El 21 de Julio de 1969, era un
niño y aun no había cumplido los 13 años. Entonces los niños eran más niños que
los de ahora pues jugaban mucho mas al
aire libre, en grupos, con ingenio; aún no sabíamos que la virtualidad podía
ser realidad; solo se veían los efectos especiales en películas ingenuas de ciencia-ficción.
Pero el 21 de Julio todo cambió; todo aquello a lo cual seguíamos de alguna
manera como la conquista del espacio, (y luego de leer a Julio Verne en su
“Viaje a la luna”), se convirtió en
realidad.
Yo estaba sentado frente a mi televisor
gigante en blanco y negro y vi como un ser humano, un héroe, puso su pié sobre
la superficie lunar. Ese día, definitivamente dejamos los juegos de vaqueros e indios que veíamos en inglés,
por unos flamantes astronautas de goma con casco espacial, naves, estaciones,
equipos, accesorios, carros espaciales y todo. Fue un furor, pero en el “espacio” real y no frente a un
ordenador, un gadget o un teléfono inteligente. Cuando vi la saga de “Toy Story”,
la vi como un adulto que se emociona con una historia, compartiendo el asombro
de los avances de la tecnología bajo la batuta del genio de Pixar, pero jamás
como una historia ya vivida que está pasando frente a mis ojos.
Es ahora, con la partida estelar
mi gran y admirado héroe de la infancia,
que me doy cuenta de ello. Acaba de partir, Neil Armstrong quién fuera el
primer hombre en lograr la proeza de Verne; viajar a través del espacio y
caminar sobre la luna; una proeza, (aunque la proeza mayor haya sido regresar
sano y salvo). Los periódicos lo reseñan como “su salto a la eternidad”. Es increíble
regresar a la infancia en recuerdos, así sea por momentos, o por necesidad. Hay
definitivamente, mucho que aprender allí. Y no se trata de “regresar” para
anclarse, sino para aprender. Ahora jugando con mi re-sobrino de dos años, y
viendo por décima vez, “Toy Story 2”, y admirando a Buzz, es que me he dado
cuenta. Buzz, Lightyear está inspirado en el segundo hombre que pisó la Luna y que
acompañó a Armstrong en la azaña, Edwin Aldrin Jr en su famosa nave Apolo 11.
Es magnífico primero, ser querido
por un sobrino, pero es importante “asumir” el rol de igual cuando te pide
jugar, (como niño). Volar con “Buzz”, está mucho más cerca de la llegada a la
luna que su personaje en la película que lo emula y recuerda. Es cierto que no podemos devolver el tiempo y
ser niños, lo que si podemos hacer es “liberar nuestro niño” interno que
siempre existe y lograr que nos ayude a mejorar nuestra percepción de la vida y
definitivamente, ser feliz. Siendo adulto y con un “niño libre”, podemos en
nuestros trabajos ser más creativos, espontáneos y naturales, tal y como lo
hacíamos creando historias con nuestros personajes de goma en un “espacio” que estaba comprendido entre el cercado, el árbol
y la calle frente al jardín.
Si aceptamos de este ensayo, que
los niños son creativos por naturaleza, les entrego unas sencillas reflexiones
para poder también ser creativos en nuestros puestos de trabajo, en los
procesos o en el logro de las metas corporativas. No importa si estamos en
ventas, operaciones, compras, RRHH o finanzas. La creatividad como muchos
estudiosos han dicho, (Pensamiento Lateral de E. De Bono), se basa en el
desarrollo del pensamiento lateral, que pretende encontrar soluciones creativas
a los problemas que nos ocupan. (Decir adiós a la linealidad).
Lo que yo propongo, es ver que hubiéramos
hecho con lo que sabemos, pero con la actitud de cuando fuimos niños. Me atrevería a decir que
la creatividad viene acompañada de la imaginación, la irreverencia productiva,
la inconformidad, y la espontaneidad.
Estos son las 10 claves para
activar la creatividad:
1. Ser
espontáneo. La tormenta de ideas sin prejuicios, abre la mente y nos convierte
en seres participativos. Los juicios previos del cerebro, son controlados hasta
el punto que se crea, justo antes de que opere algún paradigma lineal que lo cohíba.
2. No
tratar de ser perfeccionista, es mejor intentar. A veces no hacemos o
intentamos una solución porque no llegamos a controlar todos sus aspectos o
variables. Hágase acompañar de quien lo sepa, tampoco arriesgue los activos de
la empresa, pero tampoco se inmovilice.
3. No
trabajar solo, casi siempre en equipos. Es raro ver a niños en una fiesta
jugando en forma aislada. De inmediato se asocian, forman grupos, y se
enfrentan. Mayormente son competencias sanas que motivan a la creatividad.
4. Crear
mundos, micro-mundos, simulaciones. El juego de roles, es una actividad
divertida que podemos implementar en la oficina. Se trata de asumir roles como
si fuese la realidad y hacer una “corrida” a ver qué sucede y que soluciones se
consiguen. Es interesante ver fluir a los niños en las cajas de arena, cuando
crean micro mundos.
5. Deseos
de descubrir y vivir la aventura. El aprendizaje por descubrimiento, sin dudas,
estimula el ingenio. Los gerentes pueden colocarle retos a sus gerentes de vez
en cuando, para que puedan investigar, descubrir soluciones y establecer redes
de contactos. El aprendizaje por descubrimiento en proyectos, permite a los
gerentes aprender tomando riesgos en proyectos paralelos a la realidad. Son
como simuladores de vuelo de los aviadores.
6. Soluciones
lúdicas. La diversión en el trabajo es necesario. Ya hemos visto a grandes
empresas dotando de elementos mágicos, de relajación y de reflexión a sus
espacios de trabajo. Los extramuros son necesarios. Sirven para conocerse y
aprender a trabajar mejor, lo que se logra generalmente en ambientes campestres
o de playa, donde podamos jugar.
7. Interconexión.
En la era de la información no solo importa saber, sino saber quién sabe. El
tejido de redes es común en los juegos de los niños, también el juego de roles.
8. Alegría.
El trabajo debe estar acompañado de emociones positivas. Ya está demostrado
científicamente, que las emociones positivas impactan tanto en el ambiente de
trabajo y al final, en la felicidad que podemos sentir. Y una meta de nosotros,
es ser felices.
9. Dar
soluciones con lo que tenemos a la mano y sabemos utilizar; no esperar por
materiales que no conocemos ni podemos obtener. (La gente de Apolo 13 lo supo
hacer)
1 Fluir.
Si hay quienes saben fluir son los niños, cuyo tiempo de juego se vuelve tan
relativo, que pierden su noción. Una vez escribí, que todo gerente debería
fluir alguna vez en su carrera dando un taller. Se me olvidó que todos los
niños pueden fluir jugando y que todos hemos fluido, pero no lo recordamos.
Cuando ya somos grandes, (adultos
mayores), vemos hacia atrás y conseguimos el verdadero sentido y satisfacción
profesional, cuando logramos colaborar a obtener espacios, ambientes y trabajos
relajados, lúdicos, con emociones positivas, de formación de equipos de alto desempeño.
Porque en algún momento nos podemos realizar, haciendo lo que hubiéramos
querido tener años antes, en nuestros lugares de trabajo.
Hace tres días, luego de haber
jugado con mi ahijado-sobrino-nieto y con Buzz, volando por el espacio, y con
la conmovedora partida de mi héroe de infancia, tuve la necesidad imperiosa de
recordar. Supe que existió un personaje en mi mente que servía de vaso
conductor entre los vaqueros, los indios y los aventureros espaciales. Al cabo
de un dia, llegó y recordé:
-“Muchu-flash-K Perinola”
Una suerte de mago espacial totalmente
inventado, que cohesionaba, amalgamaba, despertaba la curiosidad, incitaba, y creaba.
A través de él podía componer historias, tal como el niño del “Toy Story”.
No sé por qué le decimos adiós a
esa capacidad espontánea de jugar y de crear. A veces veo la foto de Einstein comiéndose
un helado con la legua afuera y pienso: “-
debe estar pensando en la relación entre la velocidad de la luz y la energía”
Hoy, como dice la foto, el héroe
Armstrong partió para realizar su vuelo galáctico. Ya había trascendido; ya
había visto a La Tierra desde el espacio. Ahora estará volando y gritando: “Hasta
el infinito….y más allá…”
(Gracias amigo por devolverme a Muchu-flash-K Perinola)
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Nota: la foto es del diario El Universal de Caracas y la reseña digital
1 comentario:
Los niños son creativos, felices, aventureros. Pensar como niños en nuestro trabajo, estudios y en el día a día es la mejor manera de darle otro punto de vista a todo, viviendo en una sociedad tan preocupada y apurada esto puede ayudar a que todo sea más tranquilo. Estoy muy de acuerdo con las claves para activar la creatividad y vivir de una forma más alegre que nos lleve al éxito.
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