lunes, julio 29, 2019

FIFO

Cuando se trabaja en operaciones y proyectos, es probable que tengamos que ver con herramientas de aseguramiento de la calidad. Sirven para que los procesos se mantengan en control y se puedan cumplir con las especificaciones del producto y de lo solicitado por el cliente. El aseguramiento de la calidad abarca a toda la "cadena de valor", es decir, a todos aquellos procesos involucrados en la transformación de la materia prima en producto terminado. La suma de estas herramientas y lo que se obtiene, lo hemos llamado como BPM, las buenas prácticas de manufactura.

Una de las primeras herramientas que aprendemos es el FIFO, cuyo acrónimo en lengua inglesa sea, "First In, First Out", o la práctica de usar lo que tiene mas vieja data para evitar que se venza o se dañe. En español es "Lo primero que entra, lo último que sale". Así se organizan los estantes en los almacenes, con el cuidado de despachar primero lo que queda con data mas vieja y lejos aun de vencerse.  A veces los anaqueles tienen entrada por un pasillo y salida por otro paralelo. En algunos supermercados vemos que las neveras son el frente de un gran pasillo refrigerado donde los operadores colocan desde atrás los nuevos productos; el usuario retira los de adelante y así van rotando.

Todos los aprendizajes pueden ser usados en todos los aspectos de la vida. Lo vemos en la cocina, donde debemos colocar atrás en la nevera lo mas nuevo, para garantizar la rotación correcta, o en la sustitución de las especias, o inclusive en el uso de botellones de agua para uso doméstico. Si no hacemos FIFO corremos el riesgo de usar algún producto ya vencido o contaminado.

En el mundo de la inteligencia emocional también aplica. Si bien es cierto que debemos gestionar todas las emociones, también es cierto que son los elementos mas frecuentes en la vida cotidiana. El tema es que a veces, dejamos algunas emociones sin resolver y se van a espacios donde no las recordamos. Están guardadas, pero los juicios que originan pudieran seguir acompañándonos. En las sesiones de coaching tratamos de buscar emociones que nos conecten con juicios mayores atrapados en el tiempo, a veces funciona. Sin embargo no siempre ocurre así. He notado que las imágenes guardadas en la experiencia, de repente al ser revividas, acompañen a un sin número de emociones que debemos resolver. No importa cuanto tiempo haya pasado, siempre ante la imagen que revive la evidencia, se acompaña la emoción que se vivió. Y lo volvemos a sentir casi con la misma intensidad, en el conocimiento del paso de los años, de las ausencias, de los cambios. Es bueno observarse, reviviendo y resintiendo. 

El FIFO emocional consiste en no dejar que las emociones no resueltas se conviertan en parte de los olvidos. La propuesta es tratar de una vez las emociones que se van viviendo ya que puede pasar que emociones recurrentes se puedan convertir en estados de ánimo mas difíciles de curar. En la adquisición de destrezas maestras para la gestión emocional, vamos aprendiendo  a solucionar emocionalmente las situaciones que nos tocan; así no hay riesgo de olvidos, ni acumulaciones. Una vez que tomamos la decisión de gestionarlas, solo nos resta ver hacia atrás, y hurgar en los pasados para ir resolviendo aquellas que recordamos a través del cuerpo o simplemente esperar, a que de forma súbita, se presenten ante nuestros ojos y nos hagan estremecer como un guijarro en un lago tranquilo.


Nota: La foto es el cerro Avila de Caracas y el Hotel Humboldt encima. La vista es desde Uriji Jami, la sede de una conocida starup venezolana, la nueva red social del mundo.


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