lunes, marzo 29, 2010

Piedra, madera, concreto y acero


Desde hace un mes coloqué el vínculo de “Google Analytics” a mi blog, un desarrollador increíble de estadísticas aplicada al blog, en donde se muestra entre tantas cosas, las visitas, las nuevas visitas, el rebote, el tiempo de lectura y los temas preferidos. Cuando uno ya lleva cinco años en esto, es sorprendente comprender que le número de visitas que tienes, no es lo relevante; sino por qué te leen, de dónde te leen y cuantas páginas adicionales se sirven en revisar.

Uno se lleva una sorpresa con esto. Aunque mi blog se encuentra entre el número uno o el tres, del buscador de Google, no es suficiente para sentirse satisfecho por ello, ya que con la nueva data, se debe tratar de generar fidelidad en las visitas y lograr que tus nuevos lectores, puedan encontrar datos de interés, información y hasta conocimiento tácito puro, convertido en explícito.

De la estadística actual, que viene desde hace un mes, he podido conocer que las páginas más visitas son, los “puentes colgantes” del 2007, el post actual, de segundo, y la relación entre productividad y manufactura del año 2009, en el tercero.
En virtud de ese interés mayor, y dada mi experiencia previa en el tema, desarrollo el post de hoy, sobre “Los puentes”:

“Cuando me tocó desempeñarme como Jefe de Departamentos de Ciencias y Técnicas de la Construcción en la universidad, agrupando algunas materias de Ingeniería Civil y de Mecánica, tuve que asumir la asignatura “Materiales y ensayos”.
En esa época algunos estábamos haciendo postgrado de Tecnología Educativa y nos toco rediseñar las materias por competencias para el trabajo, sumando los criterios de responsabilidad social y de “empreduría”. Es así como se decidió estructurar una parte de la materia por ABPro, Aprendizajes Basados en Proyectos, donde el estudiante debía desarrollar conocimientos sobre un material en particular y llevar a una maqueta a escala.

Junto a este proceso, le dimos conocimientos de diseño, de trabajo a escala, de ergonomía y de expresión.
Los criterios del proyecto se fundamentaron y diseñaron en el desarrollo de un puente de uso social, ubicado en un barrio caraqueño, que debía ser repetido muchas veces, ser fácil de construir y de mantener, a la par de que cumpliera cabalmente para lo que fue diseñado.
Labor un tanto más difícil, cuando la audiencia eran estudiantes de ingeniería civil y no de arquitectura, debiendo entrenar en el uso de los espacios y sus significados.

Piedra, Acero, Madera y Concreto, además de Aluminio, Plástico y algunas mezclas de ellos, fueron los materiales escogidos, más o menos, dependiendo del tamaño del curso.

Dado un terreno sobre una quebrada en un barrio, con unas distancias y alturas preestablecidas, el estudiante debería primero conocer la naturaleza del material, revisar bibliografía, ver fotos de ejemplos reales y visitarlos, hasta que con el conocimiento previo, pudiese desarrollar una primera idea conceptual. Así, con el mismo proyecto en el mismo terreno, se obtenían productos maravillosos y distintos en sintonía con lo aprendido y de acuerdo a cada material.

Cada puente era distinto, respondiendo a las realidades mecánicas, físico-químicas y estéticas del material. El modelo a escala solo era un paso para el proyecto, ya que luego que terminaban la ingeniería conceptual y básica, dibujaban en CAD, la ingeniería de detalles, para luego definir la estructura de costos según los materiales disponibles, el desarrollo de un CPM o programa de ejecución, el presupuesto definitivo, llegando a la entrega de todo el portafolio acumulado, junto a las normas y las especificaciones generales que aplicaban.
Se convirtió entonces en una simulación del mundo real, al que al término de poco tiempo, se habrían de enfrentar.

Hoy en día ya no dictamos la materia (Un civil enseñaba concreto u hormigón y yo los demás materiales y el proyecto transversal), por razones que no vienen al caso y el proyecto ya no se ejecuta más.
Una vez escuché de boca de estudiantes:

-¿Qué materia ves el semestre que viene?
-Me toca hacer El Puente."

Sirva este post, a las 350 personas que este mes han tenido el tiempo para leer un artículo antiguo, relacionado al puente. Espero que les sea útil el tema. Los resultados de los proyectos de civil, sin nada que envidiar a los de arquitectura. La misma calidad.

Les anexo las fotos de la última experiencia, a ver si logran identificar que material es cada uno.
Alberto

viernes, marzo 19, 2010

Una vida en 140 caracteres

En mi cotidiano camino de Caracas a Guarenas (una ciudad satélite de la capital), me consigo con 10 semáforos. Acostumbro viajar la primera parte del trayecto con el vidrio del conductor abajo (mala práctica en una ciudad tan insegura), lo que me ha permitido conocer gente sencilla y maravillosa a la vez, en amena conversa diaria y durante el minuto, que es lo que puede durar el cambio de luces, lo que me obliga a seguir andando. En un minuto no son muchas palabras las que se pueden intercambiar, pero en el transcurso del tiempo y en la cotidianidad de la espera, ocurren historias, contadas por entregas, en muy cortos pedazos, como lo hace Twitter en 140 caracteres, pero en este caso P2P.

De los 10 semáforos hay tres en los que especialmente se ha desarrollado la actividad informal y algo comercial. Básicamente son vendedores de periódicos y agentes de organizaciones no gubernamentales, que tienen esos puntos de atención al conductor.

A continuación les relato tres de esas historias, que me han impactado especialmente en mi normal circulación vehicular través de la ciudad.

Primera,
Pedro es un vendedor de periódicos. Tiene 26 años y tiene ya tres hijos. El mayor se llama Pedro como el padre y tiene 7 años. Varias veces lo he visto en el semáforo con su padre. Acaba de tener un par de gemelos y está preocupado por su manutención. Es muy amable y llama a la gente por su nombre.

-“Hola profe, buenos días” (y me da un apretón de manos como siempre)
-¿Porqué tienes mascarilla hoy? -pregunto,
- Por el bote de aguas negras, no vaya a ser que se me pegue alguna enfermedad. Por cierto mi esposa le mandó las gracias por el regalo para los morochos.
- Bueno cuídate, ya voy a llamar a la gente del agua para que lo repare.
-Gracias y hasta luego.”

Segunda,
Teresa es una señora como de 40 años. Se ve que ha sufrido en la vida pero siempre anda muy arreglada. Es muy amable, cordial y saluda siempre con una sonrisa. Si no tengo dinero, igual me entrega el periódico pues sabe que al día siguiente me vuelve a ver. A veces manda a su hija que es igualita a ella, pero 20 años menor, para que le haga “la segunda”.

Teresa es mi cómplice de las lecturas interesantes, en este caso de una colección de libros de gerencia que vino anexa a un periódico de circulación nacional, y que de tanto insistir me hizo comprar , (ya que me consiguió los que ya habían pasado), logrando así leer a Davenport, Hammer, y Porter, entre otros más.

Hace unos meses de tanto ver a la hija le pregunté por su mamá y me dijo con tristeza que había fallecido de un paro pulmonar. Era diciembre y le había comprado un regalo de navidad, que no le pude entregar.

Tercera,
Héctor es un joven bien dispuesto, bien parecido y amable, como de unos 35 años. Lleva el pelo un poco largo que le tapa la frente y siempre está vestido sencillo, pero limpio. Pertenece a una ONG que se llama “Clamor en el barrio”, que se ocupa de los jóvenes que cayeron en la desgracia de las drogas, pero quieren salir de ese mundo. Tiene tres hijos, pero un fallo judicial le ha impedido verlos, por la peligrosidad que representaba. Su Padre, lo botó de la casa, cuando ya no podían hacer mas nada por él, y no se han hablado desde entonces.

Me cuenta que llegó a la organización cuando ya estaba cansado de su vida y no “podía caer más bajo”. Sin embargo, el Director le tendió la mano, y hoy está “limpio” y no ha vuelto a consumir. Vive de su trabajo y de las pocas cosas que puede vender allí, pero en un trabajo digno y reconfortante. Mi última conversación con él, fue más o menos así:

-“Mi amigo, gusto en verte, ¿cómo van tus cosas?
- Muy bien. El Director quiere que me vuelva facilitador y ayude a otros a salir de la desgracia de las drogas. Me mudan para Perú para seguir este apostolado.
-Que bien. ¿Qué dice tu familia?
-Estamos bien. Ya pude ver a mis hijos, y mi papá me dio un abrazo, la bendición, y me dijo que me tiene trabajo en su fábrica a mi regreso.
- Buen viaje, que Dios te bendiga, amigo”

Gente sencilla y amable, que de tanto ver, terminamos “viéndolas” y así conociéndolas. En una ciudad tan contradictoria como la nuestra, donde el peligro acecha en cada esquina, es insólito poder contar estas cosas. Pero son parte de nuestra cotidianidad, un poco de responsabilidad social y de ayudar a otros aunque sea, a que formen parte de nuestras vidas por un minuto al día, en un poco más de 140 caracteres.

Porque a veces, en una esquina, y en los ojos de un extraño, se puede ver la profundidad de la esperanza.
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Nota: el dibujo me pareció perinente ya que plantea a dos personas hablando del "estar" del otro y que tomé del blog de mi amigo Amalio Rey @amaliorey

domingo, marzo 14, 2010

# 216. De la enseñanza de la Arquitectura. Parte 2

Del trabajo en equipo.
De las cosas que más recuerdo en mi paso por la academia, fué el semestre en que nos tuvimos que agrupar en un equipo de trabajo y hacer un proyecto juntos. Por supuesto, luego de estar toda la carrera trabajando solos, este trabajo no fué nada fácil, ya que no habíamos desarrollado las competencias para ello, y aunque resultó muy dificil, nos dió una visión sistémica de lo que habría de ser el trabajo real, muy poco tiempo después.

Porque no podemos educar con una visión individualista y luego pretender que vamos a ser los mejores trabajadores en la formación de equipos, trabajo interdisciplinario y visión compartida.

El proyecto al final, quedó bien estructurado y auque cada quién diseño una parte, tuvimos que acordar muchos elementos, ya que como diseño de conjunto formal, debía tener una coherencia estructural, vehicular, funcional, de acabados, de circulación, espacial y de visión de conjunto. Un "atajaperros" como dicen en mi país. (Cuando colocas muchos canes desconocidos juntos, en una jaula).

Este hecho me ha inducido a reflexionar y a cuestionar un paradigma existente en las escuelas de diseño; de que el trabajo es individual. ¿Y porqué? Pienso que porque se está evaluando la calidad de diseño del estudiante, y en trabajo compartido, quizá el docente no llegue a saber quién hizo qué. Este es otro paradigma, pues el trabajo de diseño, es constante y con alta supervisión, y el docente puede saber a ciencia cierta, que estudiante aportó que cosa, para la consecución del objetivo final.

¿Qué aportaría el trabajo en equipo como estrategia de trabajo?
Se me ocurren muchos beneficios, entre los cuales podría decir:

a. Aprender a trabajar en equipo, y todos sus beneficios. Como dice Truckman, aprender a crecer como equipo de alto desempeño, cuando pasa de la formación de grupo hasta el desempeño del equipo.

b. Aprender a negociar ideas y conceptos en inteligencia distribuida, donde según la visión holística, la suma total es mucho mayor que la suma individual de las partes.

c. Aprender a crecer en los cuatro pilares de la educación que enunciara Delors para la Unesco, aprender a ser, conocer, hacer y convivir. Esta última tendría el mayor efecto.

d. Aprender socialmente basado en todas las visiones de Gestión de Conocimiento, que plantea que el conocimiento se transfiere y puede pasar de un individuo a otro de una manera tácita, tal cual un padre enseña a montar bicicleta a un hijo. El beneficio más directo es que el docente puede ayudar a los estudiantes con mas problemas cuando trabaja junto a los más aventajados. (Esto lo he vivido directamente y conozco sus potencialidades. El ayudar a otros a crecer, en vez de relegarlos, no tiene precio en su valor multiplicador y como aporte a la sociedad). Estos conceptos tuvieron raíz, en la ponencia de Vigotsky.

e. Educación en Valores, pues se debe trabajar con Disciplina, Comprensión, Amistad, Templanza, Honestidad, Responsabilidad, solidaridad y Etica. Que bueno sería si se estima colocar un trabajo social, en algún barrio, que pueda llegar a tener trascendencia e inclusive pueda llegar a construirse.
f. Desarrollo de las cinco displinas de Senge. Visión compartida, manejo de las emociones, trabajo en equipo, desarrollo de mapas mentales y el desarrollo de la visión sistémica.

Es mucho lo que se puede hacer aún, en la transformación de los paradigmas en la enseñanza de la arquitectura. Cuando uno ha vivido el proceso y cuando adquirimos herramientas y competencias para poder analizarlos y teorizar sobre ello, es que se aclara la visión factible de lo que podemos hacer en pro de una mejor educación, fundamentada en Gestión estratégica del conocimiento.

Y eso que no escribí nada de tecnología, que ya será tema para un nuevo post.

Alberto

domingo, marzo 07, 2010

# 215. De la enseñanza de la arquitectura

Entre algunas de las cosas maravillosas en que las que me ha tocado estar involucrado, sin lugar a dudas, fue el diseño de una nueva carrera de Arquitectura, la cual, lamentablemente se quedó en el tintero electrónico por diversas causas que no vienen al caso, por ahora. (Mas adelante hablaré de ello)

Se planteaba en el año 2005, crear la carrera de arquitectura a partir de la carrera de ingeniería civil que ya existía, generando un tronco común (que ya de hecho existe), para diversificarse a partir del 2do año, teniendo en forma alterna las materias electivas, lo que le hubiera permitido al estudiante obtener ambos títulos al termino del 6to año, si lo hubieran decidido.
Porque arquitectura e ingeniería civil, viven juntas, conviven necesariamente ya que una no es factible sin la otra. Los profesionales egresados en esas condiciones con doble titularidad, le hubiera impreso un “nuevo aire” a ambas profesiones, al formar profesionales integrales, capaces de afrontar los retos de un déficit de vivienda que probablemente alcance los 2 millones de unidades, en Venezuela. De las dos carreras, las más beneficiada hubiera sido, sin lugar a dudas la carrera de arquitectura, ya que por años ha tenido una forma muy peculiar de presentar su contenido curricular. Sus principales características, (de entonces y creo que todavía) son las siguientes:

a. Poca transversalidad. La carrera, se encuentra en casi todos los casos analizados, formada por cuatro pilares o ejes. Diseño, por supuesto, estructura, instalaciones y artística. Los ejes siguen solos durante la carrera, sin mucha conexión que le permita al estudiante hacer o tener aprendizajes significativos por medio de los cuales pueda llegar a integrar lo aprendido.

En el proyecto propuesto, se planteaban talleres verticales interconectados. Todos los talleres en un mismo sitio, algo así como un gran espacio rodeado de talleres de instalaciones. Ocurre entonces que un estudiante que ya había estudiado estructuras, tenía que prever su solución estructural y tenía al docente en el mismo espacio, para realizar consultas. Se planteaba que cuando un estudiante estaba cursando instalaciones sanitarias, su proyecto debía ofrecer soluciones sanitarias, como parte y exigencias del taller de diseño. Al final, debía manejar todos los aspectos relacionados con obras civiles y así lo debía demostrar.

b. Alcance conceptual. Mucho hemos hablado de las fases de un proyecto. En obras civiles se evidencian mucho más las fases de Ingeniería Conceptual, Ingeniería Básica e Ingeniería de Detalles. Lamentablemente he podido corroborar que las entregas de la materia “Diseño” solo abarca la ingeniería conceptual o si acaso llegan a la Ingeniería básica, dado esto por las exigencias en la obtención del mejor “concepto”, lo que hace que no se lleve una secuencia lógica de las fases y no se pueda integrar a las otras disciplinas. La enseñanza de las fases de un proyecto, se hace necesario, pues es lo que va a requerir en su ejercicio profesional, años más tarde. Otra parte importante en este punto, es la poca relación que tienen los proyectos con su contexto. En mi caso, nunca estudiamos una ordenanza municipal para el planteamiento de una idea.
Es necesario que el terreno esté “pegado” a las normas, leyes, regulaciones, impacto ambiental y necesidades que la comunidad tenga. Si no, estaremos educando a profesionales, que luego en ejercicio, se le hará difícil entender los vínculos existentes. Un objetivo debería ser, que la academia sea fiel reflejo de la realidad.

c. Deficiente manejo del tiempo. La filosofía de gerencia de proyectos PMI, desarrolla el tema de las variables que afectan a un proyecto, siendo entre las nueve, el manejo del tiempo, del costo y del alcance, quizá las fundamentales, sin quitarle importancia a la integración, las compras, los riesgos, la comunicación, la calidad y el manejo de la gente.
El tiempo como variable haría que el estudiante pudiera planificar cada fase y poder estructurar el entregable de cada fase y no posponer hasta el último minuto, la toma de decisiones, que ocasionaría sin lugar a dudas, no poder dormir o dormir poco durante los días previos a la entrega del proyecto.

En la propuesta de la carrera nueva, se proponía que el estudiante presentase un CPM de su proyecto, con el uso de los recursos, las fases y los entregables de cada fase de una forma acumulativa, paso a paso, quedando para la entrega del proyecto, la organización del material en forma coherente.

d. Poca multidisciplinaridad. El estudiante de arquitectura se centra en el diseño conceptual y poco tiempo dedica a escuchar a otras disciplinas. En el proyecto presentado, ya de por sí, existía la necesidad de formar equipos entre estudiantes de arquitectura y de ingeniería civil, pues unos en sus carreras y otros con ambos intereses y enfocados a la doble titularidad. Son dos carreras que marchan juntas. Se plantea en el proyecto de la carrera nueva, el taller multidisciplinario, donde en horarios específicos, se juntaban los docentes de instalaciones eléctricas, mecánicas, eléctricas, suelos, estructuras en un solo lugar, para servir de facilitadores de procesos y para ayudar a centrar a la realidad con la imaginación. Un poco de tratar de diferenciar lo que “se puede hacer con lo que se debe hacer”. Ya no se trata de que cada docente dicta su parte y se va, sino que conoce la evolución de los estudiantes y se convierte en un agente transformador del proceso de integración de conocimientos y disciplinas.

En fin, se trata en resumen de enseñar a planificar y controlar su trabajo de proyecto. Quizá algún día lo pueda ver hecho realidad, ya que contaba con el interés de la Cámara de la Construcción y del Colegio de Arquitectos, de entonces.