domingo, diciembre 13, 2009

Lecciones Aprendidas. Parte 3.

La mayoría de las cosas que nos ha tocado vivir, no se han correspondido a conocimientos pre determinados ni a “manuales de uso”, que la vida trae como agregado. Nos hemos tenido que enfrentar a cada situación de la mejor manera que nos ha sido posible, para superar los eventos o los problemas cotidianos. Más aún si se trata de criar hijos, ya que aprendemos con ellos en la medida en que van creciendo y se ven en la necesidad de superar obstáculos, y nosotros en ayudarlos a superarlos. Es un poco de aprendizaje empírico, que solo cuenta con nuestras propias vivencias de “cuando nos tocó vivirlo”, y nuestros padres de una u otra manera trataron de hacer su “mejor parte”. Pero como dijo Ortega y Gasset: “El hombre (YO) es igual a la suma de su yo, mas la circunstancia que le toca vivir.

Eso hace que lo que conocimos como propio y como solución en algún momento de nuestra vida, quizá no se pueda aplicar en este momento, porque simplemente no nos pareció la solución más adecuada. La visión empírica como herramienta para construir “lecciones aprendidas”, es lo que nos va quedando para palear la inconvenientes y ayudar a nuestros hijos a tomar las decisiones correctas, si así nos lo fuese solicitado. No podemos vivir sus vidas, pero podemos vivirlas con ellos un poco como de aprendizaje común donde el que guía, aprende igualmente como el guiado. (¿Relación maestro-aprendíz?)

Franco es el Gerente de Proyectos en la empresa que artesanalmente ayudo en este momento. No tiene hijos aún pero es un amante de los animales. Gran parte de su tiempo libre lo dedica a hacerles más llevadera la vida a los perritos de la calle. Ahora, luego de mucho tiempo, hemos adoptado en casa a un perro Labrador, una especie de perro gigante, cariñoso e inteligente.

Franco siempre me dice que uno no puede educar a los perros como si fuesen humanos y que hay que colocarse en el lugar de sus padres perrunos. En cada conversación tácita-tácita ocurre una transferencia maravillosa de aprendizajes y experiencias de comportamiento, y que yo a su vez, transfiero a los otros integrantes de mi casa. Un poco de tanto criar animales, él ha llegado por la experiencia y el estudio, a conocer la “mejor manera de hacer las cosas bien y de una vez”. Y las cosas funcionan y nuestro perrito, sin dejar de ser perro y nosotros humanos, hemos llegado a niveles de comunicación y convivencia bastante aceptables. Porque los humanos aprendemos también de la experiencia y del deseo de aprender a hacer los correcto.

En una ocasión le pregunté a que se debía que el cachorro me colocara la pata sobre mi brazo. Me explicó que estaba tratando de expresar que quería ser el “macho dominante de la casa” que cuando lo hiciera le colocara la mano sobre su cuello. Y así fue. Aprendizaje can-humano para una cordial convivencia. Seguro Franco llegará a ser un gran padre cuando le toque, no porque conoce la sicología perruna, sino porque ha estructurado su método de transformar sus experiencias en aprendizajes, sus aprendizajes en conocimiento y su conocimiento en sabiduría; y eso se aplica a todos los ámbitos de la vida.

Decía Kolb, en su rueda del aprendizaje, que los hombres y mujeres podemos llegar a comprender el ciclo del aprendizaje. Y es ciclo, modelado en forma circular, porque comprende y supone que en cada ciclo, deberíamos ser mejores cada vez, pues aprenderíamos a utilizar nuestras nuevas lecciones aprendidas para hacerlo mejor la próxima vez. De eso se trata todo, de incorporar una metodología que nos ayude a ser mejores y aprender de nuestros aciertos y de nuestros errores.


Como vemos en el gráfico de Kolb, todo comienza con un volver a vivir lo sucedido y tratar de desprenderse de prejuicios externos e internos para colocar el suceso en contexto. “Inmersionar” o adentrarse profundamente en el tema, es volver a vivir lo acontecido con todos sus detalles.

La reflexión, es poder contestar las preguntas y entender que pasó. ¿Cómo?, ¿Por qué? ¿Quién? Cuándo?. Cuando hayamos contestado las preguntas, habremos reflexionado. Tambien deberemos tratar de conseguir nuestras mejores respuestas.
Conceptualizar es “mapear”, hacer un mapa genérico del aprendizaje, es construir las lecciones aprendidas. Cambiar estructuras, y nuestra visión del mundo bajo una actitud mejor, más proactiva y educativa.
Se termina con el accionar. Si no aplicamos, todo quedará en experiencia y quizá volvamos a cometer los mismos errores de siempre. Porque el “lobo con la edad, pierde los pelos, pero no las costumbres”. Debemos cambiar nuestras estructuras de pensamiento en la medida que aprendemos a hacer mejor las cosas.

Las lecciones aprendidas en la vida misma o en Gestión de Proyectos, se convierte en la más poderosa herramienta de la visión integradora del proceso. Poder llegar a aprender de los errores y aciertos, sin lugar a dudas nos convierte en mejores profesionales, con capacidad de romper paradigmas pre-hechos y lograr a adaptarse a los continuos cambios que nos demanda la sociedad del siglo XXI.

Seguro que nuestros hijos nos lo agradecerán también.

Alberto

Nota: El mapa de Kolb es realizado por mis alumnos de la materia Gestión del Conocimiento,2009

2 comentarios:

GET dijo...

La visión sistémica del aprendizaje grupal establece un CICLO o rueda, que domina el ritmo de las organizaciones inteligentes. El cambio duradero se logra explotando este ritmo de crear el tiempo adecuado para los distintos tipos de pensamientos y discusión colectiva, interactuando en las siguientes etapas que van desde la CONCRECIÓN a lo ABSTRACTO y del PENSAR a la ACCIÓN.

Para que el ciclo reforzador funcione adecuadamente hace falta gente COMMPLEMENTARIA, que sea representativa de los cuatro estilos y permita EQUILIBRAR. De esa forma, un buen gerente de proyectos debe ser capaz de aplacar el impetu de los ejecutores, que dominan la acción, para ofrecerle una ventaja a los que observan y traen ideas nuevas, pero luego debe callar a los divergentes para que se logren la CONEXIONES que permitan converger en decisiones que guíen la acción.

Si el ciclo no se efectúa en la secuencia indicada, el resultado tiende a ser que la ESPIRAL REFORZADORA gira en sentido contrario, impidiendo el buen desempeño del equipo. Por ejemplo se puede analizar el ciclo negativo del "apagafueguismo". En este caso, la acción PROLONGADA de una actividad, genera el exceso de trabajo y cansancio del equipo. Como las personas se hallan muy ocupadas, no tienen tiempo de seentarse a explotar ideas con detenimiento, DISPERSÁNDOSE la concentración y disminuyendo el nivel de comprensión. Esto trae como consecuencia un abordaje SUPERFICIAL del problema, llegando a decisiones que no tienen arraigo, ni permiten conducir a la acción efectiva, acumulándose más y más problemas, en el efecto multiplicador "bola de nieve".

Facility manager dijo...

Hola GET:
Tal cual, acá aplica la frase "no me apures que voy con prisa" De eso solo queda el cansancio y repetir los errores.

Comparto contigo que los equipos por proyectos deben estar balanceados. Alguien reflexivo es fundamental, así como el que es capaz de llevar todo a la práctica.
Son cuatro estilos distintos, que se suman a las funciones que enunciara Balbil en sus juegos de roles.
Quizá sería interesante como tarea académica, hacer una matriz y cruzar los roles de Balbin, (hipernodo, financista, cuenta-cuentos, scout, librero,etc) con las fases de aprendizaje de Kolb, (inmmersión, reflexión, conceptualización y acción) a ver que características se obtienen.
Gracias como siempre, por el complemento,
Alberto