Los hombres y las
mujeres somos diferentes. Como dicen las
leyes laborales , en lo bio-psico-social-espiritual y cultural, aunque lo mas observable es lo biológico y cognitivo.. La biología lo marca con una hipófisis más grande
en la mujer, tienen el lóbulo pre frontal de las emociones distinto y así, sus
redes neuronales. La mujer está preparada para cuidar el bebe durante toda la
gestación, lo que hace que deba tener un ejercito hormonal diferenciado y
adecuado a la maternidad, lo que la hace ver, sentir y percibir otras cosas que los hombres no vemos.
Siempre se dice
que la mujer tiene la capacidad de realizar más de una actividad a la vez, lo
que desarrolla sin duda en la lactancia, haciendo varias cosas simultáneamente.
La mujer tiene una capacidad de observación más desarrollada, se da cuenta de los detalles y logra hacer
asociaciones cognitivas sin mayor
esfuerzo. Tiene una mejor memoria que el hombre, quizá por la diferencia
mostrada en la neurociencias, lo que hace que el hombre siempre tenga temor de
olvidar algún detalle que la mujer no deja pasar por alto. Sin embargo, la
misma diferenciación hormonal que en la mayoría de los casos que la favorecen, también
la limitan, en los periodos de cambios mensuales que dicen los investigadores,
se asocia con los cambios de estados de ánimo.
En lo simbólico
de los elementos, se asocia a la mujer con el agua y la tierra; de allí que la
llamen la “madre tierra” y al hombre con el aire y el fuego. Si bien es cierto
que todos conocemos los cuatro elementos, la naturaleza femenina se acerca al
amor y la fluidez del agua, y a lo centrado y enraizado de la tierra. El hombre
es mas libre en el aire, y mas arriesgado y divertido en si mismo, desde el
fuego.
El coaching es
una nueva disciplina de acompañamiento de otras personas en nuevos
desplazamientos. Se fundamenta en los postulados de la ontología del lenguaje y
en el poder generador que tiene, donde uno actúa tal y como se es, pero se es
tal y como actuamos. De este cambio, podemos decir que el principal objetivo
del coaching sea, el cambio del ser o del observador que vamos siendo, y desde
allí, hacer nuevas acciones que nos conducen a nuevos resultados. De su
aprendizaje se deriva el nuevo ser en lo que llamamos el devenir, o aquello que
nos va pasando mientras vivimos, buscamos, aprendemos y cambiamos.
Las competencias
del coach en esencia son la impecabilidad, la confianza, el conocimiento y la
competencia. La confianza entre ellas, se destaca por la relación que se forma
entre quien escucha y quién quiere desplazarse. Para ello debe aprender a
escuchar, a estar en armonía con el presente, en controlar su voz interior, en
el respeto al otro, en la compasión y en el manejo de las distinciones verbales,
corporales y emocionales. Conoce que las personas se comunican simultáneamente
en esos tres aspectos y el coach puede observar la coherencia entre ellos e indagar en lo que observa. La indagación
apreciativa entonces, deviene también como una competencia que el coach utiliza
para valorar al que habla.
Desde acá, me he
realizado la pregunta, si el coaching tuviera género,
¿cuál sería?.
Yo pienso
que sería una mujer. Una coach puede simultáneamente, entender la estructura de
coherencia y construir preguntas a la par que observa el contenido del
discurso, puede asociar esa coherencia entre los distintos ámbitos de su
vida. Puede recordar toda la historia y correlacionarla con la estructura de
coherencia y construir puntos de quiebre, emociones manifiestas, juicios o prejuicios
, declaraciones o afirmaciones que sustentan a los juicios. Como puede hacer varias
cosas a la vez se le facilita el manejo temporal de la historia en las
distintas áreas de desempeño con las personas afiliadas a la historia. Al
final, es capaz de estructurar una interpretación de la incompetencia y construir
desde allí, acciones que le permitan, mejorar su desempeño, darse cuenta de lo
que lo limita, encontrar nuevas oportunidades y poder realizar o definir planes
de acción.
La buena noticia
de esta interpretación, es que el hombre puede aprender desde lo que es. Al
final, todos tenemos más o menos las mismas cosas pero en diferentes
proporciones. Desde lo que nos iguala, el hombre estaría en la capacidad de
desarrollar actitudes y aptitudes que no le son del todo propias, y llegar a
tener las mismas competencias de una mujer. Lo que quiero decir, es que tanto
el hombre como la mujer pueden llegar a ser los mejores coaches; pero el hombre
debe trabajar más.
Cuando le hice
esta pregunta a mis amigos queridos coaches de España, me contestaron que no
sería una mujer. Su respuesta se orientó a que sería “andrógino” que según la
RAE son los organismos que reúnen ambos sexos. Dice que el percebe es un molusco
andrógino. Pues bien, el coaching sería andrógino.
Nota:
percebe
nombre masculino
- 1.Crustáceo marino de cuerpo cilíndrico y alargado protegido en su extremo por un caparazón reforzado por placas calizas; es hermafrodita, vive en las costas atlánticas, adherido a las rocas mediante un pedúnculo carnoso, y se cría formando grupos; el pedúnculo es comestible y muy apreciado. wikipedia. Foto tomada de wikipedia
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