martes, enero 20, 2009

MENSAJE A GARCÍA

Una de las características de los equipos de alto desempeño, es sin lugar a dudas, la pro actividad. Su opuesto es la reactividad, que se evidencia en el gerente reactivo. Así como en química, que solo cambia de color un líquido, en presencia de un ácido.
Cuando uno se gradúa no sabe de esto; lo único que se puede hacer, como dicen en mi país: es “ponerse las pilas” , y echar para adelante con lo que nos toque, y tratar de aprender lo mas que se pueda en el intento.

A veces, es divertido aprender, cuando se ve en retrospectiva, como lo vengo haciendo desde un tiempo para acá. (Serán las canas):

Allá por 1982, en febrero, una semana después de haberme vestido de negro, y haberme emocionado escuchando el “Gaudeamus igitur, iuvenes dum sumus” (Himno al graduado, de autor anónimo del siglo XVII), me llamó el Arquitecto de la oficina. Mi trabajo:
-¡Debes lograr que el Ince me pague la deuda..!!.
Con mis dos ojos abiertos y escuchando, esperando que siguiera hablando, tras haber esperado como 10 eternos segundos, pregunté:
-Ajá, ¿qué es el Ince?, ¿qué le deben?. Esas dos preguntas me las contestó, pero a la tercera, dijo:
-ah carajo, “Mensaje a García”

Salí rápidamente, a sentarme en mi cubículo a escribir los datos que tenía. El Ince era el Instituto de adiestramiento y le debían pagar por un proyecto que había realizado. La lista de los datos era 2, y las preguntas que tenía, 10. Me asomé por encima del tabique a ver quién de los sentados trabajando, me podía ayudar. Adelante, una señora oriunda de Yugoeslavia, a mi derecha, el jefe, que aparentaba ser bravo, otro adelante, un señor con canas, al otro lado, el dibujante. Me decidí por las canas. Agarré mi papel con los datos, y tras pensar que solo tenía oportunidad para hacer una pregunta de las diez, me decidí por la adecuada: -“Disculpe Señor Manrique, ¿qué es el mensaje a García?.

-“Uhmm te dijo eso? Te jodiste!. Mensaje a García es un cuento, que indica que uno no debe hacer preguntas, decidir por sí solo, y buscar soluciones”
30 palabras más, que lo que hizo fue aumentar el número de preguntas: ¿Un cuento?, ¿No preguntar?, si no pregunto cómo se´?

En la tarde tenía, como veinte preguntas y solo 2 respuestas. ¿Qué debía hacer?
Si era un cuento, debía estar en una librería. (Tenía una muy buena a 100 metros de la oficina). Efectivamente, compré el pequeño libro, con muy pocas páginas; (de hecho, el cuento sólo tiene como tres páginas, las demás son la explicación del cuento.). Me lo leí ávidamente, como quién se come un “Perro-caliente” en una fiesta. Hallé las primeras respuestas, o por lo menos supe el porque me mando a leer este libro. Todo se trataba de ser proactivo, de tener iniciativa, de avivar la investigación, las ganas de resolver, que te reten y vencer. Eso lo aprendí en un solo día. Quizá, el aprendizaje profesional más importante de la primera etapa de mi vida.

Al día siguiente solo hice una pregunta:
-¿Tengo permiso para revisar los archivos de la oficina, para poder cumplir con una orden del jefe?. Al oír el “sí”, comencé a buscar lo necesario, y encontré el proyecto, conocí al cliente, supe de la deuda, de las razones por la falta de pago, llamé a las oficina central del Ince, hice un organigrama; todo hasta llegar a la gerente de pagos, que estaba en Ciudad Bolívar, como a 500 kilómetros de Caracas. ¿Cómo resolver el tema sin tener que viajar?. Ese momento, a una semana y dos día de haber empezado a trabajar, sabía que era una prueba real, que si no cumplía, debería dar por terminada mi aspiración de trabajar más allá de los tres meses de prueba.

El tema fué, que a las dos semanas, estaba el cheque sobre su escritorio. Algo así, como haber subido el Everest. “La hazaña” Para mí, el aprendizaje ha sido más importante que el pago, pues me permitió entender, tiempo después, que el secreto del éxito (uno de ellos), está en ser proactivo y nunca reactivo.

Amigo, lector, si alguna vez te dicen: “Mensaje a García”, sabes que no hará falta ir a una librería, (en el 82 no teníamos Internet), sino que con dar click, ya resuelves. Igual, para hacerte la vida más fácil, le das click, acá.
Alberto

PD1. Hoy en día, bastaría encender el celular y enviar un mensaje de texto, a tus conocidos, en el entendido que por la gerencia de redes e hipernodos, le llegará a García, vía un “meme”, el mensaje, en menos de una hora. (Imagen tomada de Elpais.com)
PD2: A aquellos que se emocionaron con el “Gaudeamus” como yo, les coloco la letra y la traducción, así como la fuente.
http://personal.us.es/alporu/historia/gaudeamus.htm

Gaudeamus igitur,
iuvenes dum sumus. (bis)
Post iucundam iuventutem,
post molestam senectutem,
nos habebit humus.

(Alegrémonos pues,
mientras seamos jóvenes.
Tras la divertida juventud,
tras la incómoda vejez,
nos recibirá la tierra. )
Ubi sunt qui ante nos
in mundo fuere?
Vadite ad superos,
transite ad inferos,
ubi iam fuere.
(¿Dónde están los que antes que nosotros
pasaron por el mundo?
Subid al mundo de los cielos,
descended a los infiernos,
donde ellos ya estuvieron. )
Vivat Academia,
vivant professores.
Vivat membrum quodlibet,
vivant membra quaelibet,
semper sint in flore.

(Viva la Universidad,
vivan los profesores.
Vivan todos y cada uno
de sus miembros, resplandezcan siempre.)

1 comentario:

Senior Manager dijo...

Yo también viví la época del Mensaje a García y lo escuché más de una vez, pues inclusomestuvo de moda decirlo en situaciones similares. Es más importante lo que hacemos para resolver el problema y dar soluciones completas que conformarnos con las soluciones fáciles, pues a veces no solucionan nada.
SM