaje de bajo coste y a
sistemas de aprendizaje adaptados a las características de los trabajadores
maduros que son diferentes de las de la generación que ha crecido con las TIC.”
Siguiendo estos pasos, deberían desarrollar
nuevas competencias sino las han llegado a aprehender:
-
Desarrollo de marca propia
(Branding personal)
-
Identificar trabajos de baja
inversión y de alto impacto financiero que haga recibir compensación inmediata
(Gestión del Conocimiento)
-
Desarrollo de competencias
personales en aquellos conocimientos que le permitan trabajar sin estructura
organizacional, como,
o
Coaching personal,
organizacional u ontológico
o
Liderazgo
o
Story tellers (Cuenta cuentos
organizacionales inspiradores)
o
Escritura, para ser escritores
o
Conferencistas, inspiradores,
motivadores.
o
Expresión personal y corporal
o
Promotores de bienestar en
Psicología Positiva
o
Gestores del Conocimiento
o
Responsabilidad Social
o
Ética para el trabajo
Mucho nos han dicho que más que hacer o
tener activos materiales o de capital, que lucháramos por tener conocimiento en
muchos y diversos aspectos. Ser gestor del conocimiento pienso, en la edad
dorada, debería convertirse en fuente y sustento de todos aquellos que
consideramos volver a comenzar en un nuevo ciclo. Como dijimos al inicio que
sea desde la humildad, el deseo de aprender, en la confianza y la
esperanza. Como acota Nicolás Chamfort
al inicio, no salimos desde el Ego a dominar al mundo, sino en la humildad del aprendiz,
reconocer que cada edad tiene su aprendizaje y desde allí, reconocer que es un
novato que comienza, que escucha, que observa, que aprende. Al final, que
quiere ser feliz…
Quicontre détruit un préjugé, un seul préjugé, es un bienfaiteur du
genre humain (Cualquiera que haya destruido un
prejuicio, un solo prejuicio, es un bienhechor de la humanidad)
Nicolás Chamfort
Fuentes
consultadas:
-
Buffa, Cecilia. (2016). Visitantes,
residentes e inmigrantes. Disponible en, http://es.slideshare.net/CeciliaBuffa/nativos-e-inmigrantes-vs-visitantes-y-residentes-digitales Recuperado en Enero 2016
-
Lindner, Alberto.(2016) Los Madurescentes. Disponible en el Blog
Facility Manager de Alberto Lindner. http://facilitymanager.blogspot.com/2014/03/ser-un-madurescente.html
Recuperado en enero 2016
-
Rosillo, Laura (2016). Blog de Laura
Rosillo. Disponible en, http://lrosilloc.blogspot.com/
y recuperado en enero 2016.
-
Wikipedia. (2016) Nicolas Chamfort.
Disponible en, https://es.wikipedia.org/wiki/Nicolas_Chamfort Recuperado en enero 2016
“Lo que envejecen son
las empresas y sus sistemas de gestión; las
personas maduramos gloriosamente,
creciendo en conocimiento y deseosas de compartirlo con los que nos siguen en
edad o en experiencia en un determinado saber o habilidad”
- Laura Rosillo
-
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