“Toda la Tierra tenía una
misma lengua y usaba las mismas palabras. Los hombres en su emigración hacia
oriente hallaron una llanura en la región de Sena-ar y se establecieron allí. Y
se dijeron unos a otros: «Hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego». Se
sirvieron de los ladrillos en lugar de piedras y de betún en lugar de argamasa.
Luego dijeron: «Edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el
cielo. Hagámonos así famosos y no estemos más dispersos sobre la faz de la
Tierra».
Mas Yahveh descendió para
ver la ciudad y la torre que los hombres estaban levantando y dijo: «He aquí
que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el
principio de sus empresas. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se
propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo
que no se entiendan los unos con los otros». Así, Yahveh los dispersó de allí
sobre toda la faz de la Tierra y cesaron en la construcción de la ciudad. Por
ello se la llamó Babel, porque allí confundió Yahveh la lengua de todos los
habitantes de la Tierra y los dispersó por toda la superficie.”
Génesis 11:1-96
La
verdad, es que en este viaje en la historia, me asombra ver como en culturas
tan tempranas hayan tenido el deseo de alcanzar lo divino y acercarse a su
dios. De hecho, lo que pude leer habla de un edificio de 90 metros de alto (lo más
alto que yo construí o ayudé a construir fueron 110 m), y con un edificio en el
tope forrado de azul para que se confundiese con el cielo. (Igual narré yo una
vez con la Torre Polar). Esos deseos además, han hecho que los hombres sientan
la necesidad de saber más, de inventar y así es que ha seguido la evolución
del mundo. En mis clases de ingeniería, hablo de la historia de la arquitectura
a través de cómo se han superando obstáculos constructivos y cómo se han
inventado estructuras novedosas, como el dintel, el arco, el contrafuerte, el
arbotante, el domo, las superestructuras, los rascacielos. Cada traba siempre
ha estado asociada a una idea novedosa que trasciende y evoluciona.
Dios
baja y hace que cada grupo o personas hablen una lengua distinta lo que
ocasiona que se dispersen y así, funden nuevas ciudades. Así Dios evitó que se siguiera
con la ciudad y con su torre. Y es que a
veces los “castigos” no solo limitan y restringen sino que abren una cantidad
de nuevas posibilidades de crecer, progresar y generar conocimiento.
En
las empresas y organizaciones la cosa es distinta aunque vale aplicar tal
metáfora. Las empresas logran conciliar una sola lengua, un solo idioma o forma
de comunicarse. (Se alinean a una estrategia de negocio). Es diseñar una
estrategia social o económica y difundirla entre todos. El secreto del éxito sin
dudas, es lograr dar a conocer efectivamente los lineamientos estratégicos del
periodo de tiempo en estudio, hacer que todos lo entiendan, y aporten a que se puedan lograr. Con un
buen sistema de comunicación y con un sistema de diseño e implementación de
objetivos y metas, es que se puede transmitir hacia donde quiere la empresa
llegar y además, de llegar todos juntos.
Ernesto
es el gerente de la división de compras. Ha hecho un esfuerzo por
implantar gestión por desempeño, pero
este año no lo han actualizado, por la misma dinámica del negocio. Los bonos
están atados, al final, al buen desempeño y al logro de objetivos superiores.
Pedro que es un supervisado le pregunta:
“- Este año me mediste el desempeño, pero no nos dijeron cuáles
son las estrategias a observar, ni mis metas a alcanzar y cómo me evaluaste”
“-Son las mismas del año pasado”, le dijo apresurado.
Pedro
por supuesto sabe que las condiciones del país son distintas y que muchas cosas
han cambiado, por lo cual la empresa ha debido realizar un plan estratégico y
difundirlo entre su gente. Pedro no entiende y le parece injusto que lo hayan “castigado
con un bono menor”
Aunque
la metáfora de la torre de babel tiene dos acepciones; una buena y una mala,
debemos en el caso anterior mencionar la negativa. No tener una estrategia y
mucho menos una estrategia de comunicación, equivale a colocar a su gente a
hablar en distintas lenguas; al final nadie se entenderá y cada quién irá “a lo
suyo”. Es así como las empresas de alto desempeño regresan a su visión
particular de nichos de poder o departamentales, hasta que la magia de las finanzas
y la abundancia comiencen a declinar otra vez, y veamos entonces a la alta
gerencia mirando hacia la generación de metas y objetivos.
El
lado positivo sin embargo, nos enseña de cómo en el “castigo” de las lenguas se
generen nuevas estructuras, que se reten y se alcancen logros que no estaban
previstos. Esto puede ocurrir en empresas de alto desempeño que una vez,
separadas o distanciadas de su estrategia de negocio y en la oscuridad de la incomunicación,
deciden regresar a planificar e integrarse fortalecidos, innovadores, y pro activos. Eso suele dar resultados positivos, pero tardíos.
De cosas que he leído sobre el tema, es que algunas personas aprendieron a
“hablar en lengua”, es decir que poseen un conocimiento de las lenguas que las
integra, que puede comprender y hacerse entender por todas las partes de una
cultura (organización en este caso). Esa es la gente necesaria, la que integra,
la que recuerda, la que puede preservar el conocimiento y la forma “mejor de
hacer las cosas”, al menos, como se planifica. A veces, al igual que en la
torre de Babel, hablar diferentes lenguas nos confunde y nos separa. A veces,
todos nos desalineamos de las estrategias por falta de trabajo conjunto, y por suerte quede alguno que nos lo recuerde.
Imagen: Tomada de Wikipedia igualmente
Recomiendo también leer.
a. La Cordura del Consultor Artesano.
b. Un 15 de Septiembre..
1 comentario:
En mi opinión, "hablar la misma lengua" es imprescindible en todo grupo, ya sea familiar, de negocios, en la sociedad, o par divertirse también, y esto solo se logra con comunicación mutua y constante.
Hablando en el campo económico empresarial, que todos los trabajadores hablen la misma lengua, significa que todos trabajen por un bien común, por un beneficio que mas aya de lo particular los beneficie a todos, es por esto que es muy importante.
Si todos los miembros del grupo trabajan en armonía, los resultados obtenidos en cualquier labor dan como resultado algo hecho con calidad, con gusto, con sabiduría.
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