“Pedro tiene un jefe muy
estricto. Ha logrado que la gente trabaje proponiendo acciones y haciendo
seguimiento semanal. En las reuniones, la actitud del jefe es cerrada, parece
que no escuchara sino que solo emite juicios del desempeño de Pedro. Las cosas
funcionan por un tiempo por resultados, y el jefe de Pedro es felicitado por
lograr sus objetivos y además le dan un bono por ello. Con el tiempo, se vuelve
más estricto llegando a amenazarlos, en algunas ocasiones, sino se alinean con
el logro de las metas. Pedro entonces se paraliza. El miedo que siente de perder
su trabajo, hace que no logre centrarse y obtener resultados. El jefe de Pedro
se pregunta que le estará pasando.”
El miedo definitivamente es
una emoción que paraliza. Las emociones generalmente son propiciadoras de la
acción que llevan a obtener resultados. El miedo, el temor, la ira, la rabia,
el pesimismo, entre otras, son emociones que tienen un efecto contrario sobre
nuestra capacidad de hacer; nos paraliza. Luego de paralizados viene un proceso
que se realimenta, sintiendo más miedo y sintiéndose menos capaz de hacer.
Según la teoría de Peter Senge en La Quinta Disciplina, lo veríamos como un
bucle de realimentación negativa. (Senge,2014)
¿Cómo salir de ese sistema
perverso que paraliza?.
Desde la psicología positiva
(Seligman, 2014) hemos visto que se ha demostrado científicamente por medio de
experimentos y observaciones, (Fredickson,2014), que existe una correlación
entre los malo que sentimos y lo bueno que podemos sentir, en una proporción de
que tres buenas, anulan una mala. Eso quiere decir, que Pedro para sentirse
mejor debería darse cuenta y hacer acciones “deliberadas y permanentes” (Lindner,
A, 2014), en otros ámbitos, que lo hagan sentirse bien. Por ejemplo, el aprecio
a la belleza, como fortaleza de carácter haría que Pedro pueda emocionarse con
un amanecer, o apreciar las flores y la naturaleza. A través de la gratitud
como fortaleza, que pueda ver las acciones que reciba y que lo hagan sentirse
bien. Podemos nombrar muchas otras; el tema es si Pedro conoce esto, o si va a
ser capaz de realizarlo, aunque no es nada complicado. Igualmente, cuando
llegue feliz de su casa, a su trabajo, se conectará quizá ahora con un estado
de ánimo de resentimiento que lo va a llevar al miedo nuevamente. ¡Pedro debe
encontrar qué le produce ese miedo que lo paraliza y en dónde reside…!
Pedro decide entonces hacer
una sesión de coaching ontológico, (Echeverría, 2014), basado en indagación
apreciativa que trabaja desde las fortalezas de carácter que tiene Pedro. En la
sesión, Pedro descubre y entiende que a veces las emociones son producidos por
juicios internos, juicios que nos constituyen como personas, que hay buenos y
malos, pero que hay fundados e infundados. Pedro se da cuenta que su miedo
viene del juicio de la des-confianza.
Miedo producido por el desplazamiento del jefe hacia lo propositivo, lo
impuesto, y mucho menos ahora hacia lo indagativo, lo colaborativo y proactivo.
Pedro tiene dos caminos; recuperar su auto-confianza a pesar de la realidad, o
hablar con su jefe. Pedro optó por lo segundo y ahora logra sus metas desde un
ambiente de confianza mutua.
Las empresas deberían
establecer mecanismos por medio de los cuales, se establezcan ambientes de
trabajos fundados en la confianza. La confianza y su opuesto son
definitivamente juicios que se elaboran las personas desde lo que ven y desde lo
que hace con lo que interpreta. Cada quién ve e interpreta cosas distintas.
Para trabajar juntos debemos cerrar las brechas que nos separan. Generar confianza
es un buen camino. No hay fórmulas mágicas ni consejos; solo querer hacer las
cosas de una mejor manera, conociendo y escuchando al otro, como un “legítimo
otro”.
Los juicios se fundan en las
percepciones y en las acciones previas; pueden conectarnos a estados de ánimo
desde los cuales no podemos sentirnos bien. Ahora, con todo lo que sabemos de
la psicología positiva y de la promoción del bienestar, tengo la confianza que
desde la ontología del lenguaje y el poder generativo del ser, podamos
desfundar juicios, para eliminar emociones negativas. Una vez disueltas,
llenarnos de emociones positivas que nazcan desde nuestras capacidades y
fortalezas de carácter con las que contamos. Desfundar juicios que nos
paralizan, tiene un poder de bienestar demasiado grande. Trabajemos como
empresas, como gente de RRHH o como Promotores de Bienestar, como “disolvedores”
de juicios negativos.
Referencias bibliográficas
recomendadas:
·
Senge, Peter, (2014) Wikipedia, disponible
en,
·
Seligman, M. (2014) Conferencia en TED sobre
la Psicología Positiva
·
Fredickson, Barbara (2014). Wikipedia,
disponible en,
·
Lindner, Alberto. (2014) 10.000 horas,
disponible en,
Imagen original libre de marketingguerrilla
1 comentario:
Esta lectura involucra un tema muy importante que es el tema de la confianza, una confianza que nos lleva a ser mejores profesionales, personas, novios y más. Muchos factores afectarán nuestro nivel de confianza, nuestro autocontrol, ya que está científicamente comprobado que los hombres no nacimos aprendidos y que para eso existe la vida, el recorrido, el mundo exterior, las experiencias; para llevar a cabo ese autocontrol es importante saber AFRONTAR todo lo que puede desviarnos de un camino. La vida nos enseña que cada paso que das es una experiencia nueva, cada error que cometas es un aprendizaje más y mientras más "recorrido" tengas, más exitoso serás. Pedro y todos en el mundo debemos aprender que el miedo es algo normal, de hecho soy un fiel creyente que sin miedo no salen las cosas bien; un ejemplo clásico, estudias muchísimo para un parcial de una materia en la universidad y ¿qué es lo primero que se te viene a la mente? "¿estará difícil?", "¿y si me preguntan esto y no me lo se?" o "tengo miedo, rasparé" pero eso es normal, al haberte preparado tanto las personas sienten miedo de que todo por lo que lucharon no se logre y pierden la confianza en si mismos, pero nunca podemos dejar que ese miedo nos aleje de la meta, hay que aprender a llevar ese miedo de la mano para que cuando logremos lo prometido podamos decir con orgullo "lo logré". Esta es una reflexión que todo estudiante debe llevar consigo mismo porque apenas uno se gradúa viene el verdadero recorrido y hay que saber AFRONTAR lo que se viene y sacar a flote todo lo que se ha aprendido y a lograr por todo lo que se ha luchado.
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