Las cosas han
cambiado. Solo basta ver las señas para darse cuenta. Los consultores tenemos
la necesidad de ver las señas, so pena de quedarnos desactualizados y hablar de
temas y entornos que no son entendidos, o quizá suenen pasados de moda. Los
consultores artesanos, aquellos que trabajamos junto a la gente, aportando
nuestra experiencia, sumando a la de otros, quizá tengamos mejores oportunidades, pues en
la ayuda, ocurre la transferencia bidireccional; donde el consultor desde la
humildad, siempre aprende de los demás.
Hoy en día, y
quizá por algún tiempo, observamos a los influenciadores,
aquellos que sin mayor despliegue tecnológico y sin soberbia, muestran lo que
saben, con sus propias palabras y con la honestidad de quién lo hace porque lo
quiere hacer. La gente los sigue, acompaña y aprenden juntos. Se reconoce la
humildad, la cercanía, el desapego, la entrega, la confianza, y el afecto. Ahora
hay doctores en física que hablan desde sus casas, sus cuartos, o desde los
parques donde caminan; muestran donde comen y lo que comen, y se crean lazos
fuertes entre el que genera contenido y el que lo consume. Es un tejido de
red-laciones en el que se comparten momentos, conocimientos, y humanidad.
Este tema
seguramente haya sido analizado y estudiado por los expertos, más profundamente
y quizá ya hayan estudios superiores para formar a influenciadores, que en alguna proporción, llegan a vivir de los
clientes que los llaman; aquellos que llegan a saturar con información sin
contenido. En otra proporción, están los que influencian sin pedir nada. Este escrito se trata de aquellos que siendo
famosos, comparten su vida con sus seguidores formando vínculos entre ellos y
sus redes. Desde la mirada compuesta entre la ontología del lenguaje y las
fortalezas de carácter de la psicología positiva, es que trataré de interpretar
lo que observo en la gente que sigo. Este análisis lo hago también, en función
de comprender por qué lo hacen, su propósito final, o de vida, o conocer si esa
competencia o fortaleza la podemos desarrollar los que ya entramos en la
tercera edad, y sin que nuestros posibles seguidores sean exclusivos de esa
edad e incluyan millennials y Zs. Todo esto, trasladable siempre a la gestión
de personas en las empresas.
Pero, ¿cómo
lograr adquirir las competencias necesarias para ser un buen comunicador sin
importar la edad, y que el mensaje pueda llegar a todas las audiencias?
La siguiente
descripción se basa en las fortalezas de carácter que hizo el Dr. Martin
Seligman desde los postulados de la psicología positiva y en la observación de
varios casos de influenciadores emblemáticos
que han tenido o tienen significado en mi vida:
- · Coach de plenitud de vida. España
- · Dr. en Física. Youtuber. España
- · Periodista. Venezuela
- · Músico. Colombia
- · Emprendedor. Venezolano-Francés
En todos los
casos, se presenta la cercanía a la gente; cualquiera pudiera pensar que está a
su alcance y de hecho, casi todos contestan las preguntas que les hacen; son
genuinos y auténticos en lo que dicen y hacen, generalmente mantienen una causa
que se alinea a un propósito de vida definido. Uno de ellos aclara que la
comunicación es parte de su sentido de vida. Gustan de los animales y hacen
causa en la protección de los necesitados; también hacen causa con las
necesidades de la gente con problemas de salud.
Todos se muestran
como personas normales, que salen a comer, se divierten, bailan, se ríen y
descansan. En cierta forma su vida cotidiana se muestra como parte de su propio
propósito de vida. Los influenciadores
no ocultan lo que les pasa; lo muestran y muestran el proceso como enfrentarlo.
También son generadores de contenido de diferentes formas, desde música hasta
nociones de física cuántica. Manejan el humor como parte de una comunicación
fluida que asemeja a una conversación con la audiencia. De hecho, transmiten en
mayor cantidad en “vivo” y desde allí, saludan las preguntas, a los países y a las
personas.
Estos
facilitadores que sigo que son X,Y y Z, leen con frecuencia y comparten sus
aprendizajes de cualquier tipo. En los
casos mencionados 3/5 han escrito libros, y comparten su contenido. La gente
interpreta que no lo hacen para vendérselos, sino por el contrario, generan en
la audiencia un deseo de poder contar con un ejemplar físico, firmado por ellos.
Las fortalezas de
un influenciador serían más o menos:
·
Humildad.
Prefiere escuchar a los demás y aprender de ellos. No trata de ser reconocido per se, sino que ello ocurre por
reconocimiento. Sabe reconocer sus errores y trata de ser ejemplo de ello
cuando se equivoca. Reconoce a su ego protector, lo recibe con humildad cuando
aparece y habla desde lo que va construyendo, no desde todo lo que sabe
·
Humor.
El humor sin dudas en la contraparte del amor. Amor y humor, dicen que es la
clave para las red-laciones sociales. La fortaleza del humor les permite reírse
de sí mismo, mantener la atención, y estar permanentemente en un estado de
bienestar integral. El humor aparece en el conocimiento de sí mismo y es
ejemplarizante para los seguidores. El humor como fortaleza permite que la
audiencia se conecte con emociones positivas expansivas como la diversión y la
alegría
·
Amabilidad.
Se disfruta ayudando a otros y enseñando lo que sabe que piensa puede ser útil
a los demás. La gente lo quiere por lo que es, no por el personaje que pudiera
estar representando. Generalmente son originales en lo que dicen y hacen y se
les reconoce como consistentes
·
Honestidad.
Se vive de forma genuina y auténtica. No se pretende ser otra cosa de lo que se
es. Reconoce sus sentimientos y actúa en consecuencia
·
Perseverancia.
No desfallece, avanza. Es coherente en los otros aspectos de su vida. Continua
a pesar de la adversidad; es resiliente
·
Gratitud.
Se vive intensamente y en un acto de agradecimiento permanente. Sabe ser
agradecido de las cosas que obtiene de la vida y desde allí construyen lo que
entregan a otros. Los seres agradecidos son seres en expansión que logran metas
e inspiran
Es interesante seguir las tendencias, ya
que a veces cambian. Sin embargo la
importancia que adquieren los influenciadores
en los grupos de interés, cada vez son más notorias. Puede ser que cada día, más
personas se arriesguen a mostrarse en las redes tal cual son y desde allí
construir un discurso y generar conocimiento y contenido. Por otra parte, es
interesante aprender de esta nueva comunicación, para llevarla al entorno
laboral. Un influenciador en las
redes internas, puede servir de faro, modelo o paradigma en una empresa y tener
una importancia fundamental en la difusión de valores corporativos, ya no solo
por ser parte de lo que se hace, sino por convicción. En tales casos,
pudiéramos decir que los valores se contagian, no solo se difunden, al igual lo
hacen las emociones positivas .
Alberto
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