domingo, agosto 24, 2014

La confianza como ingrediente vital de la efectividad organizacional

“Pedro tiene un jefe muy estricto. Ha logrado que la gente trabaje proponiendo acciones y haciendo seguimiento semanal. En las reuniones, la actitud del jefe es cerrada, parece que no escuchara sino que solo emite juicios del desempeño de Pedro. Las cosas funcionan por un tiempo por resultados, y el jefe de Pedro es felicitado por lograr sus objetivos y además le dan un bono por ello. Con el tiempo, se vuelve más estricto llegando a amenazarlos, en algunas ocasiones, sino se alinean con el logro de las metas. Pedro entonces se paraliza. El miedo que siente de perder su trabajo, hace que no logre centrarse y obtener resultados. El jefe de Pedro se pregunta que le estará pasando.”

El miedo definitivamente es una emoción que paraliza. Las emociones generalmente son propiciadoras de la acción que llevan a obtener resultados. El miedo, el temor, la ira, la rabia, el pesimismo, entre otras, son emociones que tienen un efecto contrario sobre nuestra capacidad de hacer; nos paraliza. Luego de paralizados viene un proceso que se realimenta, sintiendo más miedo y sintiéndose menos capaz de hacer. Según la teoría de Peter Senge en La Quinta Disciplina, lo veríamos como un bucle de realimentación negativa. (Senge,2014)

¿Cómo salir de ese sistema perverso que paraliza?.

Desde la psicología positiva (Seligman, 2014) hemos visto que se ha demostrado científicamente por medio de experimentos y observaciones, (Fredickson,2014), que existe una correlación entre los malo que sentimos y lo bueno que podemos sentir, en una proporción de que tres buenas, anulan una mala. Eso quiere decir, que Pedro para sentirse mejor debería darse cuenta y hacer acciones “deliberadas y permanentes” (Lindner, A, 2014), en otros ámbitos, que lo hagan sentirse bien. Por ejemplo, el aprecio a la belleza, como fortaleza de carácter haría que Pedro pueda emocionarse con un amanecer, o apreciar las flores y la naturaleza. A través de la gratitud como fortaleza, que pueda ver las acciones que reciba y que lo hagan sentirse bien. Podemos nombrar muchas otras; el tema es si Pedro conoce esto, o si va a ser capaz de realizarlo, aunque no es nada complicado. Igualmente, cuando llegue feliz de su casa, a su trabajo, se conectará quizá ahora con un estado de ánimo de resentimiento que lo va a llevar al miedo nuevamente. ¡Pedro debe encontrar qué le produce ese miedo que lo paraliza y en dónde reside…!

Pedro decide entonces hacer una sesión de coaching ontológico, (Echeverría, 2014), basado en indagación apreciativa que trabaja desde las fortalezas de carácter que tiene Pedro. En la sesión, Pedro descubre y entiende que a veces las emociones son producidos por juicios internos, juicios que nos constituyen como personas, que hay buenos y malos, pero que hay fundados e infundados. Pedro se da cuenta que su miedo viene del juicio de la des-confianza. Miedo producido por el desplazamiento del jefe hacia lo propositivo, lo impuesto, y mucho menos ahora hacia lo indagativo, lo colaborativo y proactivo. Pedro tiene dos caminos; recuperar su auto-confianza a pesar de la realidad, o hablar con su jefe. Pedro optó por lo segundo y ahora logra sus metas desde un ambiente de confianza mutua.

Las empresas deberían establecer mecanismos por medio de los cuales, se establezcan ambientes de trabajos fundados en la confianza. La confianza y su opuesto son definitivamente juicios que se elaboran las personas desde lo que ven y desde lo que hace con lo que interpreta. Cada quién ve e interpreta cosas distintas. Para trabajar juntos debemos cerrar las brechas que nos separan. Generar confianza es un buen camino. No hay fórmulas mágicas ni consejos; solo querer hacer las cosas de una mejor manera, conociendo y escuchando al otro, como un “legítimo otro”.

Los juicios se fundan en las percepciones y en las acciones previas; pueden conectarnos a estados de ánimo desde los cuales no podemos sentirnos bien. Ahora, con todo lo que sabemos de la psicología positiva y de la promoción del bienestar, tengo la confianza que desde la ontología del lenguaje y el poder generativo del ser, podamos desfundar juicios, para eliminar emociones negativas. Una vez disueltas, llenarnos de emociones positivas que nazcan desde nuestras capacidades y fortalezas de carácter con las que contamos. Desfundar juicios que nos paralizan, tiene un poder de bienestar demasiado grande. Trabajemos como empresas, como gente de RRHH o como Promotores de Bienestar, como “disolvedores” de juicios negativos.


Referencias bibliográficas recomendadas:
·         Senge, Peter, (2014) Wikipedia, disponible en,
·         Seligman, M. (2014) Conferencia en TED sobre la Psicología Positiva
·         Fredickson, Barbara (2014). Wikipedia, disponible en,
·         Lindner, Alberto. (2014) 10.000 horas, disponible en,

Imagen original libre de marketingguerrilla


1 comentario:

ChristianRojas dijo...

Esta lectura involucra un tema muy importante que es el tema de la confianza, una confianza que nos lleva a ser mejores profesionales, personas, novios y más. Muchos factores afectarán nuestro nivel de confianza, nuestro autocontrol, ya que está científicamente comprobado que los hombres no nacimos aprendidos y que para eso existe la vida, el recorrido, el mundo exterior, las experiencias; para llevar a cabo ese autocontrol es importante saber AFRONTAR todo lo que puede desviarnos de un camino. La vida nos enseña que cada paso que das es una experiencia nueva, cada error que cometas es un aprendizaje más y mientras más "recorrido" tengas, más exitoso serás. Pedro y todos en el mundo debemos aprender que el miedo es algo normal, de hecho soy un fiel creyente que sin miedo no salen las cosas bien; un ejemplo clásico, estudias muchísimo para un parcial de una materia en la universidad y ¿qué es lo primero que se te viene a la mente? "¿estará difícil?", "¿y si me preguntan esto y no me lo se?" o "tengo miedo, rasparé" pero eso es normal, al haberte preparado tanto las personas sienten miedo de que todo por lo que lucharon no se logre y pierden la confianza en si mismos, pero nunca podemos dejar que ese miedo nos aleje de la meta, hay que aprender a llevar ese miedo de la mano para que cuando logremos lo prometido podamos decir con orgullo "lo logré". Esta es una reflexión que todo estudiante debe llevar consigo mismo porque apenas uno se gradúa viene el verdadero recorrido y hay que saber AFRONTAR lo que se viene y sacar a flote todo lo que se ha aprendido y a lograr por todo lo que se ha luchado.