lunes, marzo 18, 2013

Consultoría Artesana en breve


Reflexión breve sobre consultoría artesana
La Consultoría Artesana nació como trabajo en red, en algún lugar del país Vasco, bajo la pluma de Julen Iturbe. Se trataba de realizar trabajos colaborativos en red, utilizando las nuevas tecnologías y las formas de trabajar juntos, que ya no eran solamente presenciales. Poco a poco se  fueron integrando más artesanos, hasta llegar a cientos entre España y el resto del mundo hispano.

Tienen (tenemos, desde lejos) 5 años reuniéndose en distintas ciudades  ya en el mundo real, solo para transferir, aprender, mejorar y trabajar juntos. Ser artesano está en sintonía con los principios de pensamiento colectivo, trabajo colaborativo, comunidades de práctica, e inteligencia distribuida. 

¿Qué diferencia la consultoría artesana de la consultoría industrial?  
En principio y bajo uno de sus preceptos, los artesanos trabajan desde la realidad de la empresa, con el conocimiento de ambos, y mediante el trabajo con su propia gente y posibilidades, tal cual haría un artesano con el barro y el fuego, hasta lograr una bella pieza utilitaria. La Consultoría industrial, se ha estructurado para implantar métodos, metodologías, procesos o sistemas. El consultor llega, hace su trabajo y se va. Pero ninguna de las dos consultorías es mejor o peor que la otra; solo dependiendo del caso, una es más oportuna que otra. Las dos hacen falta.

La diferencia más importante se desprende de la reflexión anterior. Un artesano llega a una organización a aprender de ella, a involucrarse, hasta el punto de saber cuál será la forma más idónea de realizar cambios e implantarlos, (son cambios específicos que la consultoría industrial no puede atender, ya sea por la dedicación o por el tiempo que se requiere). Se asocia, se involucra; la diferencia es justo esa. El consultor que llega a trabajar a una empresa, será diferente al que termina. Cambia, evoluciona, se adapta a ella. El Consultor industrial no puede hacerlo. Debe implantar un sistema preestablecido, en un tiempo acordado. No puede variar el producto. 

Esa es la maravillosa diferencia. Nada es estático, todo cambia, se transforma, siempre para ser mejor persona y un mejor consultor.
Sería bueno contar con una Red de Consultores Artesanos en Venezuela, aquellos que son distintos, que moldean el barro y que trabajan desde la realidad de la gente. Se llamaría RedCA-Ve

2 comentarios:

sebastian bogni dijo...

A mi parecer en un país como Venezuela, en el que las circunstancias en las cuales se manejan las empresas varían con tanta frecuencia, es indispensable la creación de una Red de Consultores Artesanos. La finalidad de la misma seria la evaluación individual de la problemática existente en cada empresa y la creación de una metodología particular para la resolución de dicha problemática, mejorando de esta manera la productividad de las empresas.

Ricardo Lorenzini dijo...

en mi opinión, me parece muy buena idea eso de un consultor artesano por el simple hecho de que él se involucra y forma una relación con la empresa y en base a sus necesidades encontrara la solución apta.en cambio, un consultor industrial solo llega a la empresa implementa un método ya antes hecho en cualquier otra empresa y listo. Vivimos en un país muy distinto a cualquier otro, por eso me parece que la consultoría artesanal es la mejor para nuestro país.