“Propiedad
o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor.”
Y
además define también a “Calidad de Vida” como:
“Conjunto
de condiciones que contribuyen a hacer agradable y valiosa la vida”
Por
lo tanto, todas aquellas acciones o proyectos que emprendan las empresas para
contribuir a hacerles más agradable y valiosa la vida a sus empleados,
redundará en el aumento de la percepción del mejoramiento de la calidad de
vida.
Eduardo
es un gerente Junior en el área de mercadeo y ventas. Su deseo primario era
ganar más para poderse comprar un carro. Eduardo percibía que trabajando muy
lejos de su casa, tenía que levantarse muy temprano para no perder el autobús que
lo llevaría a la hora de entrada, mientras que los gastos de traslado le
impedían pensar en ahorrar para comprar un vehículo. Sin embargo, y separando
la imposibilidad de adquirir un vehículo, Eduardo era feliz en lo que hacía. Un
ambiente distendido, relajado y amable, hacía que se involucrara socialmente
con sus pares en forma muy positiva y disfrutara momentos especiales inclusive
en horarios distintos a los del trabajo. Es más, dada la movilidad de los
gerentes de mercadeo, Eduardo solía pensar que podía tener oportunidades de
crecimiento y llegar a ser gerente sénior.
Eduardo
se dejó tentar por una de las variables en su relación de “calidad de vida” que
era el ingreso monetario, dejando de lado aquellos factores que intervienen en
el salario emocional o no monetario. Hoy, es un feliz poseedor de un carro,
trabaja más cerca y entiende que han mejorado sus condiciones, pero trabaja en
un “ambiente quirúrgico” de las transnacionales de medicina y donde todo está
definido, no hay sorpresas y en alguna forma se reporta a gerencias en otros
países, dejando de lado las iniciativas e innovaciones. En estos ambientes todo
está definido. No estoy tan seguro, que el carro compense lo que ya no tiene.
Cuando
uno va a cambiar de trabajo, y hasta para tratar de conseguir el primero, los
postulantes deberían plantearse varias preguntas. (Hace años en el postgrado de
RRHH nombraban a tres, pero con el uso y lo visto en la vida, le he ido
agregando otros, hasta llegar a 7 al menos):
1. ¿Con quién vas a trabajar? Parece poco
importante o irrelevante pero ahora se llega a decir que las personas no les
renuncian a sus trabajos sino a sus jefes. La relación entre personas, la
capacidad de realimentación que reciba del jefe y su capacidad de conducción y
liderazgo, hacen la diferencia. Una mala relación entre el jefe y el
subordinado puede ocasionar que no se perciba la sensación de bienestar, de
hecho en muchos casos pueden llegar al “BurnOut”(quemarse en sentido figurado).
2. ¿En qué vas a trabajar? Antes de tomar
una decisión, se debería conocer exactamente el tipo de actividades a realizar así
como el conocimiento de la relación entre las exigencias y los recursos que se
van a tener a disposición. Construir un edificio de ladrillos sin ladrillos se
torna sumamente complicado. Debe haber claridad en la gestión esperada, así
como plazos, tiempos de trabajo, y por supuesto, en la relación
trabajo-familia, su respeto y su conveniencia empresarial.
3. ¿Dónde vas a trabajar? Siempre se ha
dicho que la distancia afecta mucho la calidad de vida de los empleados. Uno
dice “el trabajo me queda muy lejos”, no dice “yo vivo muy lejos de mi trabajo”
Si uno tiene el trabajo ideal, y es feliz, lo más lógico sería que para mejorar
las condiciones perceptibles de calidad, que nos mudemos más cerca. Las
experiencias de los empleados norte americanos nos indican que se mudan
constantemente solo por la variable monetaria. Es común ver películas de los
hijos quejándose de la imposibilidad de llegar a tener amigos. De hecho, es tan
frecuente que hasta las casas pueden despegarse del suelo, montarla en un
camión y mudarla de estado.
4. ¿Cuánto vas a ganar? Pareciera que es
la variable más importante de todas y ciertamente tiene mucho que ver, pero no
debe ser la única que intervenga al momento de tomar una decisión. La riqueza
sin dudas es un símbolo de bienestar social, pero que en numerosos estudios de
calidad de vida, no es mencionada entre las más importantes. Tener el dinero
suficiente para vivir seguro está bien, la riqueza mayor acumulada sobre este
punto no otorga proporcionalmente mayor felicidad. Menciona Csikszentmihalyi en
su obra “Fluir”, un estudio de Ed Dinner de la Universidad de Illinois donde
entre mas de 400 profesionales muy ricos se encontró que el 77% de tiempo decían
estar felices, contra 66% del tiempo de
la clase media,; no hay mucha diferencia. Mucha riqueza no implica mayor
felicidad. Y es que la felicidad como dice Martín Seligman en su libro “La Auténtica
Felicidad”, depende en cierta forma de nuestra genética, de los eventos
circunstanciales y por último de las fortalezas de carácter que desarrollemos
para cambiar las cosas.
5. Que permitan trabajar por tus
fortalezas en vez de por las competencias a desarrollar. La descripción de las
competencias a desarrollar mientras se alcanzan las metas, distan mucho del
conocimiento que se tenga de las fortalezas de carácter como herramientas para
alcanzar los objetivos. En el primero hay pérdida de tiempo, desgaste, y se
centran en aspectos que a lo mejor ni el empleado esté interesado en
desarrollar. Trabajar con lo que las personas son, mucho más allá de la
definición, seguro hará que las personas se perciban como respetadas y
valoradas.
6. Como punto 6 agregaría necesariamente
las condiciones de la vida plena planteada por la psicología positiva. Sin
dudas, en los términos de la calidad de vida y bienestar, es necesario que se
logre un balance o un equilibrio entre las fuerzas. Aquellas son necesarias
para lograr el Compromiso organizacional, allí donde las fuerzas intangibles,
sumadas a las monetarias, hacen que la relación trabajo-persona sea
absolutamente gratificante y nos entregue una sensación de bienestar. La idea
aquella del empleado en su cubículo por 20 años esperando la jubilación
mientras riega la enredadera, no es ya una premisa, ni una ilusión. El punto 6
conlleva las cinco vidas del PERMA de la psicología Positiva:
a.
Vida
placentera. El desarrollo de las emociones positivas, más allá de la mera definición
sensible, hace que nos adaptemos mejor al trabajo y tengamos percepciones
plenas de las actividades. El estudio del tiempo libre y el ocio debe ser
contemplado.
b.
Vida
comprometida. El compromiso voluntario nace de la percepción de las dos
dimensiones del salario, la monetaria y la no monetaria. El compromiso de
transforma en metas cumplidas y en valores que a su vez se convierten en
conductas. Todo refuerza la cultura empresarial, su misión y su visión
compartida del negocio. Se desarrolla la capacidad de “Fluir” o disfrute pleno,
donde se pierde la noción del tiempo. El trabajo se realiza experimentando
sensaciones de bienestar.
c.
Vida
con sentido. La trascendencia es necesaria sobre todo si ocurre en la ayuda a
otros. Las empresas deben tender al trabajo colaborativo, alineado, y dejar que
se formen espontáneamente grupos de ayuda, de transferencia de conocimiento, de
protección al “bullyng o el Mobbing”, y de comunicación con el entorno. El
trabajo es visto como de todos en concordancia social.
d.
Vida
compartida. Trabajo en equipo, compañerismo, relación vida privada y la vida
del trabajo, afiliación, equipos deportivos o musicales. Al final, las
relaciones sociales.
e.
Vida
de logros. Los retos son importantes y se concilian entre jefes y supervisados.
La relación exigencias-esfuerzos se hacen evidentes y las metas se convierten
en retadoras. En esta parte los empleados desean retos alcanzables y trabajar
en equipo para lograrlo. Se reconoce el trabajo transdisciplinario y por
procesos macro de la organización.
7. ¿A dónde voy? No se trata de un Plan
de carrera que no se cumple, se trata de acompañarlos a diseñar un plan de vida.
Por
lo que hemos visto hasta ahora y como introducción, el término “calidad de vida”
dependerá de ciertos aspectos y decisiones. Al ver la gran cantidad de
variables se puede llegar a pensar que tomar decisiones es mucho más complejo
ahora. La verdad es que el conocimiento de lo que sentimos los seres humanos y
su contexto además de ayudarnos a mejorar la sensación de felicidad, nos ayuda
a mejorar la percepción de la calidad de vida, que ya no es solo en el trabajo,
sino que se interconecta y transfiere valores con la casa, la vida familiar y
personal. Entender esto es un reto, pero vale la pena transitar este camino de
ideas, que quedarse sentado todavía pensando en las teorías teylorianas.
El reto es “hacer agradable y valiosa la vida”…
Fuentes:
- Csikszentmihalyi,Mihaly.(2010). Fluir. Decimocuarta edición. Barcelona: Editorial Kaidós
- Seligman, Martín. (2011) La Autentica felicidad. Barcelona: Editorial Zeta
- DRAE. (2013) Diccionario de la Real Academia Española. Recuperado el 4 de Enero de 2013 y disponible en:http://lema.rae.es/drae/srv/search?id=th6fUJ0TbDXX2Xc9jAuL
2 comentarios:
A la hora de tomar una decisión tan trascendental como lo es tomar o no una oferta de trabajo hay que considerar los 7 aspectos descritos anteriormente. Las 7 preguntas tienen respuestas distintas para cada persona, pero además cada una también tiene diferente nivel de importancia según la persona. Una vez respondidas (habiendo determinado pros y contras en cada aspecto) hay que ponerlas en una balanza según el peso que cada quien considere necesario, y así permitir la toma de una decisión.
La parte más importante de las 7 preguntas expresadas me parece la referente a cómo se ve la persona en un tiempo determinado (5, 10 o más años), que es la que verdaderamente permite ponderar cada variable, y así tomar una decisión. Si no se tiene rumbo, ninguna decisión tomada es percibida como correcta.
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