domingo, enero 15, 2012

¿Se deben celebrar los logros?


El manejo gerencial de la gente, es sin dudas, uno de los retos más grandes que se presentan en las empresas. Desde hace mucho tiempo, la gestión de gente dejo de ser una responsabilidad exclusiva del departamento de RRHH, para ser compartido por todos los interesados que hacen vida en la organización, y permiten se desarrolle la cadena de valor para poder aspirar a la paz laboral, al co-gobierno, al crecimiento y a la rentabilidad.

Las metas  empresariales se logran con la gente.  Se trata  que de manera genuina, los gerentes líderes, puedan llegar con su mensaje a la gente, y logren armonizar las estrategias, el trabajo compartido, todo con  habilidades novedosas como la “cercanía”  y el compromiso. La cercanía, no es más, que la disponibilidad, del líder mediante una comunicación eficaz que le permite estar “disponible” la mayor parte del tiempo; tiempo el que destina para transmitir valores, hacer coaching, conocer su talento humano, integrar y lograr sinergia entre las partes, que al final, logra distribuir el conocimiento grupal para hacerlo mucho más útil para todos.

La cercanía, como habilidad gerencial, por una parte, y como situación grupal, por la otra, genera la segunda condición mencionada, que es el compromiso. Un compromiso igualmente genuino, que hace que la visión de la empresa se alinee en pro del logro de una meta, utilizando las actitudes y conductas mejores que se puedan usar, para que se active la estrategia, y todos conozcan y compartan, las formas, acciones y medios.
En la elaboración de la estrategia se debe considerar a la gente que la va a llevar a cabo. Una estrategia teórica es inviable o solo meramente un ejercicio teórico. Cuando se elaboran estrategias, se debe hacer en función del recurso o talento con el que contamos, un poco de la visión artesana aplicada a la gestión de gente.

Las estrategias se implementan a través de tácticas y planes de acción o proyectos. Los proyectos como ya sabemos, son una serie de actividades que realizamos para obtener un producto único en un tiempo limitado y bajo un presupuesto estimado. Algunas empresas, diseñan productos internos para establecer ambientes de trabajo apropiados para que se desarrolle la estrategia y alcancemos la meta. Unos de esos proyectos son los sistemas de comunicación interna, así como las revistas de información. Son procesos repetitivos, pero que por su condición de producto único, los convierte en proyectos cada vez que se editan. Hemos visto como estos “inocuos” instrumentos de información son capaces a la larga, de activar valores y difundirlos, establecer conductas, transmitir sueños corporativos, empoderar a los lideres, transmitir proyectos y hasta modificar el nombre de la empresa. Los cambios culturales necesarios para apoyar a la estrategia son de constancia, de apoyo, de seguimiento y de aceptación por parte de toda la empresa.
A veces, estos instrumentos o proyectos recurrentes, llegan a asentarse y a formar parte de la cultura. A veces, se cumplen cinco años y entonces, los facilitadores del proceso, deciden celebrarlo. ¿Se deben celebrar los logros empresariales?  
Creo que sí, sobre todo si sirven además de generar cercanía y compromiso,  para estimular a la creación de equipos de alto desempeño.  Además la empresa nos dice que le interesa lo que hacemos y que celebra con nosotros nuestros logros.

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